La creación y la crítica

Libros.
Libros.

Es más fácil criticar que crear. El creador es quien hace algo nuevo, el que propone modos distintos de vivir, quien inventa nuevos modos de hacer. Lo que vemos casi siempre, a continuación, con frecuencia, es la duda, la opinión demoledora, la crítica por sistema. La crítica en sí misma puede ser buena. Hay muchas actitudes, modos de hacer criticables que necesitan alguien que ponga las cosas en su sitio. 

Si no hubiera crítica no se mejorarían las cosas. Lo que sí parece claro es que no se puede criticar cuando no se sabe del asunto. Es el gran riesgo que tienen los periodistas de diversos medios. Tienen que vender, hay que levantar un poco de escándalo, porque si no de qué vive. Y ese el único motivo a veces. Quien no ha creado nada en su vida tiene una cierta envidia que le lleva a la crítica por sistema.

Hay multitud de libros con historias ofensivas, sin fundamento ninguno y sin un motivo más que ganar dinero. Si escribiendo esta barbaridad hay quien lee este libro, lo escribo. Una  tendencia al sensacionalismo, a insultar, a maltratar. Especialmente no pocos autores se dirigen más directamente contra quienes pretender mantener una verdad. Hay especialista en ciertas materias que publican artículos o libros muy serios, pero si tienen cualquier fisura en el planteamiento está perdido. Sobre todo, claro está, si ese libro criticado tiene alguna repercusión social.

Esto puede ocurrir especialmente con escritos sobre temas de religión, temas de moral, asuntos doctrinales. El periodista o escritor crítico sabe que su oposición a lo publicado será leída, porque no faltan las personas que no leen nada más que temas turbios. Ya no digamos si se escribe sobre personas de la Iglesia, especialmente la Católica. Hablar mal de ciertas personas o instituciones dentro de la Iglesia parece que tiene su cierto rédito. Así que hay que desacreditar, calumniar o lo que haga falta, para levantar escándalos y que ese público superficial, que solo quiere escándalos, lea con gusto.

¡Mira que se publican libros buenos! Hoy, parece que más que nunca, se publican muchos libros, literatura, ensayo, historia. Pues ocurre con bastante frecuencia que se olvidan esas obras, en muchas ocasiones buenas, para leer basura, por el simple motivo de que lo que se lleva es vituperar, criticar, dejar mal a ciertas personas. En ese sentido terminaremos denigrando la gran cantidad de medios de información que nos rodean y nos acosan.

Hay muchos libros buenos que leer. Sería una pena que no leyéramos un clásico o una buena novela actual porque me lo impide la cantidad de tiempo que dedico a fisgonear en el móvil. La cantidad de basura que se mueve por esos medios y que llega a un amplio público. Si no llegara, y eso lo saben quienes publican, se dejan de editar. Se tiende a lo morboso y espectacular, aunque no tenga ningún fondo.

El mundo editorial tiene, como puede verse, la difícil elección entre publicar algo verdaderamente bueno, literatura formativa, por el cómo y por el qué se escribe, y la basura que elige el lector medio de hoy en día, a quien no se le podría designar como lector. Las pérdidas de tiempo son verdaderamente lamentables cuando la actitud es de simple curiosidad de lo escandaloso, lo escabroso, lo obsceno, porque es lo que tira.

Pero claro, es muy difícil desviar de esas tendencias a los productores, porque es su fuente de ganancia. Es penoso pero demasiado frecuente, lo que importa es ganar dinero; la cultura auténtica, la buena literatura, es rara avis. 

 
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