Henry Kissinger o el fin del “sesgo ilustrado”
Leía hace días en un portal judío la historia de la relación de Henry Kissinger, ex Secretario de Estado norteamericano y uno de los estadistas recientes con más influencia en las relaciones internacionales, con la religión judía en su caso.
A la edad de noventa y nueve años, Kissinger acaba de publicar un libro titulado “Liderazgo: seis estudios sobre liderazgo mundial”, en el que describe las carreras de los líderes mundiales que más admiraba: Konrad Adenauer de Alemania, Charles De Gaulle de Francia, Richard Nixon, Anwar Sadat de Egipto, Lee Kuan Yew de Singapur y Margaret Thatcher del Reino Unido.
Una característica de todos ellos, con la probable excepción de Lee Kuan Yew, es que eran personas profundamente religiosas. Una de las ideas recurrentes de ese libro es el lamento por la erosión moral de las creencias en el Occidente desarrollado.
Al margen de que a Kissinger se le vea ahora por los cultos judíos, la cuestión que plantea es si no estamos en un período histórico en el que se anuncia el fin del “sesgo ilustrado”. Ese proceso que propugnaba que el desarrollo de la humanidad iba a dejar atrás la mentalidad propia de las religiones.
A partir del siglo XVIII se ha entendido que la religión es un mecanismo psicosocial y cultural de transmisión de prejuicios, que nace de la insatisfacción natural y de las formas de regular el egoísmo.
La secularización, como proceso histórico polivalente, que está en la raíz del pensamiento sociológico, ha dominado los estudios de la religión durante mucho tiempo.
Quizá haya llegado el momento, hace algún tiempo, de comenzar a pensar en el fin del “sesgo ilustrado”, al menos en el mundo del pensamiento. No es buenismo, ni un solo y mero deseo. Es una forma de ver la realidad más allá de la cerrazón ideológica.
Sería interesante que se produjera un paso hacia una reflexión sobre la religión en el mundo que fuera más matizada y profunda que la que subyace a determinadas formas ideológicas y políticas ahora vigentes. No solo en España, también en Hispanoamérica.
Una reflexión que contribuyera a profundizar en la relación entre razón y fe, entre realidad y revelación.
La lista de pensadores, politólogos, sociólogos, que apuntan en sus escritos hacia este nuevo cambio de ciclo es bien larga. Una pléyade de pensadores que abordan el fenómeno religioso, desde perspectivas múltiples, y que reconocen a la religión como un interlocutor adecuado. También en Europa. Gauchet, Derrida, Huntington, Alí Shariatí…
Solo hace falta romper con la espiral del silencio sobre esta materia en el espacio público para que la religión no sea una realidad clandestina. Y luego afrontarla con tiento y cuidado y hacer todo lo posible para que la persuasión sea tal y no una estrategia de encubrimiento.
