Milagros eucarísticos en USA: multiplicación de hostias en Hartford y procesión de mil personas en Los Ángeles
Padre Joseph Crowley: "Fue uno de esos momentos en los que Dios apareció de una manera muy poderosa"
- Milagro eucarístico en Hartford
- Experiencia muy impactante
- "Dios apareció de una manera muy poderosa"
- "Ser consciente es parte del milagro"
- Procesión eucarística de mil personas
- “¡Oye, Cristo está vivo!”
La fe católica en Estados Unidos no está en declive. En estos días, dos hechos relevantes se han producido en dos ciudades opuestas geográficamente en el país:
Por un lado, lo ocurrido en la Arquidiócesis de Hartford (Estado de Connecticut) donde se está investigando un posible milagro eucarístico en una de sus parroquias, cuando el pasado 5 de marzo, al parecer, se multiplicaron las hostias consagradas del copón.
Por otro lado, la procesión eucarística con el Santísimo Sacramento en alto por las calles de Los Ángeles, en la que participaron más de mil católicos con el arzobispo José H. Gómez haciendo cabeza.
Milagro eucarístico en Hartford
El padre Joseph Crowley, párroco de la parroquia de St. Maximilian Kolbe en Thomaston, (Hartford, Connecticut), afirmó durante su homilía, en una transmisión en directo de YouTube el pasado 12 de marzo, que un ministro extraordinario de la Eucaristía no identificado en la liturgia de la semana anterior, había comenzado a quedarse sin hostias consagradas para dar la Comunión, y que "de repente hubo (había) más hostias en el copón". La parroquia St. Maximilian Kolbe se compone de tres ubicaciones de iglesias: St. Thomas, Immaculate Conception y St. Casimir, y la supuesta multiplicación de las hostias de la Comunión tuvo lugar en St. Thomas.
El ministro continuó distribuyendo las hostias a unas "100 o 150 personas durante la Eucarístia" después de lo cual "había la misma cantidad, o más hostias" en el copón, dijo el padre Crowley. "Lo que sucedió es que Nuestro Señor se multiplicó a sí mismo... No tengo ninguna duda. Fue muy obvio y claro para mí lo que sucedió".
Experiencia muy impactante
En un video en vivo, el padre Crowley, visiblemente impresionado, dijo que la experiencia fue "muy poderosa, muy impresionante, muy real, muy impactante", recoge Angelus News.
David Elliott, director asociado de comunicaciones de la Arquidiócesis de Hartford, señaló a OSV News que el vicario judicial de la arquidiócesis, el padre George S. Mukuka, "ha estado investigando la posibilidad de un milagro eucarístico", en la parroquia.
Posteriormente, el vicario judicial preparará un informe para el arzobispo de Hartford, Leonard P. Blair, "quien tomará una determinación" de lo sucedido, con respecto a la naturaleza sobrenatural del evento.
Varias de las hostias aparentemente multiplicadas se distribuyeron en la misa diaria del 6 y 7 de marzo, pero luego se mantuvieron en reserva ya que la investigación arquidiocesana aún está en curso, dijo el padre Crowley en su homilía del 12 de marzo.
"Dios apareció de una manera muy poderosa"
Así mismo, describió el hecho como "uno de esos momentos en los que Dios apareció de una manera muy poderosa" y que lo había dejado atónito.
El padre Crowley, que no conocía anteriormente un hecho simlar, comentó: "Yo sé que el Señor todo lo puede. Todo lo hace porque nada es imposible para Dios". Pero recordó que "el verdadero milagro es el hecho de que podemos tomar pan y vino y, a través de las oraciones de la iglesia y a través de las manos del sacerdote, Cristo se hace presente a través de la transubstanciación", dijo el padre Crowley. . "Nuestro Señor se convierte entonces en la carne y la sangre escondidas bajo la mera presencia del pan y el vino".
A través de la aparente multiplicación de las hostias, "Nuestro Señor nos dio uno de los mejores momentos de reflexión de esta Cuaresma sobre sí mismo, sobre la Eucaristía", dijo el Padre Crowley.
"Ser consciente es parte del milagro"
El padre Crowley reconoció que las personas a menudo pasan por situaciones en las que "Dios parece tan alejado, tan escondido... no forma parte de nuestro momento cotidiano porque no lo vemos".
"A veces es difícil ver a un Dios que parece estar tan oculto", dijo. "Quizás el Señor ya había hecho esto antes, donde simplemente das la Comunión y de repente hay muchas hostias y sigues adelante. Pero... ser consciente es parte del milagro".
Por otra parte, el padre Crowley atribuyó también este milagro a un santo local, el beato Michael McGivney, fundador de los Caballeros de Colón, que sirvió como pastor de la Iglesia de Santo Tomás desde 1884 hasta su muerte en 1890.
Por intercesión del beato McGivney, el P. Crowley considera que "vendrán cosas buenas. Creo que vendrán cosas grandiosas".
"A medida que avanzamos, realmente necesitamos ver nuestro mundo a través del lente de la fe, a través de los ojos de la fe", dijo. "Y cuanto más nos acerquemos a nuestro Señor, más lo veremos en nuestra vida cotidiana", concluyó.
Procesión eucarística de mil personas
Por otra parte, el pasado 25 de marzo, con el Santísimo Sacramento en alto, el arzobispo de Los Ángeles, guió a más de mil católicos por las calles de la ciudad, que portaban banderas y rosarios desde la Misión San Gabriel Arcángel hacia las calles del Valle de San Gabriel.
El evento del sábado por la mañana fue diferente a cualquier otro en la historia de la Arquidiócesis de Los Ángeles, planeado como parte del Avivamiento Eucarístico Nacional en curso a instancias de los obispos del país.
La Conferencia de Obispos Católicos de EE. UU. comenzó a planificar el Avivamiento Eucarístico debido a la preocupación por un estudio de investigación de Pew de 2019 en el que se ponía de manifiesto que la mayoría de los católicos no creen en la Presencia Real de Jesucristo en la hostia y el vino utilizados en la Eucaristía. Además, los obispos reconocieron que los cierres por el COVID-19 hicieron que algunos católicos se sintieran desconectados de su iglesia.
“¡Oye, Cristo está vivo!”
Durante la procesión, los feligreses decían: “¡Oye, Cristo está vivo!” “El poder de Dios es tan asombroso. … Esta es mi oportunidad de decírselo al mundo”.
Docenas de sacerdotes, hermanas y seminaristas junto con laicos, formaron parte de la procesión de 3 millas. Entre ellos también estaba el obispo auxiliar Marc Trudeau de la Región Pastoral de San Pedro.
“Nos va a ver mucha gente que no viene a la iglesia, que puede que no sea católica, que no sabe nada de esto”, dijo el padre Juan Ochoa, director de la Oficina para el Culto Divino de la arquidiócesis, ante el evento. “Esperemos que esto genere curiosidad".
Otro feligrés decía: “Me dan ganas de salir y contarles a otros católicos… ¡esto no es una fantasía! Es el cuerpo y la sangre reales de Cristo y es el centro de nuestra fe”, informa Angelus News.
