Papa a la COP28: "La devastación de la creación es una ofensa a Dios"

Por recomendación médica, Francisco canceló su viaje a la cumbre del clima en Dubái. Su discurso fue pronunciado por el cardenal Pietro Parolin

Papa Francisco (Vatican Media).
Papa a la COP28: "La devastación de la creación es una ofensa a Dios".
  1. Destruir la creación es un pecado 
  2. Ambición por producir y poseer
  3. Recursos malgastados en armamentos 
  4. Laudate Deum 
En la última semana, el Papa Francisco ha reducido su agenda para recuperarse de la inflamación pulmonar que lo aqueja. (Vatican Media)
En la última semana, el Papa Francisco ha reducido su agenda para recuperarse de la inflamación pulmonar que lo aqueja. (Vatican Media)

Por recomendación médica, (aunque se recupera de su inflamación pulmonar) el Papa Francisco no ha podido asistir finalmente a la COP28, que se celebra del jueves 30 de noviembre al martes 12 de diciembre en Dubái (Emiratos Árabes Unidos). Hubiera sido el primer Papa en asistir a una cumbre del clima que este año celebra su 28 edición. La COP28 acoge a 97.000 personas. 

Destruir la creación es un pecado 

En el segundo día de la cumbre de jefes de Estado sobre el cambio climático, el 2 de diciembre, el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, fue el encargado de leer el mensaje del Santo Padre, un mensaje contundente, según describe Vatican News, que combina la protección de la creación con la ciencia, para alentar las decisiones a favor del desarrollo de las energías renovables, apoyando la educación para estilos de vida sostenibles y la eliminación de los combustibles fósiles.  

Desde el inicio de su pontificado, Francisco ha tratado de demostrar que la destrucción de la Creación es un pecado. Sobre este punto abrió su discurso en Dubái:

“Me hago presente porque la devastación de la creación es una ofensa a Dios, un pecado no sólo personal sino estructural que repercute en el ser humano, sobre todo en los más débiles; un grave peligro que pende sobre cada uno y que amenaza con desencadenar un conflicto entre generaciones”, señaló Francisco. 

Ambición por producir y poseer

Recordando que el cambio climático está causado por las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por el hombre, las palabras del Pontífice denuncian "la ambición por producir y poseer se ha convertido en una obsesión, y ha desembocado en una avidez sin límites, que ha hecho del ambiente objeto de una explotación desenfrenada".

Francisco enumeró los obstáculos que frenan a los responsables políticos en una senda insostenible para el ecosistema, entre otros dando prioridad a la protección de los ingresos, "justificándose a veces por lo que otros han hecho en el pasado, con reiteradas evasiones de responsabilidad".

Otro de los obstáculos son los intentos de echar la culpa "a los muchos pobres y al número de nacimientos". Es un argumento inventado, pero que se utiliza a menudo, y una vez más desmentido por Francisco, “no es culpa de los pobres, porque casi la mitad del mundo, la más pobre, es responsable de apenas el 10% de las emisiones contaminantes, mientras que la distancia entre los pocos acomodados y los muchos desfavorecidos nunca ha sido tan profunda”. 

Recursos malgastados en armamentos 

Frente a los responsables políticos que podrían verse tentados a pasar por alto el poder del multilateralismo, Francisco les recordó que también es clave en la lucha contra el cambio climático.

Reconstruir el multilateralismo es también esencial para la paz: "¡Cuánta energía está malgastando la humanidad en las tantas guerras en curso, como en Israel y Palestina, en Ucrania y en muchas otras regiones del mundo: conflictos que no resolverán los problemas, sino que sólo los aumentarán! ¿Cuántos recursos se malgastan en armamentos que destruyen vidas y arruinan nuestra casa común?", dijo el cardenal Parolin, haciéndose eco de las palabras de Francisco, antes de renovar el llamamiento para transformar los fondos dedicados a las armas en un fondo mundial para erradicar el hambre.

 

Laudate Deum 

La publicación de Laudate Deum unas semanas antes del lanzamiento de la COP28 es un estímulo y una advertencia para los responsables políticos: "Que esta COP sea un punto de inflexión: que demuestre una voluntad política clara y tangible, que conduzca a una aceleración decisiva de la transición ecológica".

En una COP28 ya histórica y sin precedentes, la Santa Sede propone cuatro pilares a desarrollar para romper la espiral autodestructiva en la que se ha sumido la humanidad: la eficiencia energética, las fuentes renovables, la eliminación de los combustibles fósiles y la educación en estilos de vida menos dependientes de ellos.

“Y, con la ayuda de Dios, salgamos de la noche de la guerra y de la devastación ambiental para transformar el futuro común en un amanecer luminoso", concluyó el mensaje de Francisco, entre los aplausos de la sala plenaria de la COP28. 

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