Francisco a seminaristas y agente de pastoral: Las novelas y poemas son importantes para la maduración personal

"Puede ser que esa lectura consiga abrir en nosotros nuevos espacios de interiorización que eviten que nos encerremos en esas anómalas ideas obsesivas que nos acechan"

El Papa Francisco y José Cobo con los seminaristas de Madrid.
El Papa Francisco y José Cobo con los seminaristas de Madrid.
  1. La lectura en los Seminarios
  2. Experiencia como profesor
  3. “Empobrecimiento intelectual y espiritual”
El Papa Francisco y José Cobo con los seminaristas de Madrid.
El Papa Francisco y José Cobo con los seminaristas de Madrid.

El Papa Francisco ha querido dar un consejo para este verano a seminaristas, agente de pastoral y a todos los fieles. En una carta publicada ayer, y titulada "Carta del Santo Padre Francisco sobre el papel de la literatura en la formación"  afirma que la lectura de novelas y poemas tiene mucha importancia en el camino de la maduración personal.

Con esta misiva, quiere proponer “un cambio radical” acerca de la atención que debe darse a la literatura en la formación de los candidatos al sacerdocio. El libro obliga al lector a estar más activo que con los medios audiovisuales y los impulsa a reescribir la obra en su mente y a utilizar su imaginación para ampliarla, sostiene.

La lectura en los Seminarios

El Papa Francisco valora de un modo muy positivo el hecho de que en algunos Seminarios logren “abandonar la obsesión por las pantallas”, toda vez que lamenta que la literatura sea relegada muchas veces al ocio.

“Ésta se considera a menudo como una forma de entretenimiento, es decir, como una expresión poco relevante de la cultura que no pertenece al camino de preparación y, por tanto, a la experiencia pastoral concreta de los futuros sacerdotes”, remarca el Papa.

Experiencia como profesor

El obispo de Roma evoca su experiencia como profesor de literatura en el Colegio Inmaculada Concepción de Santa Fe, en Argentina, los años 1964 y 1965. 

Explica que enseñó la materia en los dos últimos años de bachillerato y para asegurarse de que sus alumnos leyeran El Cid, hizo un trato con ellos para que se le leyeran en sus casas y durante las clases podían hablar de sus autores favoritos y más contemporáneos.

“Empobrecimiento intelectual y espiritual”

Con todo, el Papa destaca que el modo de ver a la literatura “no es bueno” y que ha dado lugar a una forma de “grave empobrecimiento intelectual y espiritual” de los futuros sacerdotes.

Para el creyente que quiera entrar en diálogo con la cultura de su tiempo y con la vida de las personas la literatura se hace indispensable, asegura.

Asimismo, recuerda que el sacerdote tiene la misión de “poner nombre” a los seres y a las clases y darles sentido. “La afinidad entre el sacerdote y el poeta se manifiesta en esta misteriosa e indisoluble unión sacramental entre la Palabra divina y la palabra humana, dando vida a un ministerio que se convierte en servicio pleno de escucha y de compasión”, concluye. De ahí que la literatura sea clave para educar “el corazón y la mente” del futuro pastor.

 
El Evangelio.
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