El mapa de las sectas cristianas en España
Luis Santamaría del Río, uno de los mayores expertos en sectas en España, analiza estos grupos en 'A las afueras de la cruz'
- Qué se entiende por secta
- Se apartan de la religión cristiana
- Mapa actual de las sectas
- Conocer la existencia de esos grupos
- Recabar subvenciones
- Un ejemplo
De lo que no tengo dudas es de que Luis Santamaría del Río ( Zamora, 1982) es el máximo experto español en sectas. Lo avala con sus frecuentes intervenciones en foros académicos y mediáticos. Muestra de ese actualizado conocimiento es este libro que sintetiza gran parte de sus publicaciones últimas en revistas científicas y especializadas.
Qué se entiende por secta
Lo primero que hay que aclarar, tal y como hace nuestro autor en las primeras páginas, es qué se entiende por secta. Una cuestión desde el punto de vista de la teología, de la sociología de la religión, incluso del derecho, no siempre fácil.
Recurre en primer instancia a un argumento de autoridad, del que me he alegrado. Es la definición de secta que ofreciera, en su famoso Diccionario de las sectas, el recordado don Manuel Guerra.
Dice así: “Una secta es la clave existencial, teórica y práctica de los que pertenecen a un grupo autónomo, no cristiano, fanáticamente proselitista, exaltador del esfuerzo personal y expectante de un cambio maravilloso, ya colectivo –de la humanidad- ya individual o del hombre en una especie de superhombre”. Una definición que sintetiza muchos elementos comunes, en acto y en potencia, de lo que es y hace una secta.
Se apartan de la religión cristiana
Un autor evangélico, experto en sectas, Ron Rhodes, las define, dentro del cristianismo, “teológicamente hablando”, como “un grupo religioso que se deriva de una religión madre (como el cristianismo), pero que de hecho se aparta de esa religión madre al negar (ya sea explícitamente o implícitamente) una o más de las doctrinas esenciales de esa religión”.
No debemos olvidar que, en 1961, el Consejo Mundial de las Iglesias determinó que los criterios para que un movimiento religioso pudiera formar parte de ese Consejo eran la profesión de fe en el Dios trinitario y en la divinidad de Jesucristo y el bautismo como medio de incorporación a él.
Mapa actual de las sectas
Luis Santamaría nos ofrece en este libro, por tanto, un mapa actual de las sectas de origen cristiano en España.
Un fenómeno que pudiera considerarse como minoritario pero que está más presente en nuestra geografía de lo que pensamos. Con la complicación añadida de que la información de las sectas no es habitualmente accesible a aquellos que no son miembros. En este sentido, tanto Internet como las redes sociales permiten descubrir datos y hechos.
Siguiendo a Massimo Introvigne y Pierluigi Zoccatelli, establece las siguientes categorías para ordenar esa realidad sectaria: grupos de origen católico, grupos de origen protestante, grupos de la familia adventista, grupos metafísicos y de sanación, grupos restauracionistas y grupos proféticos y mesiánicos.
Conocer la existencia de esos grupos
No es el lugar aquí de reproducir ni el nombre o denominación de estos grupos, ni la ficha de quienes ejercen liderazgos o ministerios en las sectas, ni de sus contenidos principales de creencias. Las sectas utilizan contenidos de la fe común ortodoxa, los alteran, los cambian, la apariencia de lo ortodoxo y lo doctrinal como medio de captación.
Sólo apuntar que este libro es muy útil. Tendría que formar parte de la biblioteca de cualquier párroco, entre otras razones para conocer la existencia de esos grupos que, en no pocas ocasiones se presentan como parte de la Iglesia, o Iglesias en comunión con la católica, la protestante, la adventista, o de otras denominaciones, y no lo son.
Recabar subvenciones
Llama poderosamente la atención el perfil de quienes ejercen liderazgos o funciones, no pocos de ellos de procedencia católica, seminaristas, exsacerdotes, y su constante tráfico entre unas confesiones y otras.
También es llamativo el hecho de que no pocas de estas sectas estén registradas, de una manera u otra, en un registro civil de, por ejemplo, asociaciones, fundaciones, ong´s o incluso en el de entidades religiosas del ministerio de Justicia. Entre otras razones para recabar subvenciones.
Un ejemplo
Para que veamos lo alucinante de este mundo, que tiene seguidores, quizá adeptos, dejo constancia de un ejemplo que me ha llamado la atención. No se trata de si son muchos o pocos los miembros de estos grupos, sino la existencia en sí misma.
La secta “Pía Unión de San Pablo Apóstol”, según nuestro autor, fundada en 2005 por Pablo de Rojas Sánchez Franco, que profesa el sedevacantismo, “para su regulación interna, en la Pía Unión “seguimos los estatutos dados por Mons. Escrivá de Balaguer a la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz y al Opus Dei”, obviamente en su versión inicial, de 1928, previa al Concilio Vaticano II. A imagen de la prelatura personal, este grupo dice tener numerarios, agregados y sacerdotes, así como disponer de oratorios, círculos de formación y clubes juveniles”.
Alucinante.
A las afueras de la cruz
Luis Santamaría del Río
BAC
