Santoral Romano

¿Qué santo celebra hoy, miércoles 22 de noviembre de 2023? Consulta el santoral

Hoy se celebra la fiesta de Santa Cecilia de Roma, virgen y mártir

Hoy se celebra la fiesta de Santa Cecilia de Roma, virgen y mártir
Hoy se celebra la fiesta de Santa Cecilia de Roma, virgen y mártir

Santoral del 22 de noviembre de 2023

El 22 de noviembre de 2023 se celebran los siguientes santos:

  1. Santa Cecilia de Roma,
  2. San Agapito de Cesárea
  3. San Cirilo de Jerusalén
  4. San Clemente de Roma
  5. San Crispín y San Crispiniano
  6. San Eutiquio de Cícico
  7. Santas Justa y Rufina
  8. San Martín de Tours
  9. San Saturnino de Toulouse
  10. San Víctor de Marsella

Santa Cecilia de Roma,

Virgen y mártir. Nació en Roma en el siglo III. Fue hija de un senador romano y se casó con un joven pagano llamado Valeriano. Cecilia se convirtió al cristianismo y convenció a su marido de que también lo hiciera. Valeriano fue martirizado por su fe, y Cecilia fue condenada a muerte. Se le ofreció la oportunidad de salvar su vida si apostataba de su fe, pero ella se negó. Fue decapitada en el año 222.

La tradición cuenta que Cecilia, joven romana noble, martirizada en el año 230 aproximadamente durante el imperio de Alejandro Severo y el papado de Urbano I. Su culto es antiguo: en efecto, el título de homónima Basílica en Trastevere es anterior al Edicto de Constantino (313) y la fiesta en su memoria se celebraba ya en el año 545.

La fuerza del amor

Para saber de su martirio se puede leer la Passio Sanctae Caeciliae, un texto que tiene más connotaciones legendarias-literarias que históricas. Según cuenta el texto La Passio, Cecilia se casó por conveniencia con el patricio  Valeriano a quien le cuenta el día de la noche de bodas que se ha convertido al cristianismo y que ha hecho un voto de virginidad perpetua.

Valeriano por su cuenta acepta recibir la catequesis y el bautismo de parte del Papa Urbano I. Después se le une su hermano Tiburcio, abrazando también él la fe cristiana. Ambos hermanos fueron arrestados por orden del prefecto Turcio Almachio y luego de ser torturados fueron decapitados junto a Massimo, el oficial que los había conducido a la cárcel y que, en el recorrido, también él se había convertido.

La fe que vence la muerte

Almachio decide seguidamente asesinar también a Cecilia. Una acción nada fácil, considerando la gran popularidad que gozaba la joven cristiana, temía repercusiones por una ejecución pública, así que decide someterla a un juicio sumario y luego orden que se encerrada en su propia casa, encerrándola en en una caldera a altísima temperatura, escenificando una muerte por asfixia. Después de más de 24 horas, los guardias la encontraron milagrosamente viva envuelta en un rocío celestial. Almachio arremete entonces ordenando la decapitación, sin embargo, el verdugo no logra cortarle la cabeza, tras intentarlo con fuerza tres veces. Cecilia muere tras tres días de agonía, dona todos sus bienes a los pobres, su casa a la Iglesia, y aunque si no puede hablar, sigue profesando su fe en Dios uno y trino, con los dedos de sus manos, es así como fue esculpida por Maderno en la célebre estatua custodiada bajo del altar central de la Basílica que lleva su nombre.

El Evangelio en el corazón

Según la Leyenda aurea, la colección medieval de biografías hagiográficas compuesta y escrita en latín por el dominico Jacobo de Varagine, en la hay varios párrafos narrativos de la Passio, se cuenta que fue el Papa Urbano I, con la ayuda de algunos diáconos, quien sepultó el cuerpo de la joven mártir en las catacumbas de san Calixto, en un puesto de honor cerca de la Cripta de los Papas. Luego en el 821, el Papa Pascual I, gran devoto de la Santa, invocada “la virgen Cecilia que llevaba siempre apoyado en su pecho el Evangelio de Cristo”, trasladó las reliquias a la cripta de la Basílica de Santa Cecilia en Trastevere, que fue construida en su honor. En la vigilia del Jubileo del 1600, durante los trabajos de restauración de la Basílica queridos por el cardenal Paolo Emilio Sfrondati, se encontró el sarcófago que contenía el cuerpo de la joven Santa, que estaba en perfecto estado de conservación, envuelto en un vestido de seda y oro.

