Caso Rupnik. Las víctimas se escandalizan y los analistas se preguntan si el Papa está protegiendo al jesuita expulsado por abuso sexual

En una carta dirigida a Francisco, las víctimas se lamentan de que el Santo Padre haya recibido a una defensora de Rupnik, y a ellas no

Marko Ivan Rupnik junto al Papa Francisco. Vaticano
Caso Rupnik. Las víctimas se escandalizan y los analistas se preguntan si el Papa está protegiendo al jesuita expulsado por abuso sexual.
  1. Escándalo tras el último informe del Vicariato de Roma 
  2. El legado del Papa podría estar en peligro 
  3. Preguntas sin respuestas 
  4. La carta de las víctimas 
  5. La audiencia del papa con la directora del Centro Aletti 
  6. "Procedimientos gravemente anómalos"
  7. Excomunión derogada 
  8. El arte de Rupnik, "espantoso" 
Marko Ivan Rupnik junto al Papa Francisco. Vaticano
Marko Ivan Rupnik junto al Papa Francisco. Vaticano

Es una de las pocas veces que, tanto los medios de información religiosa calificados como progresistas, como los llamados conservadores (las etiquetas no son acertadas, pero en este caso es necesario este distintivo) se ponen de acuerdo, y esta vez, en contra de un dictamen del Vaticano. 

Escándalo tras el último informe del Vicariato de Roma 

Se trata del caso Marko Rupnik, el ex jesuita-sacerdote-artista de mosaicos, esloveno, que fue expulsado recientemente de la Compañía de Jesús después de acusaciones de décadas de abuso sexual contra religiosas, incluso algunos actos especialmente blasfemos de abuso sexual. Todavía continúa siendo sacerdote y sus obras se siguen utilizando en muchas imágenes de la Santa Sede. 

Tanto las víctimas como diversos analistas de información religiosa se han echado las manos a la cabeza con el último dictamen de la semana pasada del vicariato de Roma, cuyo vicario general es el cardenal Angelo De Donatis, la diócesis a la que pertenece el Papa. 

Su declaración parecía exonerar a Rupnik y cuestionar su excomunión, además de elogiar el centro Aletti donde había trabajado Rupnik. 

El legado del Papa podría estar en peligro 

El editor de La Croix International, Robert Mickens, se pregunta: "¿Está el Papa Francisco protegiendo a Marko Rupnik? El legado del Papa podría estar en peligro". Y analiza la forma en que Francisco ha manejado el caso Rupnik. 

Pues bien, la investigación del cardenal Angelo de Donatis, confiada al sacerdote Giacomo Incitti, profesor de Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Urbaniana de Roma, concluía de la siguiente manera:

"Se desprende claramente que dentro del Centro Aletti existe una existe una vida comunitaria sana y libre de problemas críticos particulares. El visitante pudo comprobar que los miembros del Centro Aletti, aunque entristecidos por las acusaciones y la forma en que fueron manejadas, optaron por guardar silencio – a pesar de la vehemencia de los medios de comunicación – para guardar sus corazones y no pretender ninguna irreprochabilidad. con el que actuar como jueces de los demás. Todo el asunto, a juicio del visitante, ha ayudado a las personas que viven la experiencia del Centro Aletti a reforzar su confianza en el Señor, en la conciencia de que el don de la vida en Dios se hace espacio también en las pruebas". 

Preguntas sin respuestas 

Mickens, en La Croix recuerda que la Compañía de Jesús expulsó al esloveno de 68 años de la orden religiosa a principios de este año después de que se negara a seguir las restricciones (penas por los abusos) que sus superiores le impusieron a él, a su trabajo artístico y a su ministerio.

"Los comentarios que Francisco ha hecho sobre el caso de Rupnik y las acciones que el Papa ha tomado (o no) al respecto han dejado una serie de preguntas sin respuesta. Ha habido una inquietante falta de transparencia a lo largo de todo el caso y el mayor responsable de ello es el propio Papa. Pero los acontecimientos recientes relacionados con Rupnik –y que involucran directamente a Francisco– son incluso más inquietantes que cualquier cosa que haya surgido hasta ahora", insiste el editor de La Croix. 

 

Y se atreve a decir que "la evidencia sugiere que el Papa ha estado protegiendo a su ex cohermano. O al menos que no cree en las acusaciones que las mujeres han hecho contra Rupnik". 

La carta de las víctimas 

Después del comunicado del Vicariato de Roma, algunas víctimas de los abusos de Rupnik han escrito una carta dirigida al Santo Padre Papa Francisco, al cardenal vicario De Donatis, al cardenal Matteo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y al Cardenal João Braz de Aviz. 

Por su interés, reproducimos íntegra la carta

"Los hechos y comunicados de prensa ocurridos en los últimos días; la audiencia privada, luego hecha pública a través de imágenes difundidas en internet, concedida por el Papa a María Campatelli, ex religiosa de la Comunidad de Loyola y actual presidenta del Centro Aletti; y el comunicado difundido hoy con el informe final de la visita canónica realizada a la comunidad del Centro Aletti nos dejan sin palabras, sin voz para gritar nuestro desconcierto, nuestro escándalo.

En estos dos acontecimientos no aleatorios, incluso en su sucesión en el tiempo, reconocemos que a la Iglesia no le importan las víctimas ni los que buscan justicia; y que la “tolerancia cero ante los abusos en la Iglesia” era sólo una campaña publicitaria, a la que siguieron acciones a menudo ocultas, que en cambio apoyaban y encubrían a los perpetradores de los abusos.

