Más polígrafos
El ex profesor del Colegio Gaztelueta, José María Martínez, ha demostrado no tener miedo a la verdad y se ha sometido a la prueba policial del polígrafo. Una nueva muestra, no sólo de la verdad de su versión, sino de la condición martirial de su vida desde que fuera denunciado por la familia Cuatrecasas.
La lógica del significado del polígrafo, más allá del valor judicial que monseñor Satué quiera darle, es aplastante. Si José María Martínez ha querido dar este paso y se ha sometido a esa prueba, ¿estará dispuesto Juan Cuatrecasas a someterse a la prueba del polígrafo en un despacho especializado independiente?
El polígrafo ha constatado que José María Martínez dice la verdad. No ha dicho que Juan Cuatrecasas haya contado una mentira. Y no lo ha dicho porque no se ha sometido a la prueba. ¿Juan Cuatrecasas, la víctima según sentencia civil, tendría que someterse al polígrafo?
Coincidente con el momento en el que Religión Confidencial adelantaba en exclusiva la noticia de que el ex profesor de Gaztelueta se había sometido al polígrafo, y que el examen concluía que dice la verdad cuando sostiene que no hubo nada de lo que se le acusa, el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Argüello, y el vicepresidente, cardenal Cobo, se reunían con una representación de las víctimas de la pederastia en la Iglesia.
Entre éstas se encontraba el ex diputado socialista Juan Cuatrecasas, entendemos que representando a su hijo, o quizá cómo víctima de sí mismo y de sus palabras. Entendemos que la nueva cúpula de la Conferencia Episcopal haga este tipo de gestos, que parecen dar rédito mediático, aunque menos del que se pueda pensar. Pero, por respeto a las víctimas, convendría redoblar el esfuerzo por ahondar en la relación entre testimonio de las víctimas y verdad.
Como ha escrito ayer mismo José María Martínez en su blog, son muchos los atropellos que se están cometiendo con este profesor que, esperemos, pueda ser recibido también por la cúpula de la Conferencia Episcopal, es decir, por monseñor Argüello y por el cardenal Cobo, ya que el Papa no ha querido hacerlo.
Y sería ideal que el proceso canónico al que está siendo sometido pudiera pasar también por una prueba poligráfica.
Zenón de Elea
