El caso Jordan Peterson y la cultura woke: reeducación o quitarle la licencia de psicólogo

Jordan Peterson. Foto: Gage Skidmore.
Jordan Peterson. Foto: Gage Skidmore.

Por si alguno de los lectores no se han enterado de este caso, les traigo el resumen que hace el periodista de ABC, Juan Fernández-Miranda en la Cope: Jordan Peterson es un psicólogo clínico canadiense y una celebridad en redes sociales, donde acumula un total de ocho millones de seguidores en Youtube y casi cinco millones en Twitter. Durante los últimos años el especialista ha ido ganando fama al convertirse en un azote recurrente al criticar a la izquierda 'woke'". 

Por sus comentarios personales en la red social X, el psicólogo canadiense, católico, que se ha convertido en un autor de autoayuda e intelectual de renombre internacional, ha sido objeto de numerosas quejas sobre su conducta en redes, lo que llevó a una investigación universitaria en 2022. Según documentos judiciales presentados por el equipo legal de Peterson, concluyó que sus “declaraciones públicas pueden razonablemente ser consideradas por miembros de la profesión como vergonzosas, deshonrosas y/o poco profesionales”.

Por todos estos comentarios, el Colegio de Psicólogos de Ontario (Canadá) le ordenó recibir un programa de rehabilitación obligatorio por sus tweets políticamente incorrectos, que, sin embargo, no tenían nada que ver con su práctica y no involucraban a ninguno de sus pacientes. Si no recibe este curso, puede perder su licencia como psicólogo. 

Peterson recurrió a la justicia, pero el Tribunal de Apelaciones de Ontario desestimó este recurso judicial que buscaba evitar que el Colegio de Psicólogos de Ontario lo obligara a realizar dicho curso de rehabilitación en redes sociales. 

El famoso conferenciante ha declarado que sus opciones ahora son perder su licencia, intentar mudarse a otro lugar o someterse a una “reeducación” por sus opiniones controvertidas. Pero lo que es aún más importante, Peterson dice que si la policía canadiense  puede ir a por un psicólogo famoso y autor de bestsellers como él, ciertamente puede venir a por cualquiera de nosotros. 

Ciertamente, estamos en una sociedad marcada por lo que se denomina la cultura woke que cancela, persigue y condena a multas severas bajo ley toda aquella opinión que no sea como la suya. Cualquiera que opine, por ejemplo, que una mujer es mujer a pesar de que se extirpe sus senos porque todas sus células así lo demuestran, un torrente de gente nos denunciará, perseguirá y cancelará nuestra libertad de expresión. 

Pero otra cosa es cuidar en redes el lenguaje de lo que se dice y cómo se dice. Y es que Peterson ha declarado en su perfil de Twitter que la actriz Ellen Page, que se declaró hace tres años persona trans de género no binario y que ahora responde por el nombre de  Elliot, lo siguiente: "Ellen ha perdido sus senos a manos de un médico criminal". Y claro, Twitter le cerró la cuenta durante un tiempo. 

Creo que tenemos que medir a todos por el mismo rasero. Porque si un grupo de anticlericales se meten con los cristianos o católicos en las redes sociales con palabras hirientes, a los católicos y cristianos les ofendería y estarían atentando contra su dignidad. Pues lo mismo al revés. Calificar de "médico criminal" no creo que sea la opinión más constructiva. Se puede decir lo mismo con otras palabras menos ofensivas, algo que, por otra parte, es el tono que emplea Jordan Peterson en sus conferencias o en las entrevistas televisivas. 

Pues en las redes sociales se debe emplear el mismo tono: manifestar una opinión sin descalificativos. Aunque para emplear este tono, por su puesto, es innecesario un curso de reeducación y menos bajo pena de perder la licencia. Es una medida absolutamente abusiva que marca la cultura predominante. 

 

Zenón de Elea. 

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