La mayoría de los niños en España siguen haciendo la primera comunión pero los padres están cada vez menos implicados

"Tenemos que hacer un mayor esfuerzo, plantearnos una nueva actitud" cuando los padres se acercan a la Iglesia porque sus hijos van a hacer la comunión. Así lo entiende monseñor Javier Salinas, obispo de Tortosa y vicepresidente de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis. Aunque no hay cifras exactas, la mayoría de los niños en España siguen haciendo la Primera Comunión, ya sea en los colegios ya en las parroquias. Sin embargo, ha cambiado de manera sustancial el modo en el que se transmite la fe en las familias.

"No cabe culpabilizar a la familia. La familia es la que es. Normalmente, aunque no están en contra de la Iglesia o las cuestiones espirituales, lo que predomina es el silencio por parte de los padres en la dimensión educativa sobre temas espirituales", dice a Religión Confidencial monseñor Salinas.

El problema es que la Iglesia, que sí se está adaptando a los nuevos requisitos de la catequesis (se elaboró un catecismo para niños de comunión más acorde con los actuales conocimientos con los que llegan al sacramento y se está trabajando en otro para niños de confirmación), no ha encontrado la manera más adecuada de acercar a los padres a la Iglesia aprovechando esa cercanía de sus hijos. "El problema está en nosotros mismos como Iglesia -dice monseñor Salinas- en qué ofrecemos a los padres".

Para el obispo de Tortosa, ya no se puede juzgar el compromiso de los padres con la Iglesia como "lo que debe hacer una familia cristiana", sino que tiene que ser un momento de acogida porque "los niños son capaces de provocar un cambio en los padres".

 

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