El hechizo de una cultura bien pensada

José María Carabante, profesor de Filosofía del Derecho, reflexiona sobre la reconstrucción de la cultura y del hombre

Josemaría Carabante
Profesor de Filosofía del Derecho (Universidad Complutense de Madrid).
Josemaría Carabante.

Estamos ante un libro sugerente, que lleva por subtítulo “Hacia una reconstrucción de la cultura y del hombre” y que viene a ser una propuesta de reconstrucción de las relaciones entre naturaleza y cultura. Incluso se podría decir que es una invitación que reclama un segundo ensayo, o estudio, sobre algunos aspectos sugeridos.  

El autor es profesor de Filosofía del Derecho en la Universidad Complutense y responsable de la sección de crítica de libros de Aceprensa. Por lo tanto, maneja una serie de referencias bibliográficas bien aseadas, como si fuera una bodega de vinos frescos, y tiene un estilo ágil, en el combina adecuadamente la argumentación con los ejemplos.

Relaciones entre persona y cultura

Pero lo que interesa de este libro, que sirve para los estudiantes universitarios –incluso los más avezados del bachillerato- y para toda persona que quiera tener alguna idea clara sobre cuáles son los problemas principales de la actualidad cultural, es la perspectiva de fondo, los supuestos sobre los que articula su descripción de las relaciones entre persona y cultura. Una adecuada comprensión antropológica y un fino análisis de los fenómenos culturales de nuestro tiempo.

Podría en esta reseña hacer un listado de tesis sobre las que se organiza la trama argumental del libro. De entre ellas: 

  • Existe una reciprocidad entre cultura y naturaleza humana. Para recuperar el sentido liberador de la cultura hemos de partir de una comprensión clara de quiénes somos. 
  • Al hombre moderno le han expropiado su experiencia. 
  • Debemos reivindicar la cultura como presupuesto de lo humano, la experiencia de sentido frente a las concepciones de la utilidad. 
  • La senda más fértil para reconstruir nuestra humanidad es la cultura. Es la hora de que salga en defensa de la naturaleza y del hombre y la mujer. 
  • Lo que nos caracteriza, y diferencia, incluso como especie, es que somos seres simbólicos, de sentido. Cultura es la narración que descifra quiénes somos. La pérdida de la conexión con la naturaleza lleva a la corrupción. 
  • Vemos la realidad a través de un tamiz simbólico y con la lente de quienes nos precedieron. 
  • La crisis de la cultura es la crisis del hombre. 
  • No se puede entender el hombre, la cultura como cancelación de la violencia y la religión sin comprender sus relaciones.  
  • La antropología filosófica enseña que la singularidad del ser humano estriba en su apertura a la totalidad de lo real. 
  • Las patologías que se derivan de la sobredosis de una cultura indiferente a la persona son: la fiebre del yo, la mentalidad relativista y el utilitarismo.

 

Podría seguir, pero ya se habrán hecho una idea del contenido del libro. Recuerda nuestro autor que Nietzsche, en “Crepúsculo de los ídolos” comentó que se requieren maestros para tres tareas relacionadas con el desarrollo de la persona: “Se ha de aprender a mirar, se ha de aprender a pensar, y se ha de aprender a hablar y escribir”. Y en esas estamos. 

La suerte de la cultura 

José María Carabante

La Huerta Grande  

 

La suerte de la cultura.

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