La Permanente de la Conferencia Episcopal evitó pronunciarse por escrito sobre los indultos

La estrategia diseñada por el cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y Presidente de la Conferencia Episcopal Española, para que la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal, celebrada el martes y miércoles, no se pronunciara mediante un comunicado sobre los indultos, ha salido a la perfección.

Tal y como han confirmado, a preguntas de Religión Confidencial, varios obispos presentes en la Comisión Permanente, y varias fuentes de la calle Añastro, el cardenal Omella no tenía ninguna voluntad de que la Conferencia Episcopal se pronunciara públicamente con un escrito.

Crítica a la nota

El argumento principal que utilizó, al final, el presidente de la CEE es que fuera monseñor Luis Argüello, como Secretario General y portavoz, quien respondiera a las preguntas de los periodistas en la rueda de prensa posterior a la Plenaria y así calmara las aguas. 

Tal y como ha reconocido, la cuestión de los indultos se abordó durante la tarde del martes, en una larga sesión en la que primó el clima de cordialidad y comunión entre los obispos. Pero en la que también se sucedieron intervenciones muy críticas contra la nota de los obispos catalanes, en una cuestión que afectaba a todos los obispos de España.

Omella, ausente

El cardenal Omella ya se había ausentado durante gran parte del debate en la reunión de los obispo catalanes, dato que había trascendido el lunes pasado.

En esa reunión, la voz cantante la llevó el obispo de la Seo de Urgel, monseñor Joan Enric Vives.

Y durante la permanente de los obispos, monseñor Omella estuvo todo el rato echando balones fuera.

Viaje urgente a Roma

Ante el hecho de que se generaba un consenso sobre la necesidad de aclarar algunos aspectos morales de la cuestión de los indultos, el martes, el Presidente de la Conferencia Episcopal decidió aplazar la cuestión para el día siguiente –técnica ya utilizada en otros momentos de las reuniones de la Conferencia- y derivar la responsabilidad hacia el obispo secretario que, tal y como se demostró en la rueda de prensa posterior, tenía las ideas claras sobre lo que debía decir la Iglesia acerca de los indultos.

Al día siguiente, miércoles, el cardenal Omella se ausentó de los trabajos de la Comisión Permanente por un viaje urgente a Roma, con lo que el debate y la posibilidad de elaborar una nota oficial se quedó en nada.

Relación con Carmen Calvo

Algunas fuentes eclesiales consultadas por Religión Confidencial sostienen la hipótesis de que esta estrategia del cardenal Juan José Omella se debe al acuerdo al que habría llegado con el Gobierno para que la Iglesia, de forma oficial y colegiadamente, se mantuviera al margen de la cuestión de los indultos y no diera un paso más allá que el comunicado de los obispos catalanes.

RC ha podido contrastar las buenas relaciones que el cardenal  Juan José Omella mantiene con la Vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y sus conversaciones frecuentes, que trascienden las cuestiones que afectan a las relaciones Iglesia y Estado con temas personales.

En esta hipótesis sobre el motivo por el que el cardenal Omella ha actuado de esta forma aparece la contraprestación del Gobierno de no tocar el IBI y la Enseñanza Concertada.

Sin pronunciamiento

De momento, lo que es una evidencia es que, efectivamente, la Conferencia Episcopal Española no se ha pronunciado como tal, de forma escrita, ante la cuestión de los indultos.

Solo se han escuchado voces particulares, como la del arzobispo de Oviedo, monseñor Jesús Sanz Montes, en una Tercera de ABC de ayer jueves, en la que ha querido poner un poco de luz a una cuestión trascendental para el presente y el futuro de España.