Alexia me hizo un favor mayúsculo

Siempre me llamó la atención Alexia, niña que quería ser numeraria y no llegó a los catorce años.

Leí un par de libros sobre su corta vida y concluí: Sí, Alexía, es santa; pero su madre, Moncha… ¡más..! A ella le debe todo.

Conocí a Moncha, coincidimos… Y un día, me crucé con ella por la calle. Le dije: Moncha estoy escribiendo un libro sobre lo mío: el Matrimonio y las Nulidades Matrimoniales. ¿Qué me sugieres? Me contestó: di, que los hombres se casan; los animales, se aparean. Las dos estábamos de acuerdo en tantas cosas: En el matrimonio, el tema sexual no es ni lo primero, ni lo más importante; pero tampoco tiene poca importancia. Como todo, es acto de amor: yo busco tu bien y es un bien para mí. El Matrimonio es idea original de Dios Padre Creador. El matrimonio es el perfecto complemento entre un hombre y una mujer.

Luego, por avatares de la editorial, en vez de uno salieron dos libros.

Me animaron a la Tesis Doctoral y ahí me metí. Años trabajando e investigando documentos de España, en Londres, San Gallen en Suiza y Salzburgo en Austria.

Tenía la Tesis redactada y… el director me dejó tirada: búscate otro, me dijo.

Me dirigí a otra Universidad y a otro director, nada. De nuevo, a otra Universidad y a otro director, nada. Y otra vez, a otra Universidad y a otro director, tampoco…

Un día, me acerqué a rezar a la iglesia de San Martín en Madrid, porque ahí está el Santísimo expuesto. Allí están los restos mortales de Alexia. Al terminar de rezar, me dirigí a su tumba, a la entrada de la iglesia, a la izquierda y le dije: Alexia, si es para bien, ayúdame y que salga mi Tesis.

Esa noche, en la cama, dando vueltas hasta conciliar el sueño, se me ocurrió: si hasta ahora he acudido a hombres y me ha ido tan mal… ¿Por qué no acudir a una mujer? Y de pronto lo vi claro:

 

¿Qué Universidad? La mía, la Complutense.

¿Qué Departamento? Eclesiástico del Estado, pues mi Tesis es sobre el Impedimento Matrimonial de Afinidad a lo largo de la historia de la humanidad y su repercusión en la legislación civil.

¿Qué directora? Irene, gran mujer y muy buena profesora. Acudí, me acepto, trabajamos juntas un tiempo para mejorar y adecuar lo ya escrito y mi Tesis vio la luz

¿Resultado? Excelente. Más de lo que hubiera podido imaginar.

Publicada en la Universidad Complutense 

Sobre la santidad, dos comentarios:

San Josemaría Escrivá clamaba a Dios: Hazme santo, mi Dios, aunque sea a palos… (Forja, 391)

Cuenta Louis de Wohl en su libro La luz apacible que le preguntó a Santo Tomás de Aquino su hermana Theodora: Tomás, ¿cómo se convierte uno en santo? Queriendo, le respondió. Y sorprendida la hermana, le insistió: ¿Queriendo?... ¿Eso es todo? Sí, Dios pone el resto.

De nuevo, me he acercado a Alexia. Pero esta vez para pedirle perdón, por haber tardado casi doce años en poner por escrito el favor recibido por su intercesión.


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