Los obispos hacen un llamamiento a la regeneración de la vida pública
Me agrada el tema que los obispos españoles han escogido para su XLIII Semana Social en España: "La regeneración de la vida pública. Una llamada al bien común y a la participación". Esta Semana se celebrará en Sevilla del 25 al 27 de noviembre y está promovido por la Comisión Episcopal para la Pastoral Social y Promoción Humana.
Regenerar la vida pública por parte de la Iglesia parece que no es un asunto que le compete, pues buena parte de la sociedad laicista que hoy vivimos argumentarán que la Iglesia no se debe meter en estos asuntos.
Pues el arzobispo de Sevilla, Mons. José Ángel Saiz Meneses, ha explicado ayer en rueda de prensa, clara y nítidamente que la Iglesia no es de izquierdas ni de derechas: "Es de Cristo" y ha añadido que "la Iglesia nunca debe entrar en política pero si debe iluminar la situación de las personas y de las sociedades".
Muchos católicos están pidiendo a los obispos más valentía para, sin meterse en política, denunciar algunos pensamientos e ideologías que están acampando a sus anchas en la sociedad actual. Algunos de nuestros prelados sí lo hacen. Otros son, digamos, más "políticamente correctos".
Agrada también ver como este tema que han propuestos los obispos haya coincidido en esta semana con el asunto que se ha tratado en el último Congreso de Católicos y Vida Pública, ‘Corrección política: libertades en peligro’, que ha finalizado con un manifiesto de 25 puntos en el que se aboga por defender las principales libertades en juego: la libertad religiosa e ideológica, la libertad de expresión, la libertad de cátedra y de enseñanza, así como también las demás libertades civiles en peligro.
Es estimulante ver a obispos y laicos a una, contra una corriente cada vez más fuerte en España (y en Europa) que parece va arrinconando o cancelando a todos aquellos que no piensan de acuerdo a la cultura dominante.
Se necesitan líderes para defender lo que señala el punto 22 del manifiesto del Congreso Católicos y Vida Pública: "la abolición de Dios que viene promulgando el secularismo y que está en la raíz de la corrección política, provocando la abolición de lo humano, así como de su dignidad, de su libertad y de su desarrollo moral. "El siglo XX que se conoció como el “Siglo de las Ideologías”y a la vez el “Siglo sin Dios”ha sido el siglo en el que más millones de muertes se han producido por violencia, guerras y genocidios de toda la historia. Ha sido igualmente, el siglo de los mártires, pues se han contado por millones".
Zenón de Elea.
