Omella ha formado a tres religiosas para oficiar exequias, que es distinto a celebrar misa funeral

Estas tres religiosas acompañarán a los familiares con afecto y oraciones por el difunto,  pero como indica la instrucción de los obispos "las exequias de un cristiano son incompletas sin la celebración de la Eucaristía"

De izquierda a derecha, Hna. Conchi García, Rafael Soler, Rafael Cervera, Hna. María Claustro Solé, Pedro Campillo, Hna. Ana María Díaz y José Luis Costa, durante la ceremonia de envío de los nuevos agentes pastorales, celebrada el 19 de febrero en el Palau Episcopal de Barcelona. Foto: Agustí Codinach. Catalunya Cristiana.
Omella ha formado a tres religiosas para oficiar exequias, que es distinto a celebrar misa funeral. Foto: Agustí Codinach. Catalunya Cristiana.
  1. Qué significa oficiar exequias 
  2. La instrucción de los obispos "Un Dios de vivos" 
  3. 33 personas que pueden oficiar exequiales 
  4. Clima de reflexión y oración 
  5. "Misioneros de la misericordia" 
  6. "El centro de las exequias es Cristo Resucitado"  
De izquierda a derecha, Hna. Conchi García, Rafael Soler, Rafael Cervera, Hna. María Claustro Solé, Pedro Campillo, Hna. Ana María Díaz y José Luis Costa, durante la ceremonia de envío de los nuevos agentes pastorales, celebrada el 19 de febrero en el Palau Episcopal de Barcelona. Foto: Agustí Codinach. Catalunya Cristiana.
De izquierda a derecha, Hna. Conchi García, Rafael Soler, Rafael Cervera, Hna. María Claustro Solé, Pedro Campillo, Hna. Ana María Díaz y José Luis Costa, durante la ceremonia de envío de los nuevos agentes pastorales, celebrada el 19 de febrero en el Palau Episcopal de Barcelona. Foto: Agustí Codinach. Catalunya Cristiana.

La sociedad actual carece, en gran medida, de formación religiosa; incluso muchos católicos practicantes pueden confundir ciertos términos. Por eso, la última noticia publicada por el arzobispado de Barcelona puede dar lugar a malentendidos. El titular de la nota en su web dice así: "El Arzobispo de Barcelona ha formado tres religiosas para oficiar exequias". 

Esto no quiere decir que el arzobispo de Barcelona, cardenal Juan José Omella, haya autorizado por primera vez que tres mujeres puedan celebrar misa de exequias. No. Las ha autorizado "para ejercer como agentes pastorales en el servicio religioso en Tanatorios de la Archidiócesis de Barcelona". 

Qué significa oficiar exequias 

Es decir, oficiar exequias significa acompañar a los familiares del difunto en la sala velatoria en su dolor, y antes y durante el entierro, mediante el afecto, con oraciones, lecturas o el rezo del rosario (incluso con algunas bendiciones) que es distinto a oficiar la misa de exequias que se celebra en el tanatorio, o la misa funeral que se ofrece por el difunto unos días después a su fallecimiento. 

Uno de los pocos diarios que explican esta diferencia ha sido "El Periódico": "Las exequias son ceremonias católicas que se llevan a cabo antes de los entierros y en las que los cristianos despiden al difunto y lo encomiendan a Dios, algo que no debe confundirse con una misa, que todavía a día de hoy solo puede oficiar un sacerdote hombre". 

La instrucción de los obispos "Un Dios de vivos" 

En noviembre de 2020, la Conferencia Episcopal publicó la instrucción pastoral "Un Dios de vivos" sobre la fe en la resurrección, la esperanza cristiana ante la muerte y la celebración de las exequias. 

En el punto IV (Celebrar las exequias cristianas) señala que, aunque las oraciones y el acompañamiento a los familiares son dos hechos muy valiosos, "los familiares y los fieles presentes en este momento de oración y de escucha de la Palabra de Dios deben ser invitados a participar en una celebración de la santa Misa en sufragio del difunto. Las exequias de un cristiano son, en cierto modo, incompletas sin la celebración de la Eucaristía, en la que la oscuridad de la muerte es vencida por la luz de Cristo Resucitado que se hace realmente presente en ella. Si, ante la imposibilidad real de que oficie los ritos exequiales un sacerdote o ministro ordenado o instituido, como un diácono o un acólito, es un laico quien dirige las oraciones exequiales, ha de ser una persona conocida por su compromiso eclesial en la comunidad y que actúe en nombre de la Iglesia con nombramiento del Obispo". 

En las exequias funerarias católicas, por lo tanto, la familia del fallecido debe recibir consuelo humano y espiritual, con oraciones que hablen de la vida eterna y de la resurrección.

