Lo que mueve el mundo es el relato
Luis María Fernández, guionista, productor y director de cine, nos ofrece en este libro un interesante análisis sobre cómo se gobierna hoy
- La narrativa
- Relación entre narrativa, relato e ideología
- Medios nuevos y tradicionales
- Relato creíble
Con prólogo de la columnista Rebeca Argudo, Luis María Fernández, guionista, productor y director de cine, nos ofrece en este libro un interesante análisis sobre cómo se gobierna hoy. Es decir, sobre cómo se construyen las nuevas formas de ejercicio del poder, de presencia, incluso de dominación social, a través de los relatos y su influencia en las mentes de las personas.
La narrativa
Es frecuente que en los medios de comunicación, leamos o escuchemos que la principal forma de ejercicio del gobierno es la narrativa.
Que si tal política, que si tal partido político tiene o no un relato, una narrativa, una versión. Es decir, la construcción de un mensaje, habitualmente con elementos emocionales, que no sólo explica la realidad sino que, principalmente, la crea.
Definamos el relato como “el proceso de reconvertir la información en una historia de ficción que sirva a nuestros propios intereses gracias al uso de las emociones”.
La fuerza del relato, con el uso de las nuevas tecnologías, llega a generar espacios, situaciones fabricadas para que se hagan realidad. Por lo tanto tiene un alto poder prescriptivo, de creación de situaciones.
Relación entre narrativa, relato e ideología
Hay tres cuestiones que me han parecido interesantes en este análisis del valor de la narrativa en la sociedad del espectáculo y del entretenimiento.
La primera es la relación entre narrativa, relato e ideología. Por cierto, el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma ideología.
El relato es la principal baza con la que cuentan las ideologías para imponerse, para penetrar en las conciencias de las personas. Aquí se explican los mecanismos a través de los cuáles se construye esa dinámica, por ejemplo la repetición consciente y la denominada por nuestro autor prestidigitación argumental. Estamos en la sociedad de la narrativa-escaparate.
Medios nuevos y tradicionales
La segunda cuestión es la relación entre medios tradicionales, espectacularización de la información, nuevos medios, redes sociales y el relato.
Si la mentira necesita la verdad, la postverdad, que es una de las expresiones del relato contemporáneo, necesita lo políticamente correcto. Es decir, necesita de un clima social, de un ambiente que favorezca los procesos de asentamiento de sesgos cognitivos. Hay un paralelismo entre formas de consumo de ocio y entretenimiento, la construcción de patrones de conducta y el pensamiento y la forma de vida. Aquí hay que incluir la cultura de la cancelación, producto de ese efecto de la potencia del relato.
Relato creíble
Y tercero, es indiscutible que cualquier institución que quiera tener presencia social debe tener un relato creíble. Es más la norma es que se hace presente, incluso vence, quien mejor cuenta su historia.
Me pregunto yo, a los efectos de la propuesta cristiana, ¿cómo es el relato hoy de la Iglesia?
El de la Iglesia universal se llama Papa Francisco. ¿Y el de la Iglesia en España?
Dice nuestro autor que el relato, para ser eficaz, necesita un determinado público, lo moldea. Y al moldearlo por el relato hace que la narrativa tenga efecto.
Quien “cuenta la mejor historia a un público predispuesto, ofendido, hipersensibilizado, inseguro, victimizado y necesitado” es el que tiene más poder e influencia.
La fuerza del relato
Luis María
Sekotia
