Gil Tamayo, arzobispo de Granada: “No somos superhombres”
El pasado 30 de septiembre, el Nuncio de Su Santidad en España, Mons. Bernardito Auza, impuso el palio arzobispal a Mons. José María Gil Tamayo, en la Eucaristía celebrada en la S.I Catedral Metropolitana de Granada.
El palio arzobispal que hoy se le ha impuesto fue bendecido por el Papa Francisco en la Eucaristía celebrada en la Basílica de San Pedro, en Roma, el pasado 29 de junio, Solemnidad de San Pedro y San Pablo. Mons. Gil Tamayo, junto a otros arzobispos metropolitanos nombrados en el último año –entre ellos otros tres españoles-, recibió este palio bendecido de manos del Papa, durante dicha Eucaristía en Roma.
Junto al Pueblo de Dios, también han asistido distintas autoridades civiles y militares, del gobierno autonómico, provincial y local, así como responsables de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y Policía Local. Las Hermandades y Cofradías han estado representadas por el presidente de la Real Federación y el Hermano Mayor de la Hermandad patronal.
En sus palabras iniciales, pronunciadas antes de la imposición, el Nuncio de Su Santidad ha recordado que el palio es símbolo de la comunión con el Santo Padre y en la Provincia Eclesiástica, así como el símbolo del Buen Pastor, que imita al mismo Jesucristo, que apacienta el rebaño, llevando la oveja sobre sus hombros, y va en busca de la oveja perdida, hasta dar su vida por ella.
Por su parte, el arzobispo de Granada, Mons. José María Gil Tamayo, ha renovado su comunión, fidelidad y afecto al Papa Francisco y su magisterio, al mismo tiempo que ha recordado que los pastores de la Iglesia “no somos superhombres”. En este sentido, el arzobispo explicó que siendo pecadores, han sido elegidos como pastores, pero, en esa contradicción, confiesan su amor a Jesucristo, aludiendo al pasaje del Evangelio leído en la Eucaristía: “Señor, Tú lo sabes todo. Tú sabes que te quiero”.
En sus palabras, Mons. Gil Tamayo ha incidido en la unidad de la Iglesia y en trabajar por el bien común de toda la sociedad, evitando dejarse arrastrar por el “ambiente de polarización” actual y que enfrenta a unos contra otros.
En la Eucaristía, en la oración de los fieles se ha rezado por los trabajos del Sínodo que comienza esta semana, en Roma,
