La archidiócesis de Toledo alienta a la vocación pública y política de los católicos
Presenta un documento con el título “Servidores de todos. Orientaciones para la participación de los católicos en la política”.
- Compromiso de los católicos en política
- Construcción del bien común
- Síntesis de la Doctrina Social de la Iglesia
- El grupo de trabajo
- Legítima pluralidad de opiniones
La archidiócesis de Toledo se han tomado en serio las conclusiones de Congreso Nacional de Laicos celebrado en Madrid en febrero de 2020.
Compromiso de los católicos en política
El arzobispo de Toledo, monseñor Francisco Cerro Chaves, ha determinado que el compromiso de los católicos en la vida pública, y en la política, sea uno de los objetivos prioritarios de la archidiócesis para este tiempo.
No sólo porque ésta fuera una de las conclusiones del citado Congreso Nacional sino porque considera que es urgente alentar la vocación pública y política de los católicos.
Para llevar adelante esta prioridad de la presencia de los católicos en la vida política, Cerro Chaves solicitó a la Vicaría Episcopal para Laicos, Familia y Vida que elaborara un documento de trabajo, que se acaba de presentar con el título “Servidores de todos (Cf.Mc 9, 35). Orientaciones para la participación de los católicos en la política”.
Un documento que nace después de que hace semanas el arzobispo de Toledo se reuniera con un grupo numeroso de políticos regionales para presentarles el documento de la Conferencia Episcopal “El Dios fiel mantiene su alianza” (DT 7,9), de noviembre de 2022.
Construcción del bien común
Estas orientaciones destinadas al trabajo diocesano se presentaron en dos actos distintos, uno a los laicos y otro a los sacerdotes. En la presentación a los fieles laicos intervino el arzobispo de Valladolid, monseñor Luis Argüello, que explicó lo que implica la contribución de los católicos a la construcción del bien común en la sociedad.
“El noble arte de la política requiere de personas íntegras, virtuosas, que estén dispuestas a comprometerse en el trabajo por el bien común de la familia humana construyendo una sociedad noble que tenga semillas del Reino de Dios”, señaló el arzobispo de Toledo en una de sus intervenciones del documento de trabajo.
Síntesis de la Doctrina Social de la Iglesia
“Servidores de todos (Cf. Mc 9, 35). Orientaciones para la participación de los católicos en la política” ofrece una panorámica general sobre la vocación y misión de los fieles laicos en la sociedad. Presenta una síntesis de la Doctrina Social de la Iglesia como guía para la acción política en el contexto de la actual realidad social, junto con una serie de directrices para la promoción y el acompañamiento de los católicos en política.
Este texto, que también es un vademécum explicado de la Doctrina de la Iglesia sobre el compromiso político de los católicos, ha sido elaborado por el equipo de la Vicaría de Laicos, Familia y Vida.
El grupo de trabajo
Un grupo de trabajo formado por Enrique del Álamo, Vicario de Laicos, Familia y Vida; Carlos Loriente, Vicario del Clero; Juan Muñoz, canciller-secretario general y canonista; Isaac Martín, Delegado de Apostolado Seglar y Catedrático de Derecho Administrativo en la Universidad de Castilla la Mancha y Alfredo Ruiz, coordinador del Grupo POLIS y Profesor de Doctrina Social de la Iglesia.
En la presentación de este documento de trabajo, que ahora será objeto de estudio en las parroquias y en los grupos apostólicos de la diócesis, el arzobispo de Toledo insistió en que “este “corpus doctrinal” ofrece una concepción integral de la persona, de la familia y de los diferentes ámbitos de la sociedad –educación, trabajo, economía, cultura, medio ambiente…– de suma utilidad para ayudar a detectar y comprender los problemas actuales del mundo y, sobre todo, a concretar soluciones para afrontarlos”.
Legítima pluralidad de opiniones
Por esta razón, apuntó el arzobispo de Toledo, “lejos de lo que en ocasiones se señala desde determinadas instancias, que defienden la reducción de la fe al ámbito de lo privado, los católicos, animados por su fe, tienen plena legitimidad para presentar propuestas de progreso en común inspiradas en el evangelio. En definitiva, la legítima pluralidad de opiniones y visiones de la realidad no impide la defensa por parte de los creyentes de una serie de principios innegociables que responden a la naturaleza y dignidad del ser humano”.
