Por qué los cristianos se han cansado de ser buenos

El sacerdote Carlos Villar sintetiza en "La verdadera noche es luz" algunas de las preocupaciones espirituales básicas en la vida de un cristiano

Carlos Villar, sacerdote.
Por qué los cristianos se han cansado de ser buenos.
  1. Preocupaciones espirituales de un cristiano 
  2. Cristianos, "disfrutones" de la vida 
  3. Crisis en la vida espiritual
  4. Miedo a la vida real
Carlos Villar, sacerdote.
Carlos Villar, sacerdote.

No hace muchos días me referí a este joven autor cuando escribí sobre las Jornadas sacerdotales de Pamplona. Me impresionó su conferencia. No podía dejar pasar la oportunidad de leer la que me decían era su primera gran obra de teología espiritual, o de espiritualidad a secas, con el subtítulo “Reflexiones espirituales desde el misterio de la Cruz”.

Es cierto que me llamó la atención que estuviera editada en Cobel ediciones, que entiendo es una loable iniciativa editorial con una difusión probablemente menor de la que quisieran sus promotores. Era cuestión de saber en qué librería suelen vender ejemplares de esta editorial.

Preocupaciones espirituales de un cristiano 

Ahora que ya he leído “La verdadera noche es luz” puedo asegurar que estamos ante un filón. El autor, director espiritual del Seminario Romano de la Prelatura del Opus Dei, o algo así, es capaz de sintetizar en este libro algunas de las preocupaciones espirituales básicas en la vida de un cristiano.

Entiendo que al tener ese cargo, esto que escribe forma parte de la espiritualidad que transmite a los futuros sacerdotes del Opus Dei. Pues si es así, no pocos en la Iglesia debieran darse una vuelta por aquí. Igual se llevan una sorpresa.

Es decir, que seas quien seas, te dediques a lo que te dediques, vivas la fe de una manera u otra, hay una serie de preguntas sobre la vida espiritual, sobre sus bases, sobre los problemas, las acechanzas, los desalientos, frustraciones, las prácticas, que tarde o temprano tienes que hacerte.

A medida que iba leyendo estas páginas, que de verdad, enganchan, pero que recomiendo en pequeñas dosis, saboreándolas, era como si estuviera hablando con un director espiritual, consejero, animador, coach o como se diga.

Cristianos, "disfrutones" de la vida 

De hecho hay alguna idea del libro que me ha parecido genial. Por ejemplo, la que aborda la cuestión de por qué los cristianos se han cansado de ser buenos o la que plantea cómo disfrutar del bien, es decir, la invitación a que los cristianos seamos unos “disfrutones” de la vida, como dice un amigo mío. “Un cristiano que no goza con la virtud, con la vida, con la creación, no es auténtico, es una caricatura”.

Carlos Villar ha escrito este libro, y se nota, después de muchas y variadas lecturas. Es cierto que hay autores que se repiten con frecuencia, por ejemplo Romano Guardini. Tengo que confesar que no recuerdo haber visto en un libro de esta naturaleza reproducir textos de su epistolario personal, en concreto con una de las personas sobre las que confiesan más le han ayudado, Ernesto Fernández Juliá.

Crisis en la vida espiritual

El libro arranca con un capítulo dedicado a la crisis en la vida espiritual y termina con una invitación a la vida contemplativa, no sin antes haber hablado del mandamiento nuevo, es decir, del amor.    

 

Cuando escribe de la crisis, o de las crisis, deja claro que “Dios se sirve de esas crisis precisamente para derribar los ídolos que nos construimos: vivir para el rol, el activismo, la necesidad de resultados, la santidad como impecabilidad, la seguridad ante todo, el éxito profesional, la imagen ante un público…”.

Miedo a la vida real

Luego nos habla del miedo a la vida real, de los desgarramientos, de la vocación, “que no otra que la revelación progresiva de la propia verdad”, del corazón que se hace rígido. “Cuando en la vida cristiana cede el amor, la pureza termina convirtiéndose en simple decadencia, el apostolado en táctica y la disciplina en látigo”, leemos. O cuando alerta sobre las formaciones espirituales “de corte voluntarista”.

Y para qué hablar de las páginas dedicada al diablo y sus asechanzas en la vida… Alucinantes.

Me quedo con unas líneas que sintetizarían algo de lo dicho hasta ahora. “La fe apela a la profundidad de la existencia. Vivir con hondura las realidades que tejen la dimensión de lo humano -la amistad, la paternidad, la maternidad, la filiación, el trabajo, la sexualidad, el matrimonio, el celibato-. Se configura como el cauce por el que la gracia perfecciona la naturaleza, pero sin suplirla. De otro modo no hablaríamos sino de magia”.

Eso, demasiados magos…

La verdadera noche es luz

Carlos Villar

Cobel ediciones

La verdadera noche es luz. Carlos Villar.
La verdadera noche es luz. Carlos Villar.

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