Santoral Romano

¿Qué santo se celebra hoy, martes 19 de diciembre de 2023? Consulta aquí el santoral

Hoy se celebra la fiesta de Santa Eva, madre de todos los mortales

Hoy se celebra la fiesta de Santa Eva, madre de todos los mortales
Hoy se celebra la fiesta de Santa Eva, madre de todos los mortales

Hoy, martes 19 de diciembre de 2023, se celebra en el santoral católico a:

  1. Santa Eva
  2. San Anastasio I
  3. San Gregorio
  4. San Nemesio

Santa Eva

Eva aquella primera mujer formada por Dios del costado de Adán, según el mito bíblico. Empleo la palabra mito y su acepción: un relato tradicional que se refiere a acontecimientos antiguos de los que no se tiene conocimientos y por lo tanto idealizan hechos y personajes. Los mitos explican un fenómeno de origen natural o espiritual. Son esenciales para conocer las culturas y su historia. En el fondo del mito hay un trasfondo de verdad. Un ejemplo sería el diluvio universal, presente en varias culturas, aparentemente desconectadas entre sí y que lo contienen en su acervo cultural con diferentes explicaciones. En el caso que nos ocupa, Adán y Eva, es un mito fundacional de la zona mesopotámica, origen de nuestra cultura judeocristiana. Busca explicar el origen del hombre y, sobre todo, la entrada del mal y el pecado en el mundo. Pero todo mito también alude al momento en que se consolida y se plasma por escrito, o sea, cuando se convierte en historia. El relato bíblico del Génesis se escribe a partir de la tradición oral en la época de Salomón, dado a tener varias esposas y a consolidar pactos mediante matrimonios, asimismo dado a la idolatría, especialmente de una divinidad en forma de serpiente. Teniendo claro este contexto histórico, el mito toma más sentido si comprendemos que el Génesis en la pareja de Adán y Eva hace una apuesta por la unión esponsal monogámica, la fidelidad y la adoración de único Dios, desoyendo a los dioses extraños.

De lo que nos dicen las Escrituras, lo primero que llama la atención es el “motivo” de la creación de Eva: viene a solucionar la única cosa que Dios vio que no estaba bien en el mundo: la soledad del hombre. (Gen 2, 20). Lo segundo, es la forma de la creación: No la hace del mismo modo del hombre, con barro, sino que la saca de este, y es que existiendo ya la humanidad, el barro no es necesario, ambos seres son de la misma carne y de los mismos huesos (Gen 2, 23), son iguales en dignidad y valía. Es significativo que el “el hombre tendrá autoridad sobre ti” (Gen 2, 16) no sea sino fruto del pecado y de la ruptura de la relación del hombre y Dios y de los hombres entre sí, y de ello se hace eco Edith Stein en “Ensayos sobre la Mujer”.

Comúnmente se cree la muerte, el dolor (los de parto en caso de Eva) y el trabajo son el castigo que Dios impone a la humanidad por pecar, cuando son las consecuencias de esta ruptura de relaciones. Dios está advirtiendo de las consecuencias, no imponiendo el castigo. De hecho, lo único que determina Dios en el relato de la caída humana es la Redención. Avisa, en Gen. 3, 15, que si bien la serpiente tuvo una victoria temporal (morder el talón), la victoria de la mujer en su descendencia será definitiva (aplastar la cabeza).

Sobre la “vida” de Eva pues poco hay que decir, salvo lo que el Génesis capítulos 2 y 4 ya nos dicen. Eva, como primera madre de los vivientes, recordando que es un mito que no busca historicismos, ni la Biblia tampoco lo pretende. Más que lo que haya sido de la vida de Eva, no podemos decir, pues ciertas revelaciones, como las de la Beata Ana Catalina Emmerick (4 de febrero) o las de Sor María de Jesús de Ágreda más que aportar datos o enseñanzas, aportan fabulaciones sobre lo que pasó, o sea, aportan mitos. Leyendas sobre que vivió más o menos que Adán, que hizo penitencia toda su vida, o que Adán fue enterrado en el monte Calvario, pues las dejamos de lado. Más interesante es la luz que arroja el personaje de Eva en la redención humana. Su papel de madre de todos los vivientes creó el evidente paralelismo con la Santísima Virgen María. Paralelismo situado al margen de una primera analogía: Adán-Cristo, pecado-redención. Esta concordancia la disfrutaron y explicaron los Padres de la Iglesia, que hallan en ella una gran riqueza teológica: Si Eva nos dio la vida natural, María nos dio la sobrenatural

Y para terminar, señalar que podría extrañar que se les considere santos, habiéndonos traído el pecado original que todos hemos heredado. Pero los cristianos sabemos que la redención de Cristo alcanza a todos y que no hay razón plausible para negarla a los primeros padres. A aquellos que desde el seno de Abraham esperarían la venida del Mesías. Aún con más ansia la esperarían los primeros depositarios de esta esperanza: Adán y Eva. De hecho su memoria litúrgica, que no pertenece a Occidente, está señalada a 24 de diciembre no en balde, sino con todo sentido, recordando que si bien pecaron, la “Descendencia de la mujer” ha derrotado definitivamente a la antigua serpiente por su Encarnación, Muerte y Resurrección gloriosas.

San Anastasio I

San Anastasio I fue el papa número 39 de la Iglesia católica. Gobernó la Iglesia desde el año 399 hasta el año 401.

San Anastasio fue un hombre de gran piedad y sabiduría. Luchó contra el arrianismo, una herejía que negaba la divinidad de Jesucristo. También promovió la unidad de la Iglesia, y trabajó para mejorar las relaciones entre la Iglesia y el Imperio romano.

San Anastasio murió en el año 401, y fue canonizado por la Iglesia católica.

San Gregorio

San Gregorio fue el obispo de Auxerre, en Francia, durante el siglo VI. Es considerado uno de los Padres de la Iglesia, y su obra teológica es muy importante.

San Gregorio nació en Aquitania, Francia, en el año 538. Ingresó en la vida monástica a una edad temprana, y se convirtió en obispo de Auxerre en el año 573.

 

San Gregorio fue un hombre de gran sabiduría y piedad. Su obra teológica, que incluye sermones, homilías y tratados, es muy importante para la comprensión del cristianismo. También fue un gran promotor de la cultura y la educación.

San Gregorio murió en el año 604, y fue canonizado por la Iglesia católica.

San Nemesio

San Nemesio fue el obispo de Emesa, en Siria, durante el siglo IV. Es considerado un mártir de la Iglesia católica.

San Nemesio nació en Emesa, Siria, en el siglo IV. Fue ordenado obispo de Emesa en el año 300.

San Nemesio fue un hombre de gran piedad y coraje. Durante la persecución de Diocleciano, se negó a renunciar a su fe cristiana. Fue martirizado en el año 303.

San Nemesio es considerado un mártir de la Iglesia católica. Su fiesta se celebra el 19 de diciembre.

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