Una historiadora, sobre las obras de Rupnik: no retirarlas “es una burla a la cercanía con las víctimas"

Por su parte, el obispo de Lourdes piensa que es "preferible retirar estos mosaicos", pero asegura que  esta opción no es ampliamente aceptada

Mosaico del artista Marko Rupnik, sobre Ignacio de Loyola.
Una historiadora, sobre las obras de Rupnik: no retirarlas “es una burla a la cercanía con las víctimas".
  1. La decisión del santuario de Lourdes
  2. Las víctimas están vivas y el autor también
  3. No ha rendido cuentas por sus crímenes 
  4. También fueron realizas por miembros del Centro Aletti 
  5. El coste de retirar las obras 
  6. La respuesta del Dicasterio de las Comunicaciones 
  7. O'Malley: abstenerse de utilizar el arte de Rupnik
Mosaico del artista Marko Rupnik, sobre Ignacio de Loyola.
Mosaico del artista Marko Rupnik, sobre Ignacio de Loyola.

A medida que aumentan las acusaciones de abuso sexual contra el padre esloveno Marko Rupnik, su arte ha sido objeto de una investigación minuciosa y de debates entorno a retirar su obra de capillas, santuarios e incluso el Vaticano. 

La decisión del santuario de Lourdes

Monseñor Jean-Marc Micas, obispo de Lourdes, en un comunicado del 2 de julio, ha manifestado que personalmente, él sería partidario de retirar los mosaicos del ex jesuita Rupnik, como forma de protección y respeto a las presuntas víctimas de abusos por parte del antiguo jesuita.

Sin embargo, en el mismo comunicado se dice que la decisión todavía no está tomada. El prelado recordó que el año pasado, entre mayo y octubre, él y el rector del santuario crearon una comisión para determinar cómo responder a "este difícil problema". Entre sus miembros había víctimas de abusos (francesas y extranjeras), expertos en arte sacro, abogados, personas implicadas en la prevención y la lucha contra los abusos y capellanes de Lourdes, informa Vatican News. 

Las víctimas están vivas y el autor también

El pastor de Tarbes y Lourdes expresa una clara "opinión personal": "Esta situación no tiene nada que ver con otras obras cuyo autor y víctimas están muertos, a veces desde hace siglos. Aquí, las víctimas están vivas y el autor también. Además, con el paso de los meses he comprendido que no me corresponde a mí razonar sobre el estatuto de una obra de arte, sobre su ‘moralidad’, que debe distinguirse de la de su autor". 

Pero reitera que su opinión personal es que sería "preferible retirar estos mosaicos", afirmando que es consciente de que esta opción no es ampliamente aceptada, es más, "encuentra una oposición real por parte de algunos".

En cualquier caso, como primer paso, se han retirado los mosaicos de la procesión mariana en Lourdes, que reúne cada tarde a los peregrinos, sustituyendo por un juego de luces. 

Rupnik, de 69 años, cuyos famosos murales adornan capillas y catedrales en todo el mundo, incluso dentro del Vaticano y en el santuario mariano de Lourdes, está acusado de abusar sexualmente de al menos 30 mujeres adultas, muchas de ellas monjas pertenecientes a la Comunidad de Loyola que ayudó a fundar en su natal Eslovenia en la década de 1980, recuerda Angelus News. 

No ha rendido cuentas por sus crímenes 

Por su parte, la historiadora de arte radicada en Roma Elizabeth Lev, ha expresado su creencia de que el núcleo del problema con Rupnik es que “parece no haber rendido cuentas por sus crímenes”.

"Sus crímenes no parecen haber sido reconocidos por la Iglesia en general", dijo, lamentando la creciente impresión de que Rupnik estaba protegido por los altos mandos y seguía siendo promovido incluso después de que se presentaran las acusaciones "como si nada hubiera sucedido", informa Angelus News. 

 

La aparición de las obras de arte de Rupnik en los misales y otros materiales del Vaticano, dijo, “es una burla a toda la narrativa de la 'cercanía a las víctimas'; así, como una vez lo hicieron los romanos, en lugar de condenar al hombre, al menos se puede condenar su legado”.

También fueron realizas por miembros del Centro Aletti 

Sin embargo, destacó varias consideraciones que, como historiadora, cree que deberían ser parte de un debate más amplio.

Lev señaló que los proyectos más grandes de Rupnik se realizaron con la ayuda de muchos miembros creyentes y bien intencionados del Centro Aletti. 

“¿Deberían ser castigados también? Este fue su tiempo y su esfuerzo al hacer obras que creían evangelizadoras. ¿O estamos diciendo que todos son cómplices?”, dijo.

También señaló que, en Roma y más allá, Rupnik fue “elevado” durante décadas por la comunidad católica, incluidos muchos de sus compañeros, que parecían deslumbrados por sus obras. 

“¿Ahora esa gente que pensaba que era un regalo de Dios al arte quiere deshacerse de él? ¿Cómo eran unos mecenas tan ciegos?”, preguntó, y añadió: “Si no dejamos las obras, esta pregunta nunca se planteará, lo que considero un problema”.

El coste de retirar las obras 

Lev comparó la “cancelación” de Rupnik con la destrucción de las obras maestras de Caravaggio una vez que salieron a la luz las noticias del asesinato y de su ludopatía y promiscuidad.

Siglos después, “podemos observar su lucha entre la luz y la oscuridad y aprender de ella”, dijo, preguntando sobre Rupnik, “¿no hay nada que podamos aprender al pensar en por qué fue tan popular durante tantos años?”

Otras preocupaciones tienen que ver con el inmenso costo de retirar y reemplazar el arte de Rupnik, señalando que esto también plantea la cuestión de con qué reemplazarlo, y si lo que se encuentre sobreviviría tanto tiempo como una pieza de Rupnik, antes de ser retirado o reemplazado.

También se preguntó: “¿Por qué nos molesta más su arte que el hecho de que todavía se le permita sostener un cáliz?”, dijo, sugiriendo que la Iglesia “comience con los sacramentos y luego hablemos del arte”.

La respuesta del Dicasterio de las Comunicaciones 

Por su parte, el jefe del Dicasterio para las Comunicaciones del Vaticano, el laico italiano Paolo Ruffini, recientemente desató una controversia por defender el uso por parte de su oficina de la obra de arte del ex jesuita en su sitio web.

Los comentarios de Ruffini en Atlanta fueron recibidos con una ola de reacciones negativas inmediatas; muchos observadores y sobrevivientes de abusos clericales los calificaron de insensibles y una señal de que la Iglesia no ha aprendido nada desde que estallaron por primera vez los escándalos de abuso.

O'Malley: abstenerse de utilizar el arte de Rupnik

Ante estos hechos, el cardenal estadounidense Sean O'Malley de Boston y presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores escribió luego una carta a los responsables de todos los departamentos del Vaticano pidiendo que se abstuvieran de utilizar el arte de Rupnik por respeto a las víctimas de abusos.

En la carta, fechada el 26 de junio, O'Malley pidió “prudencia pastoral” a la hora de exhibir la obra de Rupnik, diciendo: “Debemos evitar enviar un mensaje de que la Santa Sede es ajena a la angustia psicológica que sufren tantos”.

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