Juan Pedro Núñez, investigador de Comillas: “Los humanos seremos una nueva especie con chips implantados en nuestro cerebro”

Analiza los riesgos del transhumanismo: “Las consecuencias serían devastadoras para la naturaleza humana”

Juan Pedro Núñez.
Juan Pedro Núñez, investigador de Comillas: “Los humanos seremos una nueva especie con chips implantados en nuestro cerebro”.
  1. Dependiente de la tecnología
  2. El peligro de sustituir experiencias conscientes  
  3. “Hasta que nos estrellemos” 
Juan Pedro Núñez.
Juan Pedro Núñez en la Universidad Católica de Valencia. 

Juan Pedro Núñez, profesor de la Universidad Pontificia de Comillas, ha participado en un congreso sobre neuroética de la Universidad Católica de Valencia (UCV), organizado por su Observatorio de Bioética.

Núñez ha analizado los riesgos del transhumanismo, cuyos ideólogos defienden que, gracias a la ciencia y la tecnología, las personas se convertirán en seres muy superiores a los humanos actuales y llegarán a vivir para siempre. En opinión de este experto, el desarrollo científico-tecnológico impulsado por la inteligencia artificial convertirá a los seres humanos “en una nueva especie, en la que una parte importante de su cerebro estará directamente interaccionando con chips o dispositivos implantados que mejorarán su rendimiento”. 

Dependiente de la tecnología

El profesor de Comillas, no obstante, no hace esta afirmación con el entusiasmo de los transhumanistas: “Dicen que vamos a ser mejores, pero no es cierto. Viajar en coche no nos hace organismos más rápidos; el rápido es el vehículo. Cuando me bajo del coche soy igual de lento que antes. De hecho, si conduzco mucho mi capacidad muscular se verá reducida y seré más lento. Y eso es lo que estamos olvidando. Nuestro funcionamiento cerebral no crecerá con la incorporación de tales sistemas. Las ventajas de esa tecnología nos harán dependientes de ella, lo que supondrá la inhibición o atrofia de funciones que tendríamos que ejercitar todos los días sin esas muletas artificiales”. 

Así, “el sistema altamente desarrollado será la parte artificial, que podrá fallar, que se podrá quitar, poner, actualizar. La otra parte, la biológica y psicológica, que nos es connatural, se atrofiará en una de las columnas vertebrales de su razón de ser: la experiencia consciente. Creo que es una posibilidad no discutible como tal. Así, nos convertiríamos en organismos cuyo cerebro ya no opera en torno a esa estructura al mismo nivel que lo está haciendo ahora. Las consecuencias serían devastadoras para la naturaleza humana”, ha subrayado Núñez. 

El peligro de sustituir experiencias conscientes  

Para aclarar los posibles efectos cerebrales de la implantación de chips: “Imaginemos que uno de estos chips lleva insertado un traductor de lenguas. Gracias a él podrás entenderte con un chino, un ruso o un maorí. Es decir, estos chips generarán experiencias conscientes a través de estimulaciones en ciertos centros neurológicos y entenderás el finlandés, pronunciarás palabras en alemán, en suajili. Defiendo la idea de que el cerebro está en alguna o en gran medida organizado en torno a la actividad consciente; por eso, ¿qué supondrá para nuestro cerebro a medio o largo plazo que un dispositivo le fabrique experiencias conscientes, cuando ha sido siempre éste el que lo ha hecho hasta ahora?”. 

Núñez ha aseverado que esos dispositivos irán evolucionando y habrá “un gran número de seres humanos con cerebros muy asistidos, que no es lo mismo que desarrollados, eso que nos tratan de vender los transhumanistas”.

Para el profesor de Comillas “la mayoría de transhumanistas son empresarios del mundo de la computación que se han hecho ricos y poseen empresas multimillonarias que están vendiendo un sueño, que tiene parte de realidad, y lo hacen fenomenal. Pero hablan sólo de la parte buena. Como sabe todo el mundo, la letra pequeña del contrato, los posibles efectos secundarios, no aparecen en la publicidad de ningún producto”.  

“Hasta que nos estrellemos” 

Para el profesor de Comillas el desarrollo de esas tecnologías conlleva muchos riesgos que no podremos eludir; nos vamos a enfrentar a ellos. "Ojalá pudiéramos decir ‘esto es muy peligroso, mejor no nos metamos por ahí" y frenar ciertas investigaciones, pero no será así. Estas tecnologías seguirán creciendo, del mismo modo que ha sucedido con cualquier otro avance científico a lo largo de la historia, nos parezca bien o no. Personalmente, creo que no seremos capaces de controlar su progreso hasta que nos estrellemos con una realidad que obligue a la sociedad a replantearse el asunto, como sucedió con las armas nucleares. Hasta que no tropieza y se cae, el ser humano no piensa si el camino que sigue es el adecuado. Para ello necesitaremos un golpe gordo”, ha advertido.  

Núñez no se muestra muy optimista, en cuanto a la posibilidad de evitar ese batacazo: “Se podría evitar si el debate que se produce en torno a estas tecnologías es el ético, no sólo el científico; pero no somos un mundo ético sino uno movido, sobre todo, por el mercado. Me gustaría creer en un desarrollo sensato y ético de la ciencia y la tecnología, pero ¿cuándo ha ocurrido eso en la historia de la humanidad? Eso sí, cuando el mercado nos lleve al desastre toda la reflexión ética que hayamos podido hacer durante el proceso nos ayudará a encontrar soluciones”.  

 
Juan Pedro Núñez.
Juan Pedro Núñez.

Video del día

Abascal: “Hemos asistido a un bochorno internacional de consecuencias incalculables”
Comentarios