Cuestionan la “indiferencia” mundial ante la grave situación creada por la expulsión de esas comunidades en Irak y el secuestro, hace más de un año y medio, de obispos en Siria.
El camino de la reconciliación es largo, pero inicia dentro de nosotros mismos. Israel y Hamás, ¿cómo es que miran ustedes la brizna que hay en el ojo de su hermano, y no reparan en la viga que hay…