Clima de reflexión y oración 

Como dice la web argentina Curas.com "el velatorio de una persona recién fallecida, es un momento en que sus familiares y amigos experimentan hondo dolor y con frecuencia se encuentran con su propia realidad y el sentido último de la vida. Ante el misterio de la muerte humana, los Evangelios atestiguan que nuestro Señor Jesucristo se conmovió y no ahorró sentimientos sinceros de dolor; al mismo tiempo Jesús encamó el consuelo y él amor del Padre Dios, anticipando la liberación de las ataduras de la muerte que consumarí­a con su propia muerte y resurrección. Por lo tanto, el momento del velatorio de una persona es propicio para el anuncio evangelizador siempre en el marco del respeto por el dolor de los presentes". 

Esta celebración puede ser presidida por un sacerdote, un diácono o guiada por un laico designado por la autoridad eclesiástica. Y ahora, por tres religiosas en Barcelona. 

 

Dice Curas.com que el ministro que preside o guí­a la oración en este momento debe generar un clima de reflexión y oración, sin apuros, eligiendo para ello los mejores textos que se ofrecen a continuación (en la web indican algunas lecturas, salmos, peticiones y oraciones) según las circunstancias.

La celebración puede ordenarse de la siguiente manera: Monición introductoria;  Salmo o canto apropiado, Oración por el difunto y sus familiares, Lectura de la Palabra de Dios, Homilí­a o breve reflexión sobre la Palabra de Dios, Oración de los fi­eles, Padrenuestro, Ritos conclusivos.

La web "Corazón de Paul" también explica cómo deben ser la celebración de las exequias en ausencia de un ministro ordenado: recibimiento del difunto con oraciones, liturgia de la palabra, oración de los fieles, rito de conclusión y despedida y procesión final. 

33 personas que pueden oficiar exequiales 

Por lo tanto, estas son las oraciones y el acompañamiento que podrán llevar a cabo a partir de ahora estas tres religiosas, junto con otras 30 personas con las que cuenta el arzobispado de Barcelona, que pueden oficiar las ceremonias exequiales, así como atender pastoralmente a los cristianos que acuden a los tanatorios de la diócesis para despedir a sus familiares y seres queridos. De estas 33 personas, 16 son presbíteros, 7 son diáconos, 3 son religiosas y 7 son laicos.

"Misioneros de la misericordia" 

La teóloga y religiosa de la Compañía de Maria María Claustre Solé es una de los siete nuevos agentes de pastoral que han sido formados y enviados en el servicio religioso a tanatorios de la archidiócesis de Barcelona. Las otras dos son Conchi García, religiosa de las Dominicas de la Presentación y Ana María Díaz, religiosa de las Carmelitas Misioneras.

En una entrevista a Catalunya Cristiana, María Claustre Solé explica cómo realiza estas exequias:  "Lo primero que hacemos es una entrevista con la familia. Es muy importante ser empáticos para, a partir de ahí, poder acompañar a unas personas que lo están pasando muy mal. En la celebración de envío, el obispo Javier Vilanova citó una frase del papa Francisco: “Deben ser misioneros de la misericordia.”

La religiosa prosigue que es la relación personal y la capacidad de comunicación y de acompañamiento lo que prepara y predispone para la celebración. "Si ha habido buena comunicación, es fácil. La gente no puede ser meramente espectadora, debe ser participante, aunque sea con el silencio. Cuando la celebración de la despedida se puede realizar a medida es más fácil porque cada persona y cada situación son diferentes. Es importante crear un ambiente en el que se pueda participar. Una celebración hecha a medida permite vivir la despedida a una persona querida con paz, serenidad y confianza". 

"El centro de las exequias es Cristo Resucitado"

Afirma además que en la entrevista a la familia "procuro empatizar, sintonizar y que la celebración sea un acto de fe en la vida. Los agentes de pastoral en el ministerio exequial debemos ser personas profundamente creyentes y esperanzadas y con mucho amor a la vida, tanto en lo que se refiere a ésta como a la otra. Sólo desde aquí podemos decir con convencimiento de que estamos hechos para la vida y que la vida eterna comienza ya aquí. Por tanto, yo intento que la vida acompañe la celebración del inicio hasta el final, tanto con las lecturas como con las oraciones, tomar conciencia de que tenemos una vida, que no es sólo la que acaba, que aquí estamos haciendo todo un aprendizaje. Vamos muriendo pero estamos entrenándonos para la vida, y estamos llamados a la vida". 

Pero como dice la instrucción de la Conferencia Episcopal "Un Dios de vivos" "el centro de las exequias cristianas es Cristo Resucitado y no la persona del difunto". 

 

 

 

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