Comunión y Liberación ante las próximas elecciones: ocho puntos para generar más libertad real

1. Preocupación en ciertos aspectos 
2. Ocho puntos que piden a los políticos 
3. Nunca existirá un Estado absolutamente ideal

Ante las próximas elecciones del 28-M, Comunión y Liberación ha publicado una reflexión que lleva por título: “Una ocasión para recuperar el sentido de la política”, porque para esta fraternidad "nuestra fe tiene que ver con todos los aspectos de la realidad. No hacer un juicio significaría incurrir en la reducción de una "Iglesia sin mundo", frente a la que nos advertía Don Giussani", fundador del movimiento. 

Para CL, en la sociedad actual la tradición cristiana no deja de perder peso e influencia, y aunque la tarea de edificar un mundo más conforme a los valores "no corresponde a los partidos políticos", sí les exigen "generar espacios de libertad real (libertad religiosa, libertad de educación, libertad de iniciativa económica, social y cultural)". 

Preocupación en ciertos aspectos 

CL contempla con preocupación ciertos aspectos:

Se está produciendo un cuestionamiento práctico del pacto constitucional mediante la ruptura de grandes consensos y el asalto a las instituciones. "Nos preocupa especialmente el intento de control del Poder Judicial", señalan. 

Además, CL considera que actualmente asistimos a un intento de provocar desde el poder un cambio cultural mediante procesos de ingeniería social a través de la aprobación de leyes radicales y sectarias como las de Eutanasia, Aborto, Memoria histórica, Ley Trans, Educación, así como el intento de redefinir la familia. "En todas estas iniciativas se observa una sustitución de la realidad por proyectos ideológicos caracterizados en muchos casos por la demagogia y la superficialidad", advierten en el movimiento. 

Para CL, estas circunstancias indican el final de la cultura del consenso inaugurada en la Transición, lo que se refleja en "el apogeo de la dialéctica de los contrarios, con una polarización exacerbada que impide una verdadera conversación nacional. La política no debe convertirse nunca en una trinchera, debe ser un lugar de discusión y, cuando sea posible, de acuerdo", insisten. 

Ocho puntos que piden a los políticos 

Ante estas circunstancias de la sociedad española, la fraternidad por tanto pide a los políticos ocho puntos: 

1. Revitalizar el Pacto Constitucional, porque protege un estilo de convivencia que se acerca o hace más factible la "amistad cívica". 
2. El respeto y dignidad de las instituciones, porque eso favorece una convivencia tranquila y previene frente a las arbitrariedades del poder.
3. Más sociedad y mejor Estado. El Estado tiene una importante función al servicio del bien común, pero rechazamos el adoctrinamiento ético y el intervencionismo cultural, especialmente reflejado en algunas leyes recientemente aprobadas. Por el contrario, el Estado debe respetar y valorar a los diversos sujetos sociales.
4. La libertad de los sujetos sociales y la valoración positiva de su aportación al bien común de familias, asociaciones y comunidades religiosas.
5. La libertad de educación que es un derecho fundamental, también es la mejor garantía para el pluralismo y la convivencia armónica.
6. La libertad de la Iglesia que "para nosotros es una cuestión capital, porque el hecho de que la Iglesia exista con todas sus dimensiones coincide con el bien del mundo". 
7. La valoración de la familia como factor esencial de educación, armonía y estabilidad, y como ámbito privilegiado para cuidar y promover la vida.
8. La cohesión social y la viabilidad de sistema de bienestar, teniendo muy presentes a los más vulnerables: parados de larga duración, inmigrantes, ancianos solos, enfermos terminales y los no nacidos.

Nunca existirá un Estado absolutamente ideal

Como conclusión, CL apela a un texto del entonces cardenal Ratzinger en su libro Fe, verdad, tolerancia:

"En el curso de nuestra historia humana no existirá nunca un Estado absolutamente ideal y nunca podrá establecerse un ordenamiento definitivo de la libertad (...) Podremos establecer ordenamientos que serán únicamente relativos (...) pero debemos esforzarnos por llegar a la máxima aproximación a lo que es verdaderamente justo".