Los hijos de donantes anónimos reivindican su derecho a la identidad

Miquel Roura.
Miquel Roura.
María Sellés y Miquel Rouca.
María Sellés y Miquel Rouca.

Con este título, Religión en Libertad se hacía eco de la reivindicación de Miquel Roura, un hombre nacido de un donante anónimo de esperma. No tengo ni idea si Miquel profesa alguna creencia o no Pero eso me da igual. Lo que sí me parece muy interesante es que Miquel está dando su testimonio sobre lo que le ha supuesto para él no conocer a su padre biológico. 

Además, denuncia esta práctica, mejor dicho sobre este negocio, que mueve millones y millones de euros y que, como él dice, nada tiene que ver con el altruismo. Porque no hay que olvidar que todas las personas que donan su esperma o sus óvulos es porque quieren o necesitan dinero. 

Miquel y Maria Sellés Vidal han fundado hace poco la Asociación de Hijas e Hijos de Donantes y su testimonio en los medios de comunicación está alertando sobre una práctica que afecta en los más hondo a la identidad personal y genética de las personas. Esta asociación busca defender los derechos de los nacidos por estas vías y que en España sea abolido el anonimato como lo es en otros países. A Miquel le afectó todo su desarrollo psicosocial. 

En esta entrevista en el El Nacional, relatan su historia y cómo les afecta desconocer a sus ancestros, a su padre o madre biológico/a, de dónde vienen o cuáles son sus enfermedades. Y una vez más se pone de manifiesto lo que la Iglesia Católica viene advirtiendo sobre la donación de óvulos o esperma de personas anónimas, que rompe con la integridad de una persona. 

Conocer quienes son los donantes "cambiaría el perfil, serían mucho más respetuosos y conscientes y estarían dispuestos a asumir las consecuencias", dice María. 

Una pregunta recurrente a la que ambos han hecho frente a su vida es: ¿por qué quieres saber quién es el donante si nunca ha formado parte de tu vida?  "Para empezar, existen antecedentes médicos o información genética que puede ser de gran interés para los hijos de donantes. Pero, además, hay una cuestión que por gran parte de la población se da por sentada: la identidad genética . Lo que nos forma son muchas cosas. No es que una sea más importante que la otra, yo no lo digo que la genética sea más importante que el contexto sociocultural. Todo es importante y se trata de que nadie decida por mí a qué elementos que conforman mi identidad tengo acceso o no". 

Y Miquel añade: "Me hace gracia que se quiera invisibilizar esta necesidad de búsqueda de los orígenes, cuando realmente el ser humano en conjunto tiene una necesidad espectacular de buscar los orígenes. El último Premio Nobel de Medicina fue para un trabajo de genética que hacía la genealogía hasta llegar a los neandertales, es inherente al ser humano preguntarse de dónde viene y cuál es su historia. ¿Por qué se decide que yo no tengo derecho a saber, a poseer la información a la que estoy conectada? ". 

En La Razón, Miquel denuncia que España, junto con Grecia e Italia, son de los pocos países de la Unión Europea donde aún rige esta ley del silencio en conocer quién es el donante, que, según Miquel, es "injusta, cruel y opresiva", porque no tiene en cuenta los derechos de los niños a conocer cuál es su origen. 

En 2020 nacieron en España 4030 bebés de semen donado y 748 de óvulos del mismo origen, según los datos del sector. De acuerdo a la Ley de Reproducción Asistida de 2006, ninguno de ellos tiene derecho a saber nada de una de las dos personas que hicieron posible que llegaran a este mundo.

 

Por esta razón, esta asociación quiere  que termine el "agravio comparativo" con los hijos adoptados, a los que desde 2015 se les garantiza lo que a ellos, de momento, se les niega: saber de dónde vienen. La Comisión de Bioética de España parece que también está de acuerdo con este planteamiento. 

Miquel va mucho más allá y cuestiona la decisión de Ana Obregón: "La cuestión principal que debemos resolver es si consideramos la reproducción humana un producto o no. Esa niña (la nieta de Obregón) ha nacido de una gestante que no es la madre biológica y aquí nadie se ha planteado que nunca va a poder conocer a ninguna de las dos. La confusión genealógica para ella va a ser máxima y todo por el deseo de una persona a tener un bebé que haga más llevadero el duelo que está pasando".

Y mira lo que sigue diciendo Miquel, que creció con una figura paterna clara, la del segundo marido de su madre. "España se lleva el 60% del turismo reproductivo de toda la Unión Europea. Hay una auténtica locura por los óvulos españoles, que viajan a todas partes.  Crecer con una figura paterna no rellena el agujero emocional que supone saber que "vengo de un señor que se masturbó con material pornográfico en una clínica a cambio de dinero". Esto le indigna especialmente, la narrativa que trata de edulcorar un acto totalmente prosaico. "Ahora hasta se escriben cuentos para explicar a los niños que vienen de un donante de esperma", relata en La Razón. 

Por el momento, y gracias al análisis de su ADN, Miquel ha logrado ubicar a su progenitor en Cataluña. Incluso ha llegado a mandar un mensaje a quien podría ser su primo hermano, pero se ha encontrado con una negativa como respuesta, lo que le ha impedido seguir avanzando. De todos modos, no se resigna: "Conocer a mi padre biológico sería el final de un camino, como un regalo para mí mismo. Cuando llegue ese momento sabré que se ha hecho justicia, que se ha restablecido totalmente mi dignidad".

Estos testimonios refuerzan lo que dice la Iglesia Católica: Todo acto de generar vida humana que sea no matrimonial es irresponsable y viola el respeto debido a la vida humana en su generación. 

Zenón de Elea. 

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