Monseñor Argüello en Encuentro Madrid 2023

Mons. Luis Argüello en el EncuentroMadrid.
Mons. Luis Argüello en el EncuentroMadrid.

Iba a titular esta columna “Monseñor Argüello sí tiene discurso”, pero me he dado cuenta de que se publica el día primero, lunes, de la Plenaria en la Conferencia Episcopal. He cambiado de guión. No vaya a ser que alguien haga comparaciones indecorosas. 

He optado por invitar a ver el vídeo de la intervención, more diálogo, de don Luis Argüello en el Encuentro Madrid de hace unos días. Un Encuentro Madrid con el que la buena gente de Comunión y Liberación mantiene una notable presencia de mensaje en la Iglesia y en la sociedad española. Una presencia que tiene la pretensión de ser elocuente.

Don Luis, que acaba de llegar de la primera fase sinodal, y como se puede comprobar está ineludiblemente influido por esa primera fase, -esperemos ansiosos a su anunciada intervención próxima en la Universidad Eclesiástica San Dámaso, a ver si nos aclara algo de lo que pasó allí, en el Sínodo-, se sentó junto al diputado del PP, Miguel Ángel Quintanilla, del que me habían dicho no hace mucho que es de las pocas reservas intelectuales que queda en esa formación política.

Se sentaron, por tanto, en el mismo estrado para hablar de “Amistad cívica y sociedad española”.

Bueno, más que para conversar, para una especie de dueto de intervenciones, con sus sensibilidades, sus aportaciones complementarias, incluso sus divergencias.

Quizá un poco más de ritmo en la conversación hubiera permitido un mayor nivel de atención. Al margen de esta pejiguera, merece, y mucho, la pena dedicarle un tiempo a este diálogo sobre lo que nos está pasando hoy en España.

No voy a reproducir las ideas principales de la conversación. Sólo haré referencia a la prioridad de la reconstrucción de una amistad cívica en un momento en el que la tensión política ha subido muchos enteros.

La amistad cívica exige unos previos de reconocimiento del otro, de conocimiento del contexto del otro, de encuentro, de voluntad, de inteligencia sobre las necesidades comunes, en un tiempo de profundo cambio. Bien pudiera ser ésta amistad cívica una prioridad del sujeto católico.

Para que se pueda dar este proceso, se necesitan actores, espacios, palabras y discursos que lo alienten, que lo acompañen o acompasen, que, incluso, lo regulen y contribuyan a las rectificaciones necesarias. No vaya a ser que quienes se sientan llamados a generar y gestionar esa propuesta de amistad cívica perciban una orfandad no deseada. 

 

Como dijo don Luis, la propuesta cristiana hoy es socialmente minoritaria. La Iglesia debe ser consciente de su humildad ontológica. Una humildad que no tiene por qué significar insignificancia, ni irrelevancia.

Vean por favor el vídeo del Encuentro Madrid. Les ayudará a pensar el presente como forma de tomar conciencia de nuestra historia.

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