¡Tengamos un pesebre viviente este año!

Nacimiento.
Nacimiento.

Acabamos de comenzar el Adviento, un tiempo maravilloso que nos permite prepararnos para celebrar la Navidad. De hecho, esta es la época del año en la que decoramos nuestras casas y colocamos un nacimiento o pesebre para recordar la llegada de Jesús a este mundo. Tradicionalmente, se suele poner el pesebre a partir del primer domingo de Adviento, hasta el 2 de febrero, fecha en la que se conmemora la presentación de Jesús en el Templo.

¿Sabías que los primeros pesebres eran vivientes?: San Francisco de Asís tuvo la idea de hacer por primera vez un pesebre vivo, en la noche de Navidad de 1223. Así como él lo hizo, ¡tú también puedes hacerlo! Este año te invitamos a tener un pesebre viviente en casa, es decir, a tomar un tiempo para contemplarlo, para experimentar su verdadero significado y para disfrutar la alegría de Belén.

  • ¡Demos un lugar en nuestras vidas a la Sagrada Familia!: nuestro pesebre no tiene que ser el más bonito, ni el más grande, pero sí debe estar en el centro de nuestra casa, en el corazón del espacio donde vivimos, para que lo podamos ver y contemplar. La idea es que aprovechemos cada vez que lo miremos para imaginar a José y María en su vida cotidiana, o para encomendarles lo que vamos a hacer, en el momento que pasamos junto a ellos. ¡Invitémoslos a nuestra casa y aceptemos la invitación de ir a la suya!…
  • ¡Vivamos estas semanas junto a los personajes del pesebre!: el nacimiento es una buena oportunidad para rezar en familia, por la mañana o por la noche. Pero ¡esto no tiene por qué ser aburrido!: de hecho, podemos hacer que sea un momento de juego y meditación. Para esto, cada uno puede tener su propia figura y darle “vida” con sus propias manos y voces. Así, podremos sentir junto a cada personaje, la inmensa alegría que sintieron esa hermosa noche en la que Dios vino al mundo. “Darle vida” a un personaje es, por ejemplo, imaginar y decir cómo se siente el pastorcito en estas semanas, o recrear el diálogo que tuvieron los Reyes Magos antes de emprender su viaje…
  • ¡Sigamos la estrella!: la estrella del pastor nos recuerda que el Señor siempre nos guía. Por eso, durante el período de Adviento, podemos estar atentos a las señales que Dios deja en nuestra vida, y para recordarlas, podemos dibujar una estrella sobre nuestro pesebre cada vez que el Señor nos de una.
  • ¡Cantemos con los ángeles!: ¡Es hora de alzar la voz! Cada día de Adviento podemos volver a descubrir un villancico y cantarlo junto a nuestra familia o allegados: ¡cantemos cada día una canción con alegría!

Para hacer aún más especial este tiempo de espera tan alegre, Hozana te propone unirte a este retiro de Adviento, para que vivas este periodo con gozo, y te prepares para recibir a Jesús en el Belén de tu corazón.

 
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