Nos hacen pensar que la retórica que vimos en el escenario de Lisboa durante los pasados ​​julio y agosto es una palabra vacía (“¡Todos, todos, todos son bienvenidos en la Iglesia!”), porque al final no hay lugar en esta Iglesia para aquellos recuerdan verdades incómodas.

No tenemos otras palabras, porque hemos expuesto todo el sufrimiento de las víctimas como una herida abierta, y ciertamente repugnante… Y las víctimas fueron entonces censuradas por no haber sido discretas, sino por haber expuesto algo repugnante: su dolor, la manipulación de quienes las hacían circular en nombre de Cristo, del amor espiritual, de la Trinidad. Expusieron su dolor porque la manipulación y el abuso habían herido para siempre su dignidad.

Lo único que han recibido y siguen recibiendo es silencio. Sobre todo, las víctimas del abuso de poder de Ivanka Hosta -mano derecha de Rupnik en la Comunidad de Loyola-(que durante treinta años encubrió las atrocidades de Rupnik y redujo a esclavitud espiritual a quienes se oponían a sus planes de venganza) esperan desde hace más de un año una respuesta maternal, clara y definitiva. Pero sólo recibieron silencio. Y con este informe publicado hoy, que exime a Rupnik de toda responsabilidad, ridiculiza el dolor de las víctimas, pero también el de toda la Iglesia, herida de muerte por tan ostentosa arrogancia.

Aquella conversación concedida por el Papa a Campatelli, en un ambiente tan familiar, fue una bofetada en la cara a las víctimas (éstas y todas las víctimas de abusos); un encuentro que el Papa les negó. Ni siquiera respondió a cuatro cartas de tantas religiosas y ex religiosas de la Comunidad de Loyola que se las hicieron llegar en forma directa en julio de 2021. Las víctimas quedan en el grito sin voz de un nuevo abuso". 

La audiencia del papa con la directora del Centro Aletti 

Que el Papa haya concedido una audiencia privada el 15 de septiembre a María Campatelli, una teóloga que dirige el Centro Aletti y fiel defensora de Rupnik (lea su carta en defensa del jesuita), y no haya recibido a las víctimas, es un escándalo para muchos analistas de información religiosa, para las víctimas y para muchos católicos "Suponiendo que el Papa Francisco las haya escuchado, sólo se puede concluir que no debe creerlas", dice el editor de La Croix. 

"¿Qué tiene de inquietante que el Papa se reúna con Campatelli? - se pregunta el editor de La Croix- Ella ha defendido firmemente a Rupnik contra los cargos de abuso desde el principio y ha acusado a sus ex superiores jesuitas y a periodistas de preparar una campaña mediática para desacreditarlo". 

"Procedimientos gravemente anómalos"

"¿Qué tipo de mensaje quería enviar Francisco al ordenar a Vatican Media –como lo hizo– publicar fotos de él sentado con Campatelli en el estudio donde mantiene reuniones oficiales con los principales líderes políticos y de la Iglesia?", insiste Robert Mickens. 

Mickens continúa: "Sorprendentemente, sólo tres días después de esta reunión, la Diócesis de Roma – es decir, la diócesis del Papa – emitió una declaración que básicamente absolvió a Rupnik de las acusaciones de abuso. Reveló que el Vicariato de Roma llevó a cabo una investigación de seis meses sobre Rupnik y el Centro Alleti. Esta era la primera vez que alguien, excepto unas pocas personas, había oído hablar de una investigación de este tipo. El comunicado del 18 de septiembre acusó a la Compañía de Jesús y al Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) de realizar "procedimientos gravemente anómalos" en el trato con el sacerdote esloveno".

Excomunión derogada 

Se da la circunstancia de que además, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, había determinado que el sacerdote había incurrido en excomunión automática por dar la absolución sacramental a una mujer con la que había tenido relaciones sexuales. Sólo el Romano Pontífice o alguien a él delegado puede retirar la excomunión por un "delito" tan grave, explica Mickens. La ex comunión fue derogada en apenas un mes. 

Sin embargo, el Papa Francisco ha negado haber ordenado el levantamiento de la pena o haber estado involucrado de manera significativa en la investigación de Doctrina de la Fe con Rupnik. El comunicado del Vicariato de Roma dijo que su propia investigación "generaba dudas bien fundadas incluso sobre la propia solicitud de excomunión". Dijo que el cardenal Angelo De Donatis, vicario papal para Roma, envió el informe de la investigación a "las autoridades competentes". 

El arte de Rupnik, "espantoso" 

"¿Qué significa esto? El vicariato lleva a cabo su ministerio y deberes administrativos en nombre del Papa. ¿Debemos creer que el cardenal vicario o cualquiera de sus ayudantes emprenderían iniciativas tan sensibles y potencialmente explosivas sin la autorización del Romano Pontífice, especialmente porque Francisco recientemente fortaleció la participación directa del Papa en todas las decisiones importantes del Vicariato?", se pregunta el editor de La Croix. 

Por último, varios círculos católicos sostienen que el arte de Rupnik "es espantoso y que el abuso fue fundamental para su creación; cada obra que realizó debería ser destruida físicamente y prohibido su uso en libros, boletines parroquiales y eventos del Sínodo.

La teóloga María Campatelli se reúne con el Papa Francisco. | Crédito: Vatican Media
La teóloga María Campatelli se reúne con el Papa Francisco. | Crédito: Vatican Media

 

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