Un hallazgo arqueológico con honda repercusión política
El bibliblista Jaime Vázquez narra en ‘Los manuscritos del Mar Muerto’ lo ocurrido con el descubrimiento más importante de documentos para el mundo antiguo
- Estado judío
- Judaísmo clásico, helenismo y el mundo romano
- Primeros cristianos
- 75 años de los manuscritos
Si hay un libro oportuno en este momento de la guerra entre Hamás y compañeros e Israel, es este libro de Jaime Vázquez Allegue, un joven biblista especialista en lo encontrado en las cuevas de Qumrán.
Y lo es no sólo porque narra, de forma novelada, sin perder en anclaje en la historia, lo ocurrido con el descubrimiento más importante de documentos para el mundo antiguo, para el mundo bíblico del siglo I y del XX, para la exégesis bíblica, para el judaísmo de la época del Segundo Templo, por no ir hacia atrás en la historia. Ochocientos manuscritos hebreos repartidos en unos ocho mil fragmentos.
Estado judío
Lo es porque esta historia de descubrimientos arqueológicos de documentos claves para el judaísmo y para el cristianismo antiguo se mezcla con el devenir del nacimiento del Estado Judío.
Por lo tanto, los protagonistas de ese proceso son también protagonistas, y no secundarios, de este libro cuyo género está a caballo entre la historia y la novela. En términos audiovisuales se hablaría de documental o si me apuran docudrama.
Judaísmo clásico, helenismo y el mundo romano
Que conste que la historia de los manuscritos del Mar Muerto es de por sí apasionante. Unos textos, descubiertos en las cuevas de Qumrán por unos beduinos que dan mucho juego. En este sentido hay que agradecer a nuestros autor el permanente esfuerzo por meter al lector en la cultura tanto de la arqueología, y no sólo la bíblica, como de los pueblos de Oriente, como del encuentro o desencuentro entre el judaísmo clásico, el helenismo y el mundo romano.
“El descubrimiento de los manuscritos del Mar Muerto –señala Vázquez Allegue en la introducción– tuvo lugar unos meses antes de la creación del Estado de Israel (14 de mayo de 1948). Nunca nadie había establecido un vínculo entre aquellos dos acontecimientos. Sin embargo, aunque el primero fue fruto de la casualidad y el segundo de un largo proceso de gestación, entre ambos hechos había un elemento de conexión que rápidamente se convirtió en una razón que justificaría este libro”.
En este sentido, no debemos olvidar que “cada vez que un arqueólogo encuentra una pieza con inscripciones hebreas, son signos de nuestros antepasados –se lee en un diálogo del libro-, está demostrando que esa tierra fue nuestra hasta que los romanos nos echaron. La tierra prometida. Eretz Israel.
Como bien sabe, la arqueología, ya sea bíblica, romana, bizantina o medieval, nos recuerda lo que fue un pueblo. Una estela hebrea, por ejemplo, una piedra esculpida con caracteres hebreos, además de su valor histórico y arqueológico tiene un valor político porque evidencia que este suelo estuvo habitado por judíos que escribían en esa lengua”.
Primeros cristianos
Por cierto que con este libro se debieran terminar esas lecturas fantásticas de lo que contienen esos manuscritos que afectan al cristianismo naciente o incipiente. Cuanto más se conocen los datos del contexto histórico en el que se vivió Jesús de Nazaret y se formaron las primeras comunidades cristianas más se percibe la exigencia de pretensión de verdad que ocupaba a los primeros cristianos.
Un libro, entretenido donde los haya, que hará descubrir al lector algunas claves que explican las historias entrecruzadas, las historias de la vida que configuran los tiempos de la existencia personal y social.
75 años de los manuscritos
Personalmente agradezco al autor además el capítulo de introducción en el que nos habla de la generaciones de biblistas y arqueólogos bíblicos españoles que han trabajado y trabajan en esa zona del mundo en torno a la Casa de Santiago en Jerusalén. En particular, lo referido a mi admirado don Joaquín González Echegaray, biblista cántabro, que fuera director del museo etnográfico de Cantabria. Quien decía que no se puede hablar de historia hasta pasados, la menos, cincuenta años.
En 2022 se celebraron los setenta y cinco años de los manuscritos del Mar Muerto. Ahí siguen dando que estudiar y que hablar. Darían incluso para una película, si es que no existe ya.
Los manuscritos del Mar Muerto
Jaime Vázquez Allegue
Arzalia
