Contreras, árbitro de la libertad de expresión
El director general de asuntos religiosos del gobierno, José María Contreras, ha aconsejado a la Iglesia “velar más por el ámbito moral de sus fieles, y menos por el ámbito político”. Aparte de que la política tiene repercusiones humanas, morales y sociales, no parece lógico que Contreras se atreva a decir a la Iglesia lo que debe hacer o decir. ¿Por qué se erige en árbitro de la libertad de expresión? Además, la Iglesia católica es la confesión mayoritaria en España. Si Contreras es director de asuntos religiosos, debería ser respetuoso con la institución religiosa que acoge a más españoles.
Zenón de Elea