¿Qué santos se celebran hoy, jueves 11 de enero de 2024? Consulta aquí el santoral
Infórmate sobre los santos que se celebran hoy. Consulta el santoral para que no se te escape ninguna felicitación
Hoy, jueves 11 de enero de 2024, se celebran los siguientes santos en el santoral católico:
Honorata de Tours
Honorata nació en Tours, Francia, en el siglo III. Era hija de un noble pagano, pero su madre era cristiana. Desde muy joven, Honorata se interesó por la fe cristiana y se dedicó a la oración y la meditación.
A la edad de 12 años, Honorata decidió abandonar su hogar para vivir como eremita en el bosque. Allí, se dedicó a la oración y la penitencia, y pronto se ganó la fama de santa.
En el año 250, durante la persecución del emperador Diocleciano, Honorata fue arrestada y llevada ante el gobernador romano. El gobernador trató de obligarla a renunciar a su fe, pero Honorata se negó.
El gobernador ordenó que Honorata fuera azotada y decapitada. Su cuerpo fue arrojado al río Loira, pero fue rescatado por los cristianos y enterrado con honores.
Honorata es considerada una de las primeras mártires cristianas de Francia. Su fiesta se celebra el 11 de enero.
Hortensia de Aquitania
Hortensia nació en Aquitania, Francia, en el siglo III. Era hija de un senador pagano, pero su madre era cristiana. Desde muy joven, Hortensia se interesó por la fe cristiana y se dedicó a la oración y la caridad.
Hortensia y su madre eran muy cercanas y compartían su fe. Cuando la persecución del emperador Diocleciano llegó a Aquitania, Hortensia y su madre decidieron huir a las montañas para evitar ser arrestadas.
En el año 250, Hortensia y su madre fueron descubiertas por los soldados romanos. Fueron llevadas ante el gobernador, quien trató de obligarlas a renunciar a su fe.
Hortensia y su madre se negaron a renunciar a su fe, por lo que fueron decapitadas. Sus cuerpos fueron arrojados a un pozo, pero fueron rescatados por los cristianos y enterrados con honores.
Hortensia y su madre son consideradas mártires de la fe. Su fiesta se celebra el 11 de enero.
Basilio el Grande
Basilio el Grande nació en Cesarea de Capadocia, Turquía, en el año 330. Era hijo de un obispo y fue educado en la fe cristiana. Desde muy joven, Basilio se destacó por su inteligencia y su piedad.
Basilio fue ordenado sacerdote en el año 360 y, posteriormente, fue nombrado obispo de Cesarea. Durante su episcopado, Basilio se dedicó a la defensa de la fe cristiana y a la promoción de la caridad.
Basilio es considerado uno de los más grandes doctores de la Iglesia. Sus escritos sobre la teología, la moral y la vida monástica son muy apreciados por los cristianos.
En sus escritos, Basilio defendió la importancia de la oración, la caridad y la vida monástica. También escribió sobre la naturaleza de Dios, la Trinidad y la Encarnación.
Basilio fue un hombre de gran sabiduría y piedad. Su influencia en la Iglesia fue profunda y duradera.
Macario el Egipcio
Macario el Egipcio nació en Egipto, en el siglo IV. Fue un monje anacoreta que vivió en el desierto. Macario se destacó por su sabiduría y su piedad.
Macario fue un maestro espiritual que escribió muchos libros sobre la vida monástica. Sus enseñanzas son muy apreciadas por los cristianos.
En sus enseñanzas, Macario habló sobre la importancia de la oración, la soledad y la contemplación. También habló sobre la necesidad de purificar el corazón y el alma para poder acercarse a Dios.
Macario fue un hombre de gran sabiduría y piedad. Su influencia en la vida monástica fue profunda y duradera.
Juan Nepomuceno
Juan Nepomuceno nació en Nepomuk, Bohemia, en el año 1340. Fue un sacerdote que se destacó por su piedad y su celo por la fe.
Juan Nepomuceno fue ordenado sacerdote en el año 1363. Durante su ministerio, se dedicó a la predicación y a la dirección espiritual.
Juan Nepomuceno fue martirizado en el año 1393. Fue arrojado al río Moldava por negarse a revelar los secretos de confesión de la reina de Bohemia.
Juan Nepomuceno es considerado el patrón de los confesores y de los periodistas.
En su martirio, Juan Nepomuceno dio un ejemplo de fidelidad a la fe y al secreto de confesión. Su ejemplo es un estímulo para todos los cristianos que se dedican al servicio de la Iglesia.
