El cardenal Schönborn que colaboró con el Catecismo de la Iglesia, dice que el Papa podría cambiar el lenguaje sobre personas homosexuales
El Sínodo publica hoy una "Carta al Pueblo de Dios" y el sábado dará a conocer un "Documento de Síntesis"
- Actos intrínsicamente desordenados
- Sobre la pena de muerte
- Inmutabilidad de la doctrina
- Debilitamiento del catolicismo en Europa
El cardenal austríaco Christoph Schönborn, de Viena que colaboró en la redacción del Catecismo de la Iglesia Católica, y que es ampliamente reconocido como uno de los principales teólogos de la Iglesia, defendió la enseñanza de la Iglesia sobre cuestiones LGBTQ+ pero también dijo que el Papa tiene el poder de cambiar el lenguaje del catecismo por ejemplo, con la expresión que describe las relaciones homosexuales como "intrínsicamente desordenadas". Así lo ha expresado en unas declaraciones durante el Sínodo de la sinodalidad.
Actos intrínsicamente desordenados
Cuando se le preguntó acerca de las personas LGBTQ+ que se sienten heridas y faltadas al respeto por la descripción que hace el catecismo de los actos homosexuales como “intrínsecamente desordenados” y si ese lenguaje podría cambiarse, Schönborn, explicó que el catecismo ya había sido cambiado antes.
El cardenal Schönborn recordó que él fue secretario de la redacción del Catecismo y subrayó que es obra de la Iglesia, promulgada por el Papa. Desde entonces sólo ha habido un cambio, cuando Francisco intervino sobre la pena de muerte. Que haya otras modificaciones depende únicamente de la decisión del Pontífice.
Sobre la pena de muerte
“ No es ningún secreto, y puedo decirlo, Juan Pablo II ya deseaba que la pena de muerte fuera condenada explícitamente. Luego el Papa Francisco tomó medidas e introdujo este cambio”, dijo Schönborn, señalando que Santa Teresa de Calcuta también había pedido a Juan Pablo II que condenara más explícitamente la pena de muerte en el catecismo.
El cardenal austriaco recomendó "leer los textos en su conjunto" porque son cuestiones que conciernen a la Teología Moral, pero el principio es que "hay un orden objetivo y hay personas humanas. Éstas siempre tienen derecho al respeto, aunque pequen -que todos lo hacemos, incluso yo-. Tenemos derecho al respeto. Tenemos derecho a ser aceptados", como lo somos por Dios.
Schönborn participó en la última conferencia de prensa para comentar algunos aspectos de los últimos trabajos del Sínodo de los obispos, en el que participan sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos y laicas. En la rueda de prensa también estaban el cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo de México; el cardenal Jean-Marc Aveline, arzobispo de Marsella; y Sor Samuela María Rigón, Superiora General de las Hermanas de la Santa Madre de los Dolores.
Inmutabilidad de la doctrina
Respecto a la relación entre la actualidad del Magisterio y la aportación de los teólogos y el sensum fidelium, (que según el Catecismo de la Iglesia Católica es la apreciación sobrenatural de la fe por parte de todo el pueblo, cuando, desde los obispos hasta el último de los fieles, manifiestan un consentimiento universal en materia de fe y de moral) fue de nuevo el cardenal Schönborn quien explicó que hay que fijarse en San Juan XXIII y en lo que dijo al comienzo del Concilio Vaticano II sobre la inmutabilidad de la doctrina y el modo de presentarla.
"Hay grandes desarrollos a nivel de comprensión, pero también está la inmutabilidad de la fe: no se puede cambiar la doctrina sobre la Trinidad, la Encarnación o la institución de la Eucaristía. Sobre esto se funda un credo que es válido en todo el mundo, y aunque las culturas difieran, la sustancia de la fe no puede cambiarse, aunque haya evolucionado tanto desde la época de los apóstoles", apuntó el cardenal austriaco.
El cardenal dominico Schönborn, miembro del Consejo Ordinario de la Secretaría del Sínodo, desde su experiencia en las asambleas pasadas compartió un recuerdo de 1965, al final del Vaticano II, cuando tenía 20 años y era estudiante de teología. El cardenal escuchó una conferencia de Karl Rahner y la última frase se le quedó grabada en el corazón: "Si de este Concilio no sale un aumento de la fe, la esperanza y la caridad, todo es en vano".
Debilitamiento del catolicismo en Europa
Por otra parte Schönborn se lamentó también del debilitamiento del catolicismo europeo, diciendo que el sur –Iglesias en África, Asia y América Latina– se está convirtiendo en el nuevo centro de la Iglesia.
"Europa ya no es el centro principal de la Iglesia" como vemos a diario en el Sínodo. América Latina, Asia, África y sus conferencias continentales están a la cabeza, mientras que el episcopado europeo no ha logrado tener el potencial desarrollado, por ejemplo, por Fabc y el CELAM. En el viejo continente, admitió, "nos hemos quedado un poco atrás en la sinodalidad vivida. Hace falta un estímulo". Y puso como ejemplo el hecho de que las Conferencias Episcopales europeas nunca han dicho una palabra común sobre el drama de los migrantes.
Por último, el presidente de la Comisión para la Información, Paolo Ruffini, anunció que hoy miércoles 25 de octubre, el Sínodo publicará una "Carta al Pueblo de Dios" y también se dará a conocer un "Documento de Síntesis" del Sínodo el sábado 28 de octubre por la tarde.
