La complicada relación de Estados Unidos con el Papa: sus propuestas "a veces desorientan", dice vaticanista
John L. Allen: "No se puede negar el hecho de que la era de Francisco ha sido un período turbulento para la Iglesia norteamericana"
- Papa liberal y conservadores estadounidenses
- Una realidad menos dramática
- Una institución global
- Condena a Putin
- Los recursos de la Iglesia en Estados Unidos
John L. Allen Jr. editor de Crux y vaticanista, realiza un análisis sobre el contexto de la complicada relación de Estados Unidos con el Papa Francisco, que recoge Angelus News.
Papa liberal y conservadores estadounidenses
Afirma que en los últimos 11 años, reporteros y comentaristas de información vaticana "han tendido a exagerar las percepciones de una brecha entre el Papa liberal y una iglesia más conservadora en los Estados Unidos, particularmente en lo que concierne a los obispos estadounidenses, y, por supuesto, ha habido suficientes prelados abiertamente disidentes en el país como para mantener viva esa narrativa".
Tampoco se puede negar el hecho de que la era de Francisco ha sido un período turbulento para la Iglesia en Estados Unidos. "Tanto en sustancia como en estilo, el primer Papa de la historia procedente del mundo en desarrollo ha resultado a veces desorientador para muchos católicos estadounidenses", afirma.
Una realidad menos dramática
Sin embargo, para Allen la realidad es un poco menos dramática de lo que sugerirían estas percepciones de fracturas y cismas.
Recuerda que la encuesta Gallup más reciente, publicada a mediados de enero, encontró que Francisco disfruta de un índice de aprobación del 58% y que el Papa argentino es visto positivamente por el 77% de los católicos estadounidenses.
Esta encuesta también recoge las opiniones negativas de Francisco que están ahora en máximos históricos, tanto entre la población en general como entre los católicos en particular.
"Sin embargo, después de 11 años polémicos en el cargo, y en una era extremadamente polarizada, el hecho de que el Papa todavía tenga un respaldo general tan fuerte probablemente debería ser la conclusión más importante", remarca el periodista especializado en cobertura del Vaticano y la Iglesia católica.
Una institución global
Para Allen, Francisco está reorientando el catolicismo, y el Vaticano específicamente, de ser una institución predominantemente occidental a una institución verdaderamente global. "Sus políticas sobre China, por ejemplo, o sobre Ucrania, o sobre Gaza, se alinean mucho más estrechamente con las de las “naciones BRICS” (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica entre ellas, como sugiere el acrónimo) de lo que considera la Casa Blanca, "incluso bajo una administración liberal dirigida por un católico y autoproclamado admirador de Francisco".
Con respecto a la vida interna de la Iglesia, Francisco está siguiendo un programa de sinodalidad, "un término difícil de definir con precisión pero que, a grandes rasgos, se refiere a un enfoque eclesial más participativo e inclusivo, arraigado en la compasión y diálogo, y con menos énfasis en algunas de las batallas morales tradicionales que han definido la identidad católica en Estados Unidos en las últimas décadas, especialmente en lo que respecta a “cuestiones de vida” como el aborto", remarca el editor de Crux.
Condena a Putin
Para Allen, ambos temas han sido difíciles para algunos sectores de la opinión católica estadounidense. Además, muchos liberales estadounidenses incluso conservadores se indignan porque Francisco no condenar abiertamente a Vladimir Putin.
"En una comunidad de fe global tan extendida, los católicos en Estados Unidos se verán cada vez más presionados a hacer las paces con la realidad de que la Iglesia y sus líderes no siempre reaccionarán desde dentro de las categorías estadounidenses o según la lógica estadounidense. En este momento, las tensiones desatadas por esta transición se centran en Francisco, pero con la misma facilidad podrían ser provocadas por un pontífice del Congo, Sri Lanka o Myanmar (todos, por cierto, países candidatos al menos remotamente plausibles para dar la Iglesia su próximo líder), dice el vaticanista.
Los recursos de la Iglesia en Estados Unidos
La Iglesia en Estados Unidos dispone de recursos gigantescos, tanto humanos como financieros, incluida, con diferencia, la principal red de instituciones católicas del mundo. Incluyen escuelas y universidades, hospitales y clínicas, pero "deben tener claro que la turbulencia de la era Francisco no es un asunto aislado desencadenado por la idiosincrasia de un pontífice gaucho o vaquero. Es, más bien, un presagio de lo que vendrá, tal vez no siempre al servicio de la misma agenda, pero tampoco es probable que sea predeciblemente “estadounidense” en tono o contenido", analiza Allen.
Para decirlo de otra manera, el papado de Francisco pasará, como eventualmente sucede con todos los papas. Sin embargo, la nueva y más complicada era de la Iglesia global que él encarna, con sus promesas y sus frustraciones para los estadounidenses, parece haber llegado para quedarse, concluye.
