La capacidad persuasiva del Evangelio

El periodista catalán Antoni Batista presenta un libro sobre las perspectivas de análisis de los Evangelios desde la teoría de la comunicación

Periodista catalán Antoni Batista. Fuente: cuenta de Twitter personal @antonibatistav.
Periodista catalán Antoni Batista. Fuente: cuenta de Twitter personal @antonibatistav.

Antoni Batista es un periodista catalán de largo recorrido, que ha trabajado en medios como el “Diari de Barcelona”, “Avui” y “La Vanguardia”. Profesor en la Facultad de Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona, se ha caracterizado por seguir la información sobre el nacionalismo y el terrorismo de ETA. 

Hombre ocupado y preocupado por el diálogo entre la fe y la cultura, ahora nos ofrece un curioso libro sobre las perspectivas de análisis de los Evangelios desde la teoría de la comunicación. 

Sin entrar en consideraciones técnicas exegéticas, esta perspectiva tiene en cuenta la retórica clásica, base de toda teoría de la comunicación que se precie, pero también horizontes de métodos subyacentes de teorías hermenéuticas, como pueden ser el lingüístico o el histórico-crítico o el sociológico. 

Señala que “los Evangelios tienen una clara voluntad comunicadora, con todo el sentido semiótico que hoy podemos atribuirle: sintáctica por su redacción, semántica por su significado, pragmática por la actividad religiosa que ha generado”. 

Confiesa nuestro autor: “Vi –o se me apareció- en ello la posibilidad de un nuevo enfoque en los estudios de los Evangelios desde la teoría de la comunicación. (…) A través de un cruce entre el análisis cuantitativo –algo así como contra palabras- y el análisis hermenéutico –algo así como descifrar significados-, busqué las palabras y la fuente principal, Jesús, para llegar después a los mensajeros”. 

Lo que indica que, en el sustrato del libro, subyace la pretensión de un encuentro personal con Jesús capaz de generar cultura.  

También parte del supuesto de que “la fe tiene, comunicacionalmente hablando, el sustento científico del contraste periodístico”. 

Este proceso tiene el riesgo de quedarnos en la, que pudiéramos denominar, entomología metodológica, pegada a lo cuantitativo. Para adentrarnos en el significado del sentido de la palabra evangélica, no se puede reducir su capacidad de fuerza performativa. Cuestión que nuestro autor intenta evitar en cada uno de los hitos que se marca. 

Hay dos cuestiones sobre las que me gustaría hacer un comentario. La primera es la notable cultura general de autor, cultura sobre las corrientes y tendencias culturales contemporáneas, así como sobre las filosofías en boga. 

 

Y, segundo, su pasión por desentrañar el texto y poner en evidencia la capacidad persuasiva del Evangelio que trasciende tiempos y culturales. 

Otra cuestión son las referencias, tanto contextuales como textuales, a cuestiones teológicas de fondo, en las que el autor obvia perspectivas de la tradición de la Iglesia que configuran el magisterio, la confesión normativa de la fe. Este proceso hace que el lector se quede insatisfecho en algunos análisis propuestos. 

La crítica a una creencia dogmática y la implícita contraposición entre una creencia racional, escriturística, evangélica, y otra dogmática relacionada con lo fundamentalista, evita un ejercicio crítico de reflexión como medida del discernimiento de la conciencia racional.

Esto no quiere decir que no sea loable la propuesta de poner los Evangelios en relación con las teorías de la comunicación al uso en la búsqueda de un significado sobre el sentido de lo humano y de lo divino.

Los portavoces de Dios

Antoni Batista

Fragmenta editorial

Los portavoces de Dios. Antoni Batista. Fuente: Fragmenta Editorial.
Los portavoces de Dios. Antoni Batista. Fuente: Fragmenta Editorial.

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