Ahora, los moriscos
La proposición no de ley del PSOE que insta al Gobierno a compensar a los descendientes de los moriscos expulsados de España en el siglo XVII, suena a provocación. Su intención de remediar una "injusticia histórica por la intolerancia religiosa" ocurrida hace 400 años, sólo puede ser juzgada de absurda cortina de humo, de un partido que toma por imbéciles a los ciudadanos. En esta hora, más que nunca, los españoles están esperando del partido en el Gobierno estrategias ambiciosas, a corto y a largo plazo, que les permitan mirar el futuro con esperanza. Es además inaceptable, que los diputados se permitan entretenerse, de nuevo, con propuestas dirigidas a acosar a los cristianos.
Zenón de Elea
