Fallece Jesús Carrascosa, responsable de Comunión y Liberación en España

Con los nuevos estatutos, sus miembros tendrán que elegir, probablemente en esta primavera, al nuevo responsable nacional

Jesús Carrascosa, responsable en España de Comunión y Liberación.
Fallece Jesús Carrascosa, responsable de Comunión y Liberación en España.
  1. El mito fundacional
  2. Dos libros de referencia
  3. Extender en España el movimiento
  4. Al más puro estilo de don Giussani
  5. Colaboración entre italianos y españoles
  6. Ante la Curia vaticana
  7. Elegir al nuevo responsable nacional
Jesús Carrascosa, responsable en España de Comunión y Liberación.
Jesús Carrascosa, responsable en España de Comunión y Liberación.

En torno a las 18,00 horas de ayer martes, 9 de enero de 2024, la alarma de WhatsApp saltó como si quisiera adelantar una noticia que sabía iba a producir un largo y pausado silencio. “!Ha muerto Carras!”.

Tres palabras para comunicar que el responsable de Comunión y Liberación en España, Jesús Carrascosa, acababa de fallecer. A los ochenta y cuatro años, quien desde junio de 2022 había asumido las riendas de esta realidad eclesial, a la que el Señor, porque la ama, la prueba a fondo, dejaba este mundo para darse un abrazo vallecano, fuerte, directo, al grano, con el Cristo Liberador que dio sentido a su existencia.

El mito fundacional

Jesús Carrascosa, nacido el 29 de mayo de 1939, no es sólo quien ha llevado las riendas de Comunión y Liberación en estos últimos y tormentosos años en España.

Carras es el mito fundacional de este movimiento en España junto con su amigo del alma, José Miguel Oriol. Carras es la superación del mayo del 68 eclesial, quien de trabajar en el almacén de la editorial ZYX, en tiempos de cristianismo militante, obrero, de izquierda infantil, pasó a ser en España la mano, no sé si izquierda o derecha, de don Giussani, y no sólo por estos predios. Y digo que no sé qué mano porque la otra es el bueno de José Miguel Oriol.

Dos libros de referencia

Quienes no han tenido la oportunidad de conocer personalmente a Jesús Carrascosa, y a su mujer Ione Echarri- también probada por la enfermedad en estos últimos tiempos-, porque hablar de Carras es hablar de Ione, como hablar de Oriol es hablar de Carmina, que habrá recibido a Carras con esa sonrisa y dulzura que la caracterizaba, tienen como referencia principal dos libros.

El primero, las memorias de los “30 años de Encuentro” escritas por José Miguel Oriol.

Y, segundo, la biografía de Alberto Savorana “Luigi Giussani. Su vida”, la biografía hasta hora de referencia.

Extender en España el movimiento

Dice Oriol que, junto a él, firmaron tres personas las escrituras de constitución de la editorial Encuentro el 30 de mayo de 1978. “Jesús Carrascosa (“Carras”), a quien había conocido en el otoño de 1967 trabajando en el almacén de ZYX, amigo del alma desde entonce. Con él había compartido ya mil batallas.

Ahora estaba empezando desde hacia poco tiempo la definitiva: iniciar y extender en España la experiencia del movimiento cristiano que habíamos conocido en los últimos años: Comunión y Liberación”.    

 

Líneas después, Oriol da un dato interesante de la vida de Carras que quizá muchos desconozcan. Cuenta que un día fue a ver a otro de los grandes hombres de la historia de la Iglesia, Julián Gómez del Castillo. En la calle Abel 27, cerca de Cuatro Caminos, “saludé por primera vez a un joven jesuita, recién licenciado en Filosofía y estudiante de Teología, que trabajaba en el almacén de libros de la editorial, haciendo paquetes, envíos, etc… Era Jesús Carrascosa”.

Al más puro estilo de don Giussani

Carras y Ione vivieron en Milán, empapándose de don Giussani y del Movimiento, desde mayo de 1975 a septiembre de 1977. A su regreso a España, al tiempo que trabajaba de profesor de religión, se dedicaba a sembrar esta realidad eclesial por nuestro país. No fueron pocos los alumnos de Carras a los que su forma de dar clase, en el más puro estilo de don Giussani, con un tinte vallecano, madrileño, les cambió la vida.

Colaboración entre italianos y españoles

El 1 de julio de 1995, don Giussani, en el Consejo Nacional de Comunión y Liberación, leyó un fax de Javier Prades en nombre de los responsables de España:

“Hemos recibido vuestra carta sobre la importancia de una colaboración más estrecha entre los responsables españoles e italianos respecto a las misiones del movimiento en el mundo. Hemos discutido vuestra propuesta sobre el nombre de Carras para la Guía de la Comisión Internacional, y estamos de acuerdo con ella (…) Para la Diaconía central de España es un motivo de alegría y de gratitud esta invitación a colaborar con vosotros en la guía del movimiento”.

Carras es el artífice de la infusión de sangre española en una realidad cuyo cuerpo creció en Italia. Carras, el primer elegido por don Giussani, que muy pronto se había sentido fascinado por lo que aquellos entusiastas españoles, muchos de ellos jóvenes, aportaban a la realidad católica de Comunión y Liberación.

Ante la Curia vaticana

Estancia en Milán y luego en Roma, a partir del año 2000, como responsable de la sede del Centro Internacional de Comunión y Liberación, lo que significaba, entre otras cosas, la embajada de Comunión y Liberación ante la Curia vaticana. Por su casa romana pasaron no pocos de los protagonistas de la historia de la Iglesia en nuestro tiempo. Bueno, en el de Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Allí permaneció Carras hasta el 2021 en que regresó a España, en dónde fue elegido responsable para un momento crítico de transición interna. 

Elegir al nuevo responsable nacional

Ésta es la historia. Tiempo pasado. Comunión y Liberación no es sólo pasado, es futuro. Con los nuevos Estatutos, sus miembros tendrán que elegir, probablemente en esta primavera, al nuevo responsable nacional.

La sombra de Carras seguirá presente, al menos para una generación, la fundacional, para la primera y quizá para la segunda, de esa realidad eclesial tan mal entendida por algunos y tan novedosa siempre en su propuesta de cómo vivir el encuentro con Cristo. 

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