El viaje del Papa al país más católico del mundo y el intento de asesinato
El Papa Francisco prosigue su viaje más largo de su pontificado. Tras haber visitado ya Indonesia y Papúa Nueva Guinea, el Santo Padre llega al país más católico del mundo fuera de la Ciudad del Vaticano: Timor Oriental, la isla del sudeste asiático de mayoría católica. Este país supone la tercera escala de su viaje apostólico que durará hasta el próximo miércoles 11 de septiembre y que concluirá en Singapur.
El país de apenas 1,3 millones de habitantes y con una superficie similar a la provincia de Sevilla, es el segundo más católico del mundo: el 96% de su población se identifica como católica, el porcentaje más alto fuera del Vaticano.
Timor Oriental constituye uno de los países más pequeños de Asia. La Iglesia católica fue clave para poder conformar esta pequeña nación. De hecho, la visita de San Juan Pablo II en 1989 fue un punto de inflexión en su proceso de independencia. 35 años después, el Papa Francisco llega a una comunidad cristiana en auge: ya hay 347 sacerdotes y 1.038 religiosas. La Iglesia lleva adelante allí 66 parroquias, 51 instituciones sociales (hospitales, residencias de ancianos y discapacitados), y 320 escuelas, destaca Obras Misionales Pontificias.
En este viaje apostólico, que multitud de católicos le están recibiendo con mucho cariño, ya sea en Indonesia (el país del mundo con mayor número de musulmanes) o en Timor Oriental, también se ha producido una noticia que ha causado estupor a toda la comunidad internacional: el intento de asesinato contra el Papa en Indonesia.
La policía del país detuvo a siete personas en diversas ciudades por su presunta participación en un fallido intento de atentado contra el Sumo Pontífice. Las detenciones ocurrieron los días 2 y 3 de septiembre en Yakarta, Bogor y Bekasi, revelando una amenaza que pudo haber alterado la visita papal, marcada por el diálogo interreligioso y la promoción de la paz, destaca Zenit.
El coronel Aswin Siregar, portavoz de la policía indonesia, confirmó a los medios que la unidad antiterrorista Densus 88 logró desarticular una serie de amenazas a través de redes sociales que habían sido emitidas en protesta por la presencia del Papa en el país. A pesar de las detenciones, las autoridades todavía investigan si los sospechosos pertenecen a una misma célula terrorista o si actuaban de forma independiente.
Entre los detenidos, según fuentes cercanas a la investigación, uno fue capturado en una casa donde se encontraron arcos, flechas, un dron y folletos propagandísticos del grupo yihadista ISIS. Este individuo también estaría relacionado con el ataque que sufrió el exministro de Seguridad, Wiranto, en 2019, quien fue apuñalado por extremistas islamistas.
Ni el Papa se salva para los extremistas del ISIS.
Sin embargo, a pesar de las amenazas, el Papa Francisco continuó con su agenda y el 5 de septiembre se reunió con el Gran Imán de la Mezquita Istiqlal. Juntos, firmaron una declaración conjunta que abogaba por la tolerancia religiosa y la lucha contra el cambio climático, destacando la necesidad de unirse contra la deshumanización y la violencia.
Zenón de Elea.
