¿Están los curas españoles como los franceses?

Michel Aupetit, ex arzobispo de París  (AFP or licensors).
Michel Aupetit, ex arzobispo de París (AFP or licensors).

Algunos apuntes sobre lo que está pasando en el clero francés, que no sé si es extrapolable a la situación española.

Por cierto que las noticias últimas de sacerdotes jóvenes-menores de 35 años, digamos- que piden un tiempo de descanso en el ministerio, que se marchan, o que tienen problemas que les impiden el ejercicio normal del ministerio, empiezan a ser preocupantes. Y en no pocas partes de España.

El periódico francés “La Croix” publicó, el pasado 13 de octubre, un amplio reportaje en el que se entrevistaba a una veintena de sacerdotes. La percepción generalizada es que los curas franceses viven en un clima de “malestar generalizado”. 

El texto tomaba como referencia, entre otros, los efectos del famoso informe sobre la pederastia en Francia, cuyas conclusiones habían afectado seriamente a los sacerdotes franceses.

También se sumaban los casos de las recientes intervenciones romanas sobre el gobierno de las diócesis de París, que afecta a monseñor Aupetit, de Estrasburgo, monseñor Ravel, y de la diócesis Tolón, monseñor Rey.

Añadía el reportaje el caso del suicido de un sacerdote de la diócesis de Versalles, que estaba enfrentado con su obispo.

También aparecía el hecho de que, desde diversas instancias, se está responsabilizando al clero francés del escaso éxito del proceso sinodal.

Da la casualidad de que en el país vecino se acaba de publicar un libro, titulado “Prêtres en morceaux” (Sacerdotes en pedazos, editorial Le Cerf), del obispo emérito de Troyes, Orléans y Nanterre, Gérard Daucourt.

Un análisis de una serie de factores que están pesando sobre la salud física y psicológica de los sacerdotes. Entre otros, la sobrecarga de trabajo y el cuestionamiento de la figura del sacerdote en una sociedad descristianizada.

 

De fondo parece que está un estudio que la Conferencia Episcopal Francesa hizo sobre la situación del clero en 2020, cuyos resultados son, por decirlo finamente, preocupantes. Pero así es la realidad.

Y ahora vamos a España.

¿Estamos en la misma situación? ¿Qué resultados arrojaría un estudio cuantitativo y cualitativo sobre el estado del clero en España? ¿Qué efectos pueden estar teniendo las informaciones sobre pederastia? ¿Qué análisis sobre la situación actual de catolicismo español tenemos y sobre el proceso de secularización? ¿Estará el grupo de análisis y estudio que constituyó la Plenaria, encomendado al obispo coadjutor de Granada, abordando esta temática? Por cierto, ¿En qué está trabajando ese grupo de análisis y estudio?

La sociología de base es mala consejera. Por lo tanto, nada de lo que pueda sintetizar respecto a lo que me rodea tiene carácter científico. A lo sumo, testimonial.

Si tuviera que hacer la síntesis de lo que piensan, y viven, los sacerdotes con los que mantengo un contacto frecuente, lo primero que tendría que decir es que están echando horas extras, de trabajo y de oración.

Si hay un síntoma de la situación es la necesidad que tienen de hablar con los compañeros y con las personas de confianza.

Hay una sensación de bruma, de un estado social, e incluso eclesial, que no se explica con facilidad, y que está generando disfunciones, en el orden por ejemplo del ejercicio de la autoridad, con consecuencias para la vida ordinaria.

Otros aspectos son la brecha generacional o la diversa situación de las diócesis. Algunas ya en situaciones extremas, también en la atención litúrgica y pastoral a los fieles.

Se suele decir que en España lo vivimos todo de forma acelerada. También la secularización y los cambios en la Iglesia.

No sé si en España estamos como en Francia. Me da que no debe haber mucha diferencia.

Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato