Secreto y transparencia en la Iglesia

Rueda de prensa Cremades y Omella sobre la investigación de los abusos en febrero de 2022.
Rueda de prensa Cremades y Omella sobre abusos.

No hace muchos días se presentó en Roma la edición española de un libro titulado “Transparencia y Secreto en la Iglesia Católica”. Por cierto, edición española que se publica bastante tiempo después de la italiana.

Texto patrocinado, o avalado, mejor dicho, por el Consejo Latinoamericano de Ceprome (Centro de investigación y formación interdisciplinar para la protección del menor). Una obra de los sacerdotes Jordi Pujol Soler, de la Universidad de la Santa Cruz en Roma, y Rolando Montes de Oca.

En la presentación romana del libro en español estuvo el cardenal Sean O’Malley que dijo, según los medios oficiales vaticanos, que “tenemos que estar conscientes de que la verdad nos librará, como dice Jesús. Tenemos que ser una comunidad donde no tengamos miedo de admitir nuestras faltas para que podamos corregirnos. Así, la transparencia es esencial para poder ganar y merecer la confianza el pueblo”.

Como todavía no he recibido el libro, no voy a hablar aún de su contenido. Sí voy a reproducir aquí lo que el profesor Jordi Pujol Soler, -perdonen la insistencia de incluir su segundo apellido-, declaró en una entrevista en “Omnes” hace un año. Entrevista que me parece de rabiosa actualidad, como dicen algunos concomitantes.

Transcribo literalmente y ustedes mismos saquen las conclusiones oportunas, ahora y en un futuro inmediato de lo que pueda pasar en la Iglesia en España.

Pregunta el periodista Giovanni Tridente:

¿Qué opina del baile de informes sobre abusos en la Iglesia que se han publicado en los distintos países? ¿Y sobre las presiones que está recibiendo la Iglesia en España e Italia en este sentido?

La auditoría externa y las comisiones de investigación independientes son instrumentos útiles para que unos ojos externos te digan verdades que a veces cuesta reconocer, siempre que sean expertos.

En la Iglesia, nos ha costado permitir que otros nos digan lo que ven. La política de que “los secretos de familia no se airean porque no se entenderían”, o de que “los trapos sucios se lavan en casa” ha sido frecuente, no tanto por maldad como por falta de apertura.

 

El periodismo honesto, como en el caso Spotlight de Boston, ayudó a la Iglesia a reconocer una realidad escandalosa que se resistía a afrontar. Ahora bien, no todas las comisiones de investigación, ni reports ni equipos spotlight son igualmente competentes y bienintencionados. Los informes de la Royal Commission en Australia o el John Jay Report en EE.UU. son dos buenos ejemplos de investigaciones exhaustivas y honestas. La Iglesia hizo caso a más del 90% de las recomendaciones de la Royal Commission australiana.

¿Lo mismo se puede decir de los últimos informes publicados?

La verdad es que no, considero que el informe francés y el alemán no están al mismo nivel. Sería demasiado largo de explicar. El poder que damos a estas comisiones independientes para hablar de nosotros es enorme y, en ese sentido, el valor de la “independencia” es un factor importante, pero no es el único ni se debe dar a cualquier precio. Esta independencia tiene que ir acompañada de una competencia indiscutida, porque de lo contrario las auditorías externas no tienen sentido. Uno de los problemas que pueden presentarse en España o Italia es que estar siempre bajo la presión del foco mediático puede influir en la composición de los equipos, o en la investigación, y no es lo propio. La investigación de la verdad y la justicia requieren serenidad y tiempo, no espectáculo mediático”.

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