¿Puede un católico guardar las cenizas de su difunto en casa?

Jardín de los recuerdos del Cementerio de la Almudena (Madrid) donde se dan sepultura a las cenizas.
Jardín de los recuerdos del Cementerio de la Almudena (Madrid) donde se dan sepultura a las cenizas.

Es muy interesante que continúen haciéndose públicas las preguntas que los obispos, mayoritariamente, le plantean al prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el cardenal Víctor Manuel Fernández. Pero esta vez, tengo que reconocer, que no me han quedado claras sus respuestas. 

En esta ocasión, la duda parte del cardenal Matteo Maria Zuppi, arzobispo de Bolonia, que dirigió al Dicasterio para la Doctrina de la Fe dos preguntas relativas a la conservación de las cenizas de los difuntos cremados. (Se puede ver en este enlace). 

Las dos preguntas son las siguientes: 

1. Teniendo en cuenta la prohibición canónica de dispersar las cenizas de un difunto - de manera similar a lo que ocurre en los osarios, donde se depositan y conservan acumulativamente los restos mineralizados del difunto - ?es posible preparar un lugar sagrado, definido y permanente para la acumulación mixta y conservación de las cenizas de los difuntos bautizados, indicando los datos personales de cada uno para no dispersar la memoria nominal? 

2. ¿Se puede permitir que una familia guarde parte de las cenizas de un miembro de la familia en un lugar significativo para la historia del fallecido?

Después de dar una serie de argumentos doctrinales sobre lo que dice nuestra fe respecto a la resurrección de los cuerpos, el cardenal Fernández responde: 

A) Por las razones expuestas anteriormente, es posible preparar un lugar sagrado, definido y permanente para la acumulación y conservación mixta de las cenizas de los difuntos bautizados, indicando los datos personales de cada uno para no dispersar la memoria nominal.

B) Además, siempre que se excluya cualquier tipo de malentendido panteísta, naturalista o nihilista y que las cenizas del difunto se conserven en un lugar sagrado, la autoridad eclesiástica, respetando las normas civiles vigentes, puede tomar en consideración y evaluar la solicitud por una familia para preservar debidamente una pequeña parte de las cenizas de su familiar en un lugar significativo para la historia del difunto.

Se entiende por lugar sagrado el cementerio, pero ¿qué se entiende por lugar significativo para la historia del difunto? Algunos medios aseguran que el Vaticano, con estas respuestas, avaladas por el Papa, da vía libre para guardar una pequeña parte de las cenizas en casa. Y dice una pequeña parte de las cenizas. ¿No se pueden todas las cenizas del difunto? Las respuestas no lo aclaran del todo. 

 

La pregunta directa debería haber sido: ¿puede un católico guardar las cenizas de su difunto en casa? Y quizás las respuesta debería ser: siempre que se evite "cualquier tipo de malentendido panteísta, naturalista o nihilista" "la autoridad eclesiástica podría tomar en consideración y evaluar la solicitud por una familia para preservar debidamente una pequeña parte de las cenizas de su familiar en un lugar significativo para la historia del difunto, como puede ser el hogar en el que ha vivido".

Y ¿si te mudas de piso, puedes llevarte las cenizas contigo a otra casa donde no ha vivido el difundo? Surgen otras muchas dudas. 

En 2016, la Santa Sede presentó la Instrucción de la Congregación para la Doctrina de la Fe Ad resurgendum cum Christo, acerca de la sepultura de los difuntos y la conservación de las cenizas en caso de cremación. La Iglesia recuerda con este documento que “sigue prefiriendo la sepultura de los cuerpos, porque con ella se demuestra un mayor aprecio por los difuntos; sin embargo, la cremación no está prohibida, “a no ser que haya sido elegida por razones contrarias a la doctrina cristiana”. 

En fin, si uno de mis familiares prefiere la incineración al entierro, lo respetaré, pero optaré por guardar sus cenizas en un lugar sagrado, como es en una urna dentro de un columbario en el cementerio. Pero es solo mi opinión. 

Zenón de Elea. 

 

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