Los laicos se adelantan a los obispos

El presentador Toni Soler.
El presentador Toni Soler.

Me llamó la atención el proceso de notas públicas de condena del injurioso y nefasto programa de TV3, Està Passant, en el que se hicieron burlas, y algo más, en plena Semana Santa, Martes santo, de la Virgen del Rocío. 

Tengo que advertir que de entre los obispos andaluces, quienes primero salieron a hablar y a condenar el programa fueron el co-príncipe, monseñor Joan Enric Vives, de la Seo de Urgell, que siempre ha sido valiente para estas cuestiones, y el obispo de Huelva, monseñor Santiago Gómez, no sólo por razones obvias de alusión, que tampoco se queda mudo en sus predicaciones y manifestaciones públicas.

Pero lo que más me llamó la atención fue que la Comisión Permanente del Foro de Laicos saliera tan pronto y con tanta fuerza con un rotundo comunicado. Primero por el hecho de que el Foro de Laicos es un ente no de razón, sino de acción, entiendo, dentro del entramado de satélites de la Conferencia Episcopal.

Un ente que no se suele caracterizar por sus posicionamientos públicos, aunque una de las urgencias de la presencia pública de los católicos hoy sea precisamente romper determinadas espirales del silencio.

No vaya a ser que nos quejemos de que la Iglesia no son solo los obispos y los curas, bueno y los religiosos, y luego cuando hay que decir algo, de forma elocuente y eficaz, sean ellos los únicos que hablan.    

Un dato significativo de esa declaración contundente, basada en una argumentación de autoridad tomada de textos del Papa Francisco, es el hecho de que el Consiliario del Foro sea el obispo auxiliar de Barcelona, Sergi Gordo Rodríguez. Habló por tanto indirectamente el que es también auxiliar de Barcelona antes que el titular de Barcelona.  ¿O era una forma de hablar del titular?

Se manifestaron públicamente los laicos, mejor dicho, los representantes de los movimientos y realidades eclesiales del Foro de Laicos, cuando aún no se habían pronunciado los obispos catalanes. Quizá por la rapidez de la gestión, quizá por la sensibilidad ante lo que se estaba abordando.

 Pasadas no más de veinticuatro horas, al final, salieron los obispos de Cataluña condenando el programa, con un comunicado que sintetizaba, en ideas, el de los laicos. 

  Lo que quiero resaltar es el hecho de que primero fueron los laicos, y no me he detenido en analizar quiénes están en la Permanente del Foro de Laicos para desentrañar y poner en valor la iniciativa, y después los obispos. Quizá el comunicado del Foro de Laicos sirvió de telonero al de los obispos.

 

Hay quien pueda pensar que un solo comunicado sería suficiente y que, probablemente, se recibiría mejor el de los obispos, por el hecho de su ministerio. Es posible. Lo que está claro es que ante un hecho, que hay que elevar a categoría por más que se le quiera restar importancia, los laicos estuvieron rápidos dentro de la rapidez en el mundo de lo eclesial.

Ya sé que no se trata de una carrera, ni de ver quién es el primero y tiene más repercusión. Pero ya saben ustedes que en el universo de los medios, a los periodistas esto nos importa. No por el hecho en sí, sino por la trastienda, que muchas veces explica más que el hecho.

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