¿Qué santos se celebran hoy, miércoles 9 de octubre de 2024? Lista completa del santoral cristiano

Canonización del cardenal John Henry Newman.

San John Henry Newman

Brillante profesor de Oxford del siglo XIX y gigante moral y literario de su época, John Henry Newman llegó a ser el converso al catolicismo más conocido de Inglaterra. Su festividad se celebra el 9 de octubre.  

Preparación

"Las grandes obras llevan su tiempo", escribió John Henry Newman, que a los treinta años era ya uno de los predicadores más estimados de la Iglesia de Inglaterra. También las obras de Dios se realizan a menudo tras una larga y oculta preparación. Este fue el "viaje", como luego lo llamaría Newman, que condujo a ese profesor de Oxford, un gigante moral y literario de su tiempo, a la Iglesia Católica.
Nacido en Londres en 1801 en el seno de una familia de clase media, John Henry Newman tuvo su primera experiencia real de Dios a los quince años. Se convirtió al cristianismo y comenzó sus estudios universitarios en Oxford. Era un estudiante más que capaz, y podría haber tomado muchos caminos hacia el éxito mundano, pero en lugar de ello optó por el sacerdocio en la Iglesia de Inglaterra. Newman decidió incluso permanecer célibe, algo inusual en un clérigo anglicano. Se convirtió en un pastor muy querido, al tiempo que daba clases y era tutor en el Oriel College de Oxford.
En Oriel, Newman comenzó a estudiar a los Padres de la Iglesia, esas grandes figuras de la Iglesia de los primeros siglos que articularon los fundamentos de la fe cristiana. Algo se agitó en su interior. Los Padres tenían una visión de la Iglesia viva en su fe, unificada y en crecimiento. "Algunas partes de sus enseñanzas -escribió Newman- llegaron como música a mi oído interior".

"Un trabajo que hacer en Inglaterra"

La semilla de una misión había sido plantada. En un viaje por el sur de Europa en 1833, Newman cayó gravemente enfermo en Sicilia y casi murió. En medio de una crisis de la enfermedad, dijo a su sirviente: “No moriré… Tengo un trabajo que hacer en Inglaterra”. Cuando se recuperó, regresó a su país. El viaje exterior había concluido, pero el viaje interior, duro y ardiente, se intensificó.
Newman quiso vivir en esa Iglesia de los Padres. Así que, junto a sus amigos -era un hombre de profundas amistades-, se embarcó en lo que llegaría a conocerse como el Movimiento de Oxford. Dicho movimiento fue un intento de renovar la Iglesia de Inglaterra desde dentro, recuperando elementos de la liturgia, la mentalidad y el celo de la antigua Iglesia. Dio frutos entre sus compatriotas; sin embargo, el propio Newman seguía inquieto mientas leía y ponderaba lo que los Padres habían escrito. Esta inquietud se reflejó en sus obras, que atrajeron la atención de las autoridades de Oxford por ser “poco protestantes”. Newman dejó la universidad.

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“Todo el hombre se mueve”

En 1842, se retiró al pueblo de Littlemore, orando y luchando con sus prejuicios contra la Iglesia Católica. ¿Por qué enseña cosas que parecen no estar presentes en la Iglesia primitiva? Razonaba, pero no de modo abstracto, porque quería que cualquier cambio en sus opiniones estuviese basado en algo más fuerte que la razón abstracta. “Es el ser concreto quien razona”. Y “todo el hombre se mueve”, lo cual lleva tiempo. Durante tres años, se dedicó a la oración y al estudio.
En 1845, publicó el “Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana”, que se convertiría en un clásico cristiano. En esta obra, muestra cómo la Iglesia desarrolla su comprensión y articulación del dogma a lo largo del tiempo. El dogma “cambia… para permanecer el mismo”, ya que lo que los cristianos creen sobre el Dios trino, Jesucristo y la Iglesia es algo vivo y que da la vida, y lo que vive crece.
Ese mismo año, John Henry Newman, el brillante profesor y renombrado predicador, pidió a un pobre misionero italiano que escuchase su confesión, y entró en la Iglesia Católica. También él estaba vivo, y para permanecer fiel a su conciencia, cambió.
Los amigos se alejaron de él, acusándolo de traición. Tuvo que abandonar su amada Oxford definitivamente. Fue, escribió, como “salir hacia el mar abierto”.

“El corazón habla al corazón”

Dos años después, en Roma, Newman fue ordenado sacerdote católico. Entró en el Oratorio de San Felipe Neri, y un año después llevó la forma de vida sacerdotal de esta sociedad a Inglaterra. De 1854 a 1858, trabajó en Dublín para responder a la petición de los obispos irlandeses de que iniciase una universidad allí. A su regreso a Inglaterra, se dedicó a su servicio sacerdotal atendiendo a los inmigrantes pobres y a los obreros de las fábricas que acudían al Oratorio para participar en el culto.
En 1862, respondiendo a un ataque público que cuestionaba su conversión, Newman publicó una autobiografía que sigue siendo una obra maestra de la lengua inglesa: Apologia Pro Vita Sua, “una defensa de mi vida”. Entendió que solo podía responder a algunas acusaciones con el testimonio de su vida, un “argumento” encarnado.
En 1879, este converso de tan obvia integridad atrajo la mirada del Papa León XIII, que nombró a Newman cardenal, y le concedió su petición de no ser consagrado obispo. “Cor ad cor loquitur,” “el corazón habla al corazón” fue el lema escogido por el cardenal Newman. El cristianismo llegó a él de una forma personal a los 15 años, cuando Dios habló a su corazón, y algo de este carácter personal marcó su predicación, sus amistades más profundas y su pensamiento durante toda su vida.

“Guíame, Luz amable… ¡guíame!”

Las grandes obras llevan tiempo, y en 1890, Dios terminó de modelar a su siervo. “Guíame, Luz amable”, había rezado el joven Newman. Dios lo guió: hacia fuera de los lugares, ideas y relaciones en los que se había sentido cómodo hasta que, según las palabras grabadas en su tumba, John Henry Newman salió “de las sombras y de las imágenes hacia la verdad”. El Papa Francisco lo canonizó en 2019.

San Dionisio de París

Conocido también como San Denis, fue el primer obispo de París y es venerado como uno de los principales mártires de Francia. Junto con sus compañeros, Rústico y Eleuterio, fue martirizado en el siglo III durante la persecución de los cristianos en Galia. La tradición cuenta que, tras ser decapitado, San Dionisio caminó varios kilómetros con su cabeza en las manos, un acto milagroso que culminó con la fundación de la célebre Basílica de Saint-Denis​. 

San Juan Leonardi

Este presbítero italiano, nacido en el siglo XVI, fundó la Orden de los Clérigos Regulares de la Madre de Dios. Además, fue un reformador de la vida eclesiástica y jugó un papel importante en la educación religiosa de los jóvenes. También fue pionero en la creación del Colegio de Propaganda Fide, cuyo objetivo era la evangelización​. 

San Abrahán patriarca

Figura central en el Antiguo Testamento, San Abrahán es considerado el padre de todos los creyentes. Su vida ejemplar es recordada en la tradición cristiana por su fe inquebrantable en Dios, especialmente cuando estuvo dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac como prueba de obediencia​. 

Conclusión 

El Santo del día es una reseña diaria de los santos guardados en la memoria de la Iglesia. Historias de maestros de vida cristiana de todas las épocas que como faros luminosos orientan nuestro camino.