El Comisario Pontificio para Torreciudad elaborará un informe que elevará al Papa Francisco

Alejandro Arellano es también consultor de varios Dicasterios, entre ellos el del Clero del que depende el Opus Dei

El Comisario Pontificio para Torreciudad elaborará un informe que elevará al Papa Francisco.
  1. Operarios del Reino de Cristo
  2. Profesor en San Dámaso
  3. Procesos de nulidad
  4. Atento a España
Mons. Alejandro Arellano junto al Papa Francisco. Vatican News.

El miércoles, la Santa Sede hacía público el nombramiento de monseñor Alejandro Arellano Cedillo, Decano del Tribunal de la Rota Romana, como Comisario Pontificio Plenipotenciario, Delegado de la Santa Sede, para “el complejo de Torreciudad”.

Una decisión tomada a partir de que el obispo de Barbastro, Ángel Pérez Pueyo, elevara el caso Torreciudad a la Sede Apostólica, después de un viaje a Roma, con el expediente bajo el brazo, para visitar a diversas personas y organismos vaticanos. 

El anuncio hecho por el Vaticano, que provocó que la Oficina de la Prelatura del Opus Dei emitiera un comunicando afirmando que “las autoridades de la Prelatura estarán a total disposición de Mons. Arellano, colaborando en lo que sea necesario, con filial adhesión al Santo Padre”, hizo que monseñor Alejandro Arellano Cedillo, una personalidad de la Iglesia que hasta ahora había pasado bastante inadvertida, adquiriera un nuevo protagonismo fuera del mundo de la canonística.

Operarios del Reino de Cristo

Prueba de ello es que algún medio de comunicación, que se caracteriza por publicar informaciones contra el Opus Dei, afirmara equivocadamente en un primer momento que Arellano Cedillo pertenecía a la Hermandad de los sacerdotes Operarios Diocesanos, la misma a la que pertenece el obispo de Barbastro.

En verdad, el decano de la Rota Romana pertenece a la Confraternidad Sacerdotal Operarios del Reino de Cristo, una institución cuyo principal centro en España está en Toledo.

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Diócesis en cuyo seminario, calificado como tradicional en diversos ambientes, recibió monseñor Arellano la primera formación teológica, luego completada en la Universidad Gregoriana de Roma. Allí conoció al jesuita P. Ghianfranco Ghirlanda, ponente habitual de las últimas acciones formativas del Tribunal de la Rota Romana.

Profesor en San Dámaso

Monseñor Arellano Cedillo se dio a conocer en el mundo canónico cuando era juez del Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica de Madrid, de dónde salió para la Rota Romana.

Se hizo también famoso como docente en la facultad de Derecho Canónico de la Universidad Eclesiástica San Dámaso, centro que sigue siendo su “Alma mater”.

 Querido por sus alumnos, visita con frecuencia esta facultad, en la que mantiene su red de investigación canónica, cuyo principal referente es el que fuera decano de esa facultad y Vicario Judicial de la archidiócesis de Madrid hasta la llegada del cardenal Cobo, el prestigioso canonista Roberto Serres López de Guereñu.

Procesos de nulidad

En Roma, monseñor Arellano Cedillo trabajó estrechamente con quien fue al final su mentor, el decano hoy emérito de la Rota Romana, Vito Pio Pinto, autor intelectual de la reforma canónica de los procesos de nulidad, a través del Motu Proprio Mitis Iudex Dominus, y de su aplicación en la Iglesia.

Da la casualidad de que en el alto tribunal de la Iglesia suele haber siempre dos jueces españoles. Uno, el actual presidente, y el segundo, monseñor Felipe Heredia, sacerdote de diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, donde ejerció como vicario judicial hasta 2007, cuando fue nombrado juez del Tribunal de la Rota en España.

De trato afable y amistoso, monseñor Arellano Cedillo es una persona de total confianza del Papa Francisco, hasta tal punto que a su nombramiento de obispo titular de Bisuldino añadió el Papa el título personal de arzobispo.

La ordenación episcopal fue una celebración que presidió el cardenal secretario de Estado, monseñor Pietro Parolin, en la catedral de Toledo el 25 de marzo de 2023, y en la que participaron como obispos consagrantes, el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, y el cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo de Obispos.

Atento a España

Fuentes romanas consultadas por Religión Confidencial apuntan que monseñor Alejandro Arellano nunca ha dejado de mirar a España desde que está en Roma. No sólo por los estrechos vínculos personales y familiares, sino por su relación con arzobispos y obispos españoles, como es el caso del arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, el de Mérida-Badajoz, José Rodríguez Carballo, y los obispos salidos de la archidiócesis de Toledo.

Ahora, el Decano del Tribunal de la Rota Romana, que es además consultor de varios Dicasterios, entre ellos el del Clero del que depende el Opus Dei, se enfrenta al reto de estudiar a fondo la situación canónica del Santuario de Torreciudad y los conflictos en la relación con el obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez Pueyo.

Su informe final, que entregará al Papa Francisco, ofrecerá el marco jurídico de las soluciones administrativas determinantes, no sólo para el futuro de ese Santuario mariano sino, probablemente, para el futuro del Opus Dei.