Don Javier Prades en la Academia

Javier Prades.
Javier Prades.

Es un lugar común, en determinados ámbitos eclesiales, afirmar que es necesaria una teología a altura de la circunstancia histórica. También lamentarse de que la teología no tiene la repercusión pública que debiera como interlocutora en el diálogo social sobre las cuestiones que afectan a las personas, a la sociedad. Incluso a la Iglesia.

Es posible que en España nos encontremos ahora en un momento de cambio generacional en el ámbito teológico, en el que una generación se extingue y otra aún no despunta con suficiente claridad. Cuestión ésta sólo de tiempo.

Sin embargo, podría dar el nombre de media docena de teólogos españoles que me parecen referencias clave para las cuestiones que afectan a la conciencia cristiana.

Probablemente estemos en un tiempo en el que parece primar lo pastoral y no lo intelectual, en el que dominan ciertas preocupaciones más cercanas a las ciencias sociales y políticas que a la reflexión teológica.

Incluso me atrevería a decir que estamos en un momento en el que se perciba cierta prevención, en los ámbitos eclesiales, sobre lo que se dice y escribe en público, sobre el juicio sobre la realidad, no vaya a ser que le coloquen a uno en las fronteras dialécticas.

Sirvan estos apuntes previos para referirme a un teólogo español, y a un texto suyo, que me han parecido de lo mejor que he leído últimamente.

Me refiero al discurso del profesor Javier Prades, rector de la Universidad Eclesiástica san Dámaso, de toma de posesión en la Real Academia de Doctores de España.

Ya me gustaría que hubiera sido pronunciado en la Academia de Ciencias Morales y Políticas o en la Academia de la Lengua, ambas Reales.

Vaya por tanto mi agradecimiento sincero y admiración al profesor Prades por esta propuesta que, tengo que confesar, personalmente me ha abierto un horizonte de comprensión de la teología de Hans Urs von Balthasar (1905-1988) y de las prioridades de la reflexión teológica hoy.

 

Tengo que confesar que la teología de von Balthasar no siempre me ha parecido una lectura fácil. De hecho decidí en su momento limitar mi tiempo a la propuesta de los volúmenes de Gloria, por el hecho de su perspectiva, digamos, predominantemente cultural.

Lo que me faltaba es una presentación del pensamiento de von Balthasar como la que hizo el profesor Prades en el citado discurso.

Parlamento, por cierto, que fue contestado por monseñor Juan Antonio Martínez Camino, en el que recordó algunos datos de la vida de Javier Prades.

Por ejemplo que es miembro de la Comisión Teológica Internacional desde 2009 hasta 2026, en el que concluye su tercer quinquenio consecutivo. O que es rector de San Dámaso desde 2012, por lo tanto está en su tercer cuatrienio.

No sé si tanto tiempo dedicado a la tarea de gestión académica le ha restado para el trabajo de investigación y la propuesta pública a través de publicaciones. Lo que sé es que los lectores de don Javier Prades leemos con gusto todo lo que publica.

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