Música e iconografía

¿Cuál es la relación de Santa Cecilia con la música? Al final de la época Medieval, se encontró un lazo de unión explícito y documentado entre la Santa y la música. En una pieza musical de la Passio, según algunos, y en la antífona del ingreso de la Misa en su fiesta, según otros, en la letra de la pieza musical se lee: “… mientras los órganos sonaban, ella cantaba en su corazón solamente al Señor”. Una interpretación errada del texto que permitió que a partir de mediados del siglo XIV, en varias partes de Europa, la iconografía de la Santa se comenzó a extender enriqueciéndose de elementos musicales.

 

Una obra de arte que representa esta unión de Santa Cecilia con la música es la obra de Rafael titulado: El éxtasis de Santa Cecilia, que realizó para la Iglesia de San Juan en el Monte, en Bolonia, representando a la santa llevando en una mano un órgano portátil y a sus pies varios instrumentos musicales.  Esta obra sella la relación de la mártir romana con la música, que ya se invocaba y celebraba como protectora de los músicos y cantantes. La Academia de la Música fundada en Roma en el 1584, lleva su nombre. 

San Agapito de Cesárea

Mártir cristiano. Nació en Cesárea, Palestina, en el siglo III. Fue obispo de la ciudad y se distinguió por su defensa de la fe cristiana durante la persecución de Diocleciano. Fue arrestado y torturado, pero no renunció a su fe. Finalmente, fue decapitado en el año 306.

San Cirilo de Jerusalén

Obispo y doctor de la Iglesia. Nació en Jerusalén en el año 315. Fue obispo de la ciudad desde el año 350 hasta su muerte en el año 386. Fue un destacado teólogo y escritor cristiano, y su obra tuvo una gran influencia en el desarrollo de la teología cristiana.

San Clemente de Roma

Papa y mártir. Nació en Roma en el siglo I. Fue elegido papa en el año 92 y gobernó la Iglesia durante 13 años. Fue un gran defensor de la unidad de la Iglesia y se enfrentó a los herejes que amenazaban la fe cristiana. Fue martirizado en el año 101.

San Crispín y San Crispiniano

Mártires cristianos. Eran dos hermanos que eran zapateros en Roma. Se convirtieron al cristianismo y fueron arrestados por su fe. Fueron condenados a muerte y decapitados en el año 286.

San Eutiquio de Cícico

Obispo y mártir. Nació en Cícico, Asia Menor, en el siglo III. Fue obispo de la ciudad y se distinguió por su defensa de la fe cristiana durante la persecución de Diocleciano. Fue arrestado y torturado, pero no renunció a su fe. Finalmente, fue decapitado en el año 306.

Santas Justa y Rufina

Mártires cristianas. Eran dos hermanas que vivían en Sevilla, España. Se convirtieron al cristianismo y fueron arrestadas por su fe. Fueron condenadas a muerte y quemadas vivas en el año 286.

San Martín de Tours

Obispo y mártir. Nació en Sabaria, Panonia, en el año 316. Fue un soldado romano que se convirtió al cristianismo. Renunció a su carrera militar y se dedicó a la vida religiosa. Fue obispo de Tours desde el año 371 hasta su muerte en el año 397. Es uno de los santos más venerados de la Iglesia Católica.

San Saturnino de Toulouse

Obispo y mártir. Nació en Tolosa, Francia, en el siglo III. Fue obispo de la ciudad y se distinguió por su defensa de la fe cristiana durante la persecución de Diocleciano. Fue arrestado y torturado, pero no renunció a su fe. Finalmente, fue decapitado en el año 306.

San Víctor de Marsella

Obispo y mártir. Nació en Marsella, Francia, en el siglo III. Fue obispo de la ciudad y se distinguió por su defensa de la fe cristiana durante la persecución de Diocleciano. Fue arrestado y torturado, pero no renunció a su fe. Finalmente, fue decapitado en el año 306.

Video del día

Milei arremete contra Sánchez: "Aún cuando tenga la mujer
corrupta, se ensucia y se tome cinco días para pensarlo"
Comentarios