Lo que dice monseñor Reig Pla
Lo que no se puede negar es que el obispo de Alcalá de Henares, monseñor Juan Antonio Reig Pla, habla claro y se le entiende todo. Si no me creen, vean la Carta Pastoral que acaba de presentar con el título “Caminar juntos siguiendo fielmente a Cristo y a la Iglesia”.
Un texto amplio, que sigue la estela de lo que antes se llamaba el Plan de Pastoral de la Conferencia Episcopal, pero que tiene algunas glosas y añadidos dignos de meditar. No se puede negar que a monseñor Reig decir la verdad y llamar a las cosas por su nombre no le da pánico.
Dicen que monseñor Reig es un verso suelto, que no se atiene a los dictados, a las consignas, y que no está constantemente mirando para los lados a ver qué dicen de él. Tampoco parece que tenga mucha pretensión de medrar dado que otea en el horizonte la presentación de su renuncia a los 75 años. Renuncia que, algunos suponen, le será aceptada en el minuto menos uno.
Merece la pena leer la carta. Les reproduzco algunas de sus afirmaciones principales para que se hagan una idea de por dónde va el texto. He aquí sus palabras:
“A esta breve reflexión sobre el matrimonio y la familia que ofrece el documento de la CEE conviene añadir el hachazo final que ha supuesto el globalismo individualista que, anclado en la “deconstrucción de la antropología cristiana”, promueve además de la ideología de género la llamada teoría “queer” que rechaza cualquier referencia a la heteronormatividad, considera tanto el género como el sexo como realidades fluidas, propone como liberación de la mujer la anticoncepción y el aborto y se encamina por las sendas del transhumanismo. El vehículo para transmitir esta nueva realidad antropológica y familiar es la utilización del llamado “metalenguaje” con el que a través de las palabras se quiere cambiar la realidad. Del mismo modo, se ha producido un asalto en el campo de la educación introduciendo estas nuevas ideologías a través de los “Estándares de educación sexual” inspirados fundamentalmente por organizaciones vinculadas a “Planned Parenthood ” y que han sido introducidos radicalmente por la nueva ley de educación en España, la llamada ley Celaá.
Lo grave de esta ley es que, además de introducir la ideología de género y la teoría “queer”, pretende empoderar a los niños frente a sus padres, sustrayéndoles a estos su derecho-deber a educar a sus hijos. Con la anticoncepción, el aborto y las ideologías nombradas se pretende promover cambios en la identidad y orientación sexual de los niños aprovechando sus emociones o sus etapas de inmadurez, se proponen los “modelos diversos de familias” y, en definitiva, se reduce toda la riqueza de la sexualidad humana, pensada en su diferencia como “vocación al amor”, al gusto, al placer y a la satisfacción afectiva al margen de las virtudes y la capacitación de la libertad para el don y el descubrimiento de la esponsalidad, la belleza del matrimonio y el bien social de la familia.
Todas estas realidades, que hemos recordado en otras ocasiones nos sitúan ante una colosal batalla cultural y ante la necesidad de una nueva evangelización, sabiendo que la cultura hegemónica, las nuevas leyes injustas promulgadas y los invasivos medios de comunicación social están, mayoritariamente, en contra de la antropología cristiana y, si no hay criterio para su utilización, alcanzan a todos, incluidos los adolescentes y niños”.
Vamos, igual que lo que dicen que se va a enseñar en clase de religión.