El último discurso del cardenal Ladaria como Prefecto de Doctrina de la Fe: Defensa heroica de la Humanae vitae
Quizás no sea el último discurso del hasta ahora prefecto del Dicasterio Vaticano para la Doctrina de la Fe, el español jesuita cardenal Luis Francisco Ladaria Ferrer, pero sí uno de los últimos que ha tenido más eco en la opinión pública, fundamentalmente en los medios religiosos.
Me refiero a la conferencia que pronunció el pasado mes de mayo en el Congreso organizado en Roma por la Cátedra Internacional de Bioética Jérôme Lejeune sobre la encíclica del Papa san Pablo VI acerca de la vida humana, el amor conyugal y la procreación publicada en 1968 Humanae Vitae. En este link se pueden ver y leer todas las conferencias del congreso.
Pues bien, el cardenal Ladaria, como publicamos en Religión Confidencial en su conferencia titulada "Humanae vitae como encíclica audaz y profética. Su vigencia, hoy", (se puede leer íntegra aquí), hizo una defensa del texto de Pablo VI que hoy parece trasnochado, sin sentido, que necesita evolucionar porque las gentes del siglo XXI ni la entienden, ni la viven.
Para el cardenal Ladaria, la Humanae Vitae significa una visión "antropológica integral" sobre el amor y la sexualidad humana, entendida según el plan de Dios, que 55 años después de su publicación sigue proponiendo una verdad excelsa, negada en cambio por décadas de "antropología anticonceptiva", que ha dividido esa visión unitaria.
En su conferencia, este jesuita, (para los que consideran que la Compañía de Jesús se alejan de la doctrina de la Iglesia) recuerda que "el mismo Papa Francisco nos invitaba, en su Exhortación postsinodal Amoris Laetitiae, a volver a «redescubrir el mensaje de la encíclica Humanae vitae de Pablo VI», como una doctrina que no solo debemos conservar, sino que se nos propone para ser vivida. Una norma que transciende el ámbito del amor conyugal y que es referencia para vivir la verdad del lenguaje del amor en toda relación interpersonal".
Ladaria ha estado al frente de Doctrina de la Fe desde 2017, ahora llamado Dicasterio antes llamado Congregación y que según la Constitución Apostólica del Papa Francisco sobre la Curia Romana y su servicio a la Iglesia en el Mundo, Praedicate Evangelium del 19 de marzo de 2022, tiene la misión de ayudar al Papa y a los obispos a proclamar el Evangelio en todo el mundo, promoviendo y tutelando la integridad de la doctrina católica sobre la fe y la moral, sobre la base del depósito de la fe y también buscando una comprensión cada vez más profunda de esta ante nuevos interrogantes.
El cardenal Ladaria es un hombre consagrado a la Iglesia, a la Teología y al estudio de la fe y ha desarrollado una larga carrera teológica para dar respuestas al mundo de hoy. Primero en la Universidad Pontificia de Comillas de Madrid, luego en Universidad Pontificia Gregoriana de Roma, donde fue vicerrector entre 1986 y 1994.
El papa Juan Pablo II le nombró miembro de la Comisión Teológica Internacional en 1992 y consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe en 1995. En marzo de 2004 fue nombrado Secretario General de la Comisión Teológica Internacional y condujo la evaluación de la Comisión sobre el concepto del Limbo a partir de 2006. La Comisión concluyó que hay caminos más apropiados para afrontar la cuestión del destino de los niños muertos antes del bautismo y que, para estos niños, no puede excluirse la esperanza de la salvación.
El 9 de julio de 2008 fue nombrado por el papa Benedicto XVI Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El 1 de julio de 2017 fue nombrado por el Papa Francisco prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y presidente de la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei”, de la Comisión Teológica Internacional y de la Pontificia Comisión Bíblica en sustitución del cardenal alemán Gerhard Müller. Ahora, por motivos de edad, (79 años) deja el cargo.
Su sucesor, el argentino Víctor Manuel Fernández ha desarrollado también una larga carrera pastoral y teológica. Sin embargo, algunas voces eclesiásticas le señalan como el artífice detrás de algunos puntos polémicos de la exhortación sobre el amor en la familia Amoris laetitia del Papa Francisco, en concreto el punto respecto a que los divorciados vueltos a casar civilmente al no obtener la nulidad matrimonial de su primer matrimonio, puedan recibir en algunos casos la Eucaristía.
Ladaria, en su último discurso, se mojó heroicamente y defendió una encíclica, Humanae Vitae, llena de retractores. Este fue su último discurso, al menos, el más mediático. ¿Qué hará Mons. Fernández? Lo veremos en los próximos meses.
Zenón de Elea.
