El ataque de Compromís a la libertad de expresión: lanzan una web para denunciar a profesores homófobos
¿Qué son las terapias de conversión? Pues son técnicas que se han utilizado en otras épocas, y no solo por sectores relacionados con la Iglesia Católica, sino por distintos terapeutas o médicos de uno y otro signo político y religioso con el fin de cambiar o modificar la orientación sexual de una persona.
Hoy en día estas técnicas están prohibidas tanto por el Estado como por la Iglesia. Lo que no está prohibido es la libertad de expresión, de opinión y de sentimiento. Uno puede sentir lo que quiera. Y resulta que hay personas que no se sienten bien con su orientación sexual ya sea heterosexual como homosexual. Como también hay personas que se sienten incómodas con su cuerpo biológico y enseguida se les hormona y se les extirpa sus órganos sexuales para transicionar de género sin que previamente haya antes un seguimiento psicológico para averiguar algún otro síntoma. Me pregunto si esto último no es una terapia de conversión.
Resulta que hay chicos o chicas incómodos con sus inclinaciones sexuales y quieren explorar o conocer con terapeutas expertos qué es lo que les pasa exactamente. Esto no es terapia de conversión. Esto es acompañar a un niño, niña o adolescente a conocer su identidad sexual.
Pues bien, Compromis, el partido de la izquierda radical de Valencia, erre que erre. Primero arremetieron contra una psicóloga acusándola de hacer terapias de conversión. Después contra un profesor, ahora contra otro también sacerdote. Y, por último, dicen que hay una trama en los 60 colegios diocesanos de Valencia y que todos hacen terapias de conversión. Pero no aportan datos, solo señalan algunas declaraciones públicas que algunos de estos profesores han realizado de acuerdo con la libertad de expresión y opinión y les tachan de homófobos.
Y abren una web para denunciar a supuestos profesores o psicólogos si realizan terapias de conversión. De momento, no hay ninguna denuncia pública. Que increíble que sean estos mismos los que han defendido hasta la saciedad que cualquier persona o lo que es peor, cualquier niño, se puede operar para cambiar de sexo, o de género, o sus órganos genitales, o sentirse mujer, u hombre, o no binario, pero eso sí, hay que denunciar a quien quiera cambiar de orientación sexual, la que no les gusta a ellos.
Por su parte, la archidiócesis de Valencia, en un comunicado, ha manifestado que "la acusación de que en la formación afectivo-sexual (que se da en los colegios diocesanos) se incluyen terapias de conversión sexual es falsa. Se trata de un programa que fomenta un entorno respetuoso en el que se promueve la aceptación de toda persona, se rechaza cualquier tipo de discriminación y se respeta la dignidad de todos".
¿No será que a Compromís lo que le trina es que la archidiócesis de Valencia tenga 60 colegios diocesanos, la diócesis con más centros escolares de toda España, y que además estén llenos? ¿No supone esta campaña de Compromís un verdadero ataque contra la libertad de expresión, de opinión y de pensamiento? Nos llevan al pensamiento único: el de ellos.
Zenon de Elea