Los idus de noviembre…

            Comienza la Semana de la Plenaria de la Conferencia Episcopal en lo que se ha venido en llamar la época postRouco que lo va a ser, en gran medida, época Osoro. Se da la paradoja de que aumenta significativamente el número de cardenales y arzobispos eméritos con peso en las Asambleas, con peso y voz, pero no con voto. No hay que olvidar la repetida insistencia del Papa Francisco en la sabiduría de los ancianos.

Y en esto de los votos se producirán algunos curiosos escrutinios, como por ejemplo el de la elección del miembro vacante en el Comité Ejecutivo. Parte como candidato inicial, y no sé si denominarlo natural, el cardenal Antonio Cañizares. Pero ya se sabe que quien entra candidato puede salir candidato, si no se han trabajado previamente bien los escrutinios y si no se ha llegado al consenso de las familias, por eso del clima sinodal, o sensibilidades, denominación muy de moda.

Otra elección significativa –quizá la más-, en esta semana, sea la de los miembros de la Conferencia Episcopal Española que van a ir al Sínodo ordinario de los obispos sobre la familia del próximo otoño. Será interesante ver hacia dónde apuntan los votos, descontados y presupuestos los que se supone va a designar el Papa, como puede ser el caso del cardenal Fernando Sebastián. Se da por hecho que uno de los representantes españoles será el obispo español presidente de la SubComisión Episcopal de Familia y Vida, monseñor Mario Iceta.

Por lo demás, el debate estará centrado en el Plan de Pastoral y en los medios de comunicación de la Iglesia, principalmente los televisivos, en búsqueda de un estatus consolidado y clarificado, por no decir eso de en búsqueda de una solución final.

Con el Plan de Pastoral, cargado de espíritu y de la letra del Papa Francisco, como no podía ser menos, los obispos arrancan con una serie de iniciativas que pretenden dar respuesta los nuevos tiempos de la sociedad española. Interesante expectativa la que está generándose con el discurso inaugural de monseñor Blázquez.

Y está pendiente la cuestión del viaje del Papa a España que se está demorando demasiado en su anuncio público. Quizá la Asamblea Plenaria de los obispo  sea un buen momento para apuntar alguna idea al respecto, con información a los miembros de la Asamblea y con alguna especie pública.

Habrá que esperar, por tanto, a ver por dónde soplan los idus de noviembre en la Iglesia en España…

                                                           José Francisco Serrano Oceja