Guerra en Ucrania. Por primera vez un enviado del Papa se reúne con un miembro del Gobierno chino en Pekín en misión de paz
En el encuentro histórico entre el cardenal italiano Zuppi y Li Hui se han abordado dos puntos esenciales: unir esfuerzos por la paz y garantizar la exportación de cereales
- Empeño personal del Papa Francisco
- Se abordó el problema de la seguridad alimentaria
- Li Hui fue embajador de China en Moscú
- El papel de China en la guerra de Ucrania
- Esperanza en el jefe de la Iglesia greco-católica
- Esta misión de paz abre otros caminos
- La paz justa, un don de Dios
Más allá de la importancia del encuentro para los objetivos de la misión de paz, la reunión del enviado especial de Papa a China, el cardenal Matteo Maria Zuppi, arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, con el representante especial para asuntos euroasiáticos, Li Hui en Beijing (Pekín) es histórica.
Se trata del primer encuentro entre un enviado del Papa y un miembro del gobierno chino en la capital de China, como así lo resalta el periódico católico italiano Avvenire.
Antes de esta reunión, se había producido otro encuentro entre el "ministro de Asuntos Exteriores" vaticano, monseñor Paul Richard Gallagher, y su homólogo chino, Wang Yi, pero tuvo lugar en Munich en 2020 en un contexto multilateral.
Empeño personal del Papa Francisco
Un empeño personalísimo del Papa Francisco "para apoyar las iniciativas humanitarias y la búsqueda de caminos que puedan conducir a una paz justa" en relación a la guerra en Ucrania.
Así, tras los viajes a Kiev, Moscú y Washington, el cardenal Zuppi ha viajado a Pekín del 13 al 15 de septiembre, en esa misión encomendada por el Papa que ha rebautizado como una "ofensiva de paz" para "aliviar las tensiones" en la atormentada Ucrania.
El presidente de la Conferencia Episcopal italiana, acompañado por un oficial de la Secretaría de Estado, como enviado del Santo Padre se ha reunido con Li Hui en el Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Popular China, afirma el comunicado de la Santa Sede.
Se abordó el problema de la seguridad alimentaria
Como es costumbre, la nota del Vaticano es escueta: "La conversación, que se desarrolló en un ambiente abierto y cordial, estuvo dedicada a la guerra en Ucrania y sus dramáticas consecuencias, haciendo hincapié en la necesidad de aunar esfuerzos para fomentar el diálogo y encontrar vías que conduzcan a la paz".
La nota precisa que también se abordó "el problema de la seguridad alimentaria, con la esperanza de que pronto puedan garantizarse las exportaciones de cereales, especialmente para los países más amenazados".
Por lo tanto, los dos puntos importantes entre el Vaticano y el gobierno chino han sido: unir esfuerzos por la paz y garantizar la exportación de trigo, para evitar problemas a las poblaciones más pobres.
Li Hui fue embajador de China en Moscú
En los meses previos, Zuppi se ha centrado principalmente en el diálogo y ha tenido conversaciones con representantes políticos y eclesiásticos de los países en el centro del conflicto de Ucrania desde febrero de 2022. Viajó a Kyiv el 5 y 6 de junio, a Moscú el 28 y 29 de junio y a Washington del 17 al 19 de julio.
Li Hui, representante especial para los asuntos euroasiáticos es en la práctica el hombre que en el seno del equipo de gobierno chino se ocupa especialmente de Ucrania. Al fin y al cabo, fue embajador de China en Moscú durante una década hasta 2019 y también tiene experiencia diplomática en la Unión Soviética. Se le considera rusófilo y se encuentra entre los pocos extranjeros a los que Vladimir Putin ha concedido la prestigiosa medalla de la amistad.
El papel de China en la guerra de Ucrania
De este encuentro cabe esperar el fortalecimiento de las relaciones bilaterales y tal vez eliminar algunos prejuicios de la parte china hacia la Santa Sede y los católicos en general (el propio Papa, al regresar de Mongolia, dijo que "debemos avanzar en el aspecto religioso para entendernos más y que los ciudadanos chinos no piensen que la Iglesia no acepta su cultura y sus valores y que la Iglesia depende de otra potencia extranjera", señala Avvenire.
Pero lo que fundamentalmente es más anhelado es el papel que puede ejercer China en Moscú. Desde que las fuerzas rusas invadieron Ucrania en febrero de 2022, Beijing ha reivindicado una especie de "neutralidad" al respecto, absteniéndose de condenar a Moscú y proporcionando cobertura diplomática, empezando por las votaciones de la ONU.
Pero la posición oficial del Dragón, contenida también en el documento de 12 puntos sobre la crisis lanzado el pasado mes de febrero, es alcanzar un alto el fuego y una solución política a la crisis. De hecho, la continuación de la guerra no conviene a China a nivel económico y esto podría llevar, también gracias a esta reunión, a ejercer nuevas presiones sobre Putin.
Esperanza en el jefe de la Iglesia greco-católica
Por su parte, Sviatoslav Shevchuk, jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, manifestó ayer en una rueda de prensa en Roma tras finalizar el sínodo de su Iglesia que "Zuppi en Beijing es muy importante porque China es un actor geopolítico importante que siempre ha declarado su voluntad de colaborar por la paz", informa la agencia religiosa italiana SIR.
“Es una señal clara de que el Papa no se resigna a la guerra”, apuntó el arzobispo mayor de los greco-católicos ucranianos. “La Santa Sede y el Santo Padre no son indiferentes a lo que sucede en nuestro país y buscan todas las posibilidades para poner fin a esta guerra sin sentido y deicida”.
Esta misión de paz abre otros caminos
Para Shevchuk esta misión del Card. Zuppi abre otros caminos y recordó que su visita a Ucrania fue verdaderamente importante. "Todo lo que pusimos en sus manos lo llevó a Moscú: la cuestión de los niños, pero también la lista de tantos civiles ucranianos secuestrados, torturados y desaparecidos debido a la agresión rusa".
Para él, la misión a Moscú, la conversación con el presidente estadounidense Biden y ahora en Beijing "son todos signos de esperanza".
La paz justa, un don de Dios
A varias preguntas sobre qué es la "paz justa" para Ucrania, Su Beatitud respondió que la palabra paz a menudo está "mutilada". “Puede tener muchos significados, pero para los ucranianos significa supervivencia. Si una paz no colabora en la supervivencia de un pueblo, esa paz no es verdadera. Si esta paz no dura, significa que es una tregua". La paz no es una “rendición incondicional”.
Y concluyó: "La paz no es un cálculo humano, no es una tregua ni un acuerdo diplomático. La paz es un don de Dios, esa paz que Jesús nos da como soplo del Resucitado, como armonía donde nadie sobra, donde todos tienen derecho a existir. Invocamos esta paz todos los días".
