Una nueva Universidad

Ciertamente, el gran artífice de la nueva Universidad Eclesiástica es el cardenal Rouco, que tiene alma universitaria y que no ha perdido esa alma de su generación, que le interpela en la conciencia de su ministerio. Una interpelación acerca de la necesidad de un diálogo entre la fe y la cultura, desde la dignificación de la Teología y del Derecho Canónico, desde la concepción integral, de raíz germánica, de lo que es la Universidad. Pero San Dámaso es fruto de una época, de dos pontificados: el de Juan Pablo II y el de Benedicto XVI. Una época que ha dejado desubicados a otros centros.

Cuando se escriba la historia de esta constitución habrá quienes hablen de la osadía y del empeño del cardenal Rouco, olvidándose del principio. Allí estuvieron el cardenal Ángel Suquía y la persona a la que éste le encomendó el cambio: el hoy cardenal Antonio Cañizares, que si algo sabe, indiscutiblemente, es de Universidades y de nuevas Universidades.

No han sido pocos los que se han preguntado si la erección de esta nueva Universidad Eclesiástica para España, en la que no se contempla la ampliación del zoom de la oferta académica a titulaciones civiles, se deduce de la necesidad de un centro de éstas características en Madrid y en España. El Decreto de la Congregación para la Educación Católica y el trabajo de su secretario, monseñor Brugués, parecen confirmarlo. Pero quienes escriban sobre este momento también tendrán que hacerlo de la oposición que ciertos centros eclesiásticos, y de sus satélites en la opinión pública, que han mantenido enarbolada la bandera contra la constitución de San Dámaso en Universidad. Una oposición que ha tenido muchos tiempos, y muchos estratos, con diversos colores en el juego. Sin duda, eso es agua pasada. Ahora habrá que esperar a la acogida que el resto de los centros eclesiásticos españoles den a esta nueva iniciativa, que marcará un nuevo ritmo y un nuevo tiempo en la ciencia y en la conciencia de la Iglesia en España. El hasta ahora Delegado del Gran Canciller –y esperemos que pronto Rector Magnífico-, el miembro español de la Comisión Teológica Internacional, Javier Prades, ha recordado que el Decreto de erección de la Universidad Eclesiástica San Dámaso supone que los Estatutos vigentes de los Centros de Teología, Filosofía, Derecho Canónico, Literatura Cristiana y Clásica “San Justino” y el Instituto Superior de Ciencias Religiosas, vinculado a la Facultad de Teología, son sustituidos por los nuevos que se acaban de aprobar, para la Universidad y para cada centro. También se inicia un proceso de constitución de los órganos de gobierno, que será largo y lento, en el que se jugarán los equilibrios de Escuela, algo muy Universitario.

José Francisco Serrano Oceja

